El tenor Javier Camarena cambia su repertorio en Madrid por problemas con la voz

El tenor Javier Camarena cambia su repertorio en Madrid por problemas con la voz
Auditorio Nacional

El tenor Javier Camarena ha tenido que sustituir esta noche, en el último de los recitales de la gira que le ha llevado tres semanas por España, las arias belcantistas italianas por canciones mexicanas porque estaba «congestionado» y era «muy complicado» para su voz seguir con lo programado.

Cuando el artista ha aparecido esta noche en el escenario del Auditorio Nacional, acompañado por el pianista mexicano Ángel Rodríguez, ha explicado que en estas tres semanas en España, con conciertos en Barcelona, San Sebastián, Oviedo, Valencia y Málaga, ha estado «batallando con la salud».

«Hoy mismo estoy un poco congestionado y es un poco incómodo pero las cuerdas vocales están bien», ha dicho al comienzo de la primera parte, dedicada al repertorio francés, pero cuando ha llegado a la cuarta de las arias, Ah! mes amis, ha tenido que pedir con la mano al pianista que parara mientras hacía ejercicios con la garganta y la nariz para tratar de no toser.

Lo cierto es que ha seguido y ha cantado los nueve do de pecho de Ah, mes amis, el aria de La fille del regiment de sus célebres bises en el Real o el Metropolitan, ante el delirio del público, que le ha aplaudido entusiasta mientras él acogía emocionado la ovación con la cabeza baja y la mano en el pecho.

Pero cuando ha vuelto tras el descanso ha comunicado a los espectadores que tenía «dos noticias, una mala y otra peor: creí que estaba mejor pero no voy a poder seguir con el programa porque es muy complicado y, de hecho, vamos a cambiar radicalmente y vamos a cantar canciones de México. Espero de corazón que les guste», ha dicho.

El mexicano (1976), que este jueves visitó a enfermos del hospital 12 de Octubre y les cantó temas como Malagueña, uno de los «bises» previstos originalmente para hoy, ha dedicado la segunda parte a las canciones Contigo en la distancia, de César Portillo de la Luz; Amor de mis amores, de Agustín Lara; Cielo rojo, de Juan Záizar; Sabor a mí, de Alvaro Carrillo, y Júrame, de María Grever.

Todos los temas han sido muy aplaudidos aunque los «bravos» se han oído en «Cielo rojo», donde le ha fallado la voz, y en «Júrame», pero la ovación mayor, con parte del público puesto en pie, ha sido para su único bis, «No puede ser», la zarzuela de Sorozábal, que ha cantado tras pedirle al público que le dejaran «intentarlo».

En la primera parte, dedicada al repertorio francés en el que quiere empezar a ahondar tras quince años volcado en el belcantismo, ha vuelto a demostrar su agilidad en los agudos, sus exquisitos pianissimi y su larguísimo fiato, y el solido y potente eje en el que basa su canto.

A pesar de las dificultades con su garganta, Camarena, que agota entradas donde actúa, en la misma liga, por ejemplo, que Jonas Kaufmmann, ha mostrado seguridad en el registro agudo, un color limpio y directo que recuerda al de Alfredo Kraus.

Salut! Demeure chaste et pure, de Gounod; Vainement, ma bien-aimée, de Lalo, y Seul sur la terre, de Donizetti, además de Ah! Mes amis, han compuesto la primera parte, mientras que en la segunda estaban previstas arias de Rossini, Donizzetti, Von Flotow y Verdi.

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