El Barcelona se colapsa
Colapso. Es la palabra que mejor define lo que está ocurriendo en el Barcelona en los últimos tiempos. Ya ni el equipo es capaz de sujetar los cimientos de un club elefantiásico que amenaza con implosionar. El pinchazo en Balaídos –el segundo en los cinco partidos de la Liga post-Covid– ha dejado al descubierto las costuras de una plantilla coja y ha reabierto heridas cosidas en falso entre el cuerpo técnico y la plantilla.
La imagen de Messi pasando de Eder Sarabia, el entrenador ayudante con más afán de protagonismo del mundo, son la punta del iceberg de un divorcio entre la plantilla y el cuerpo técnico. Muchos jugadores añoran la mano izquierda de Valverde y creen que a Setién «se le ha subido el cargo a la cabeza».
Cada vez son más las voces que dan por amortizado a Setién y el nombre de Xavi Hernández vuelve a estar sobre la mesa de Bartomeu para ser el entrenador del Barcelona la próxima temporada. Si el Barça pierde la Liga, que es el escenario más probable a día de hoy, sólo el milagro de ganar la Champions garantizaría la continuidad de Setién… si es que el técnico santanderino llega en el cargo al mes de agosto.
Un club en descomposición
Con la guerra abierta entre jugadores y cuerpo técnico y con Setién más dentro que fuera, a Bartomeu se le multiplican los problemas. El presidente del Barcelona afronta su último año de mandato en una situación económica crítica y tratando de hacer todos los chanchullos y equilibrios financieros posibles para salvar al Barça de la ruina.
La venta de Arthur a la Juventus y su posterior cambio por Pjanic no es sino un enjuague para cuadrar el presupuesto antes del 1 de julio (este miércoles) con un ingreso ficticio de 80 millones de euros que equilibra el balance presupuestario y que libera a Bartomeu y su Junta del lío de tener que responder por las pérdidas económicas de la temporada.
El Barcelona, en caída libre, no ha dejado de escribir páginas negras esta temporada desde el enfrentamiento de los jugadores con Eric Abidal, director deportivo, el feo asunto del espionaje de I3 Ventures encargado por el propio club, la inexplicable destitución de Ernesto Valverde o los fichajes que se televisaron y que nunca se hicieron: Neymar, Rodrigo…