CRISIS EN EL PSOE VALENCIANO

El relevo del PSOE valenciano se le va de las manos a Sánchez y a Puig: tres aspirantes se postulan

Diana Morant, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa apuntan a tres candidaturas distintas para relevar a Ximo Puig

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Alejandro Soler, Santos Cerdán, Miguel Millana y Ximo Puig, en un acto del PSOE valenciano en Elche.
Ignacio Martínez

El relevo interno al frente del PSOE valenciano se le va de las manos a Ximo Puig y también a Pedro Sánchez. Lo que según la estrategia socialista estaba planeado como un cónclave que pusiera en el escaparate la unidad interna está desembocando en un reñido proceso interno en el que el modelo sanchista del socialismo lucha contra lo que se denomina el lermismo, que es el implantado desde tiempos Joan Lerma y que ha continuado vigente hasta Ximo Puig. Ahora, lejos de esa idílica imagen de unidad que contenía el plan inicial de unos y otros, hay hasta tres candidatos que pugnan por postularse: la ministra Diana Morant, el alcalde de la localidad valenciana de Mislata Carlos Fernández Bielsa y el secretario general del PSOE provincia de Alicante Alejandro Soler.

Mientras tanto, el PSOE valenciano sigue en crisis ocho meses después de las elecciones y sin relevos en su cúpula. Y Ximo Puig sigue al frente de la secretaría general.

Semanas sin acuerdo para el congreso extraordinario

Para intentar salir de ese bucle, este lunes se celebra la Ejecutiva de la dirección socialista de la Comunidad Valenciana. Esa Ejecutiva debe poner fecha al congreso extraordinario después de dos aplazamientos consecutivos en ocho días. Esos aplazamientos se han producido, precisamente, porque el PSOE valenciano no ha sido capaz de pactar una candidatura de unidad para relevar a Ximo Puig. Bien, por no aceptar que sea Diana Morant quien la lidere, que es idea generalizada, bien por otros motivos.

Baste, en sentido, recordar que en su última visita a la Comunidad Valenciana Diana Morant dijo que se sentía capacitada siempre para ayudar desde donde sea. Sin descartar, por tanto, el liderazgo, pero no situándolo como una condición esencial.

El origen de todo este problema interno del PSOE valenciano, que se va agravando con la semanas y empieza a amenazar con enquistarse, hay que buscarlo en las elecciones del 28 de mayo. La pérdida de poder de los socialistas valencianos fue absoluta: se quedaron sin la Generalitat, las diputaciones de Valencia y Castellón en que gobernaban, los ayuntamientos de Valencia, Castellón, Elche y Torrent, que cuatro de los cinco primeros de la Comunidad Valenciana, porque el quinto, Alicante, ya era del PP. Y, después, perdieron también la Federación Valenciana de Municipios y Provincias.

Las decisiones de Ximo Puig

Tras ese 28 de mayo llegó la inmediata convocatoria de elecciones generales no hubo tiempo de relevos. Ximo Puig situó en la dirección del equipo socialista en las Cortes Valencianas a sus más afines, mientras decenas de cargos, también socialistas, se quedaban literalmente en la calle. Lo mismo ocurrió con los puestos de confianza en esa Cámara y exactamente igual con las tres plazas a que tenía derecho según el estatuto de ex presidentes, al que se acogió.

Tras las Generales, el proceso interno del PSOE valenciano se ha vuelto a abrir. Era un secreto a voces y una necesidad interna, porque hay una amplia contestación interna a Ximo Puig. Esa contestación no procede tanto de antes de las elecciones, sino que es, más bien, fruto de sus acciones después de los comicios por lo relatado antes.

El 16 de diciembre de 2023, Ximo Puig anunció solemnemente ante la Ejecutiva del PSOE valenciano y ante Santos Cerdán, el secretario de Organización de Pedro Sánchez que él daría dos pasos atrás para propiciar su propio relevo, pero que hasta entonces seguiría al frente del PSPV, la marca valenciana del PSOE. Y reiteró ese mismo anuncio horas después, también ante Santos Cerdán, en Elche.

Y Santos Cerdán le respondió en ambas ocasiones que desde Ferraz no habría intromisión en el proceso interno valenciano. Se respetaría, dijo Cerdán, lo que decidiese la militancia. En aquellos momentos, todo estaba centrado en dos nombres: Diana Morant como candidata en 2027 y Alejandro Soler como secretario general.

Pero hubo un momento en que las cosas cambiaron. Y Diana Morant apuntó no sólo a ser candidata sino, también, secretaria general. y Es ahí, donde Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa se activaron.

‘Lermismo’ vs. ‘sanchismo’

Entre otras cosas, porque se comenzaba a ver claro que en realidad lo que estaba en disputa era la pugna entre dos modelos. Si el que Ximo Puig, lo que en esta tierra se conoce como lermismo continúa, todo seguirá igual.

Sus detractores sostienen que es necesario un cambio y hay que hacerlo con todas las consecuencias. A lo largo de este fin de semana, en que el PSOE de Pedro Sánchez ha celebrado en La Coruña su conferencia política, ha habido intentos de acercamiento, pero a estas alturas y, salvo que sea una orden expresa de la superioridad, y Ximo Puig no es de facto la superioridad ahora mismo entre el socialismo valenciano, ese pacto a tres bandas está muy difícil.

La fecha del congreso es otra incógnita. Inicialmente, el acuerdo era que tuviera lugar en el primer trimestre del año. Pero los continuos retrasos de la Ejecutiva y el hecho de que marzo, en Valencia, es el mes de las Fallas, y luego de la Semana Santa, pueden retrasar este congreso hasta el verano.

Sin embargo, esta posibilidad, la de retrasar el congreso hasta verano y que Ximo Puig se mantenga al frente genera otro problema, que es la propia salida de Ximo Puig. Este último, ya ha renunciado a su escaño en las Cortes Valencianas. Ahora, es senador territorial. Es decir, no electo y sí por designación de las Cortes Valencianas. Por ello, en algunos círculos se habla ya este lunes de una salida casi inmediata del secretario de los socialistas valencianos.

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