China muestra un panorama oscuro al deporte mundial

Mientras una nube de incógnita rodea la reanudación de las competiciones deportivas en Europa, China es el gran referente sobre los plazos de la crisis del coronavirus. A pesar de que el país asiático ya ve la luz al final del tunel, sus ligas continúan paralizadas y el panorama no es nada esperanzador.

El pasado miércoles, Sergio Busquets hacía públicas sus dudas sobre el reinicio de la Liga Santander: «Me parece que vamos a poder volver a entrenar, poco a poco, de uno en uno, yendo a casa ducharte, pero jugar será más difícil», comentaba el mediocentro culé.

Inevitablemente, Europa mira de reojo a China como si de una máquina del futuro se tratara. Si bien la situación ha mejorado de forma notable y son muchos los equipos que han vuelto al trabajo, las competiciones continúan sin reanudarse por miedo a un rebrote de contagios de la pandemia.

La CBA se ha pospuesto hasta julio

El campeonato chino de baloncesto, cuyo regreso había sido fijado para el mes de abril, ha decidido posponer su vuelta hasta el mes de julio, como mínimo. La situación de la Superliga China también es complicada.

Parecía que el mes de abril era buen momento para que el balón volviera a rodar en China, pero la vuelta aún no se ha producido. El positivo del belga Fellaini la pasada semana, además del cierre de fronteras dictado por las autoridades chinas está complicándolo todo un poco más.

Por el momento, la Federación Española de Fútbol se prepara para la posible cancelación de la temporada: si no se juega más, ya tiene decidido que respetará la clasificación actual de cara a las próximas ediciones de la Champions y la Europa League, a pesar de que la voluntad del ente federativo de Luis Rubiales es acabar la competición en el terreno de juego.