CRISIS DEL PSOE VALENCIANO

Puig retrasa la Ejecutiva del PSOE valenciano porque no hay acuerdo para que Morant lo lidere

La Ejecutiva que debe concretar la fecha del congreso extraordinario se ha pospuesto al 15 de este mes de enero

Una parte de los socialistas valencianos creen que es un error que Diana Morant sea secretaria general

Congreso PSPV
Diana Morant y Ximo Puig.
Ignacio Martínez

El actual secretario general del PSOE valenciano y ex presidente de la Generalitat Ximo Puig ha retrasado una semana la Ejecutiva que debe poner fecha al próximo congreso extraordinario de los socialistas valencianos para elegir a su propio sucesor.

Esa Ejecutiva estaba inicialmente prevista para este lunes, pero no tendrá lugar hasta dentro de ocho días a partir de la fecha de su aplazamiento. En concreto, el próximo día 15 de este mes de enero. También, lunes.

Los ocho días que separan una fecha de la otra conforman el plazo que tienen ahora los barones de la federación socialista valenciana para ponerse de acuerdo en lo que quiere Ferraz y, por tanto, Pedro Sánchez, que es que la ministra de Innovación no sólo sea la candidata en 2027, sino también la secretaria general a partir de ya. Y que lo sea sin rival en las urnas para evitar sorpresas de última hora.

El congreso del PSPV será en marzo

Pese a todo ello, los socialistas valencianos celebrarán su congreso extraordinario en el primer trimestre del año, lo que limita el plazo al 31 de marzo. De hecho, según fuentes de la formación, ese congreso extraordinario de los socialistas valencianos apunta al primer fin de semana del mencionado mes de marzo. Y, más concretamente, entre los días 1 y 3 de ese mes, aunque entre el 2 y el 4 son las fiestas de La magdalena en Castellón.

Las siguientes semanas no hay más fechas hasta entrado abril, porque tras las Fallas llega la Semana Santa y, luego, la Pascua. Y, después, la semana de Santa Faz, en Alicante. Es precisamente esa concatenación de eventos lo que hace inviable pensar en otros días.

El aplazamiento

El origen del problema que ha generado el aplazamiento de la Ejecutiva de este lunes estriba en que Sánchez quiere que su ministra de Innovación Diana Morant sea no sólo la candidata socialista a la Generalitat en 2027, sino también que ostente desde ya la secretaría general en sustitución de Ximo Puig.

Todo lo relacionado con el relevo de Ximo Puig, se está convirtiendo en una larguísima historia, que además del problema actual ya tiene a una parte del partido muy cansada. Las elecciones fueron en mayo. Estamos en enero. Y los cambios no se esperan hasta marzo.

El motivo de fondo de este y otros drásticos cambios en varias comunidades autónomas ya lo ha desvelado OKDIARIO este noviembre, cuando este diario adelantó que Sánchez preparaba una purga de barones y que preparaba para situar en lugar de esos barones salientes a miembros de su gabinete ministerial.

Los frentes abiertos de Sánchez en Valencia

Pero el plan de Sánchez tiene lagunas en la Comunidad Valenciana, porque una parte importante del PSOE valenciano no piensa como él en este tema. Por el contrario, considera que el planteamiento del presidente del Gobierno es erróneo por dos motivos: porque Diana Morant está en Madrid y no en Valencia, donde su índice de conocimiento es muy bajo. Porque si bien ha sido alcaldesa de una relevante localidad valenciana, Gandía, también es cierto que ni esa situación ni en su posterior etapa como ministra ella no ha tenido una proyección autonómica.

Y, además, porque las críticas políticas a la ministra no se van a dirigir sólo a la mencionada Diana Morant, sino, por elevación, estarán dirigidas al propio Pedro Sánchez. Y todo ello, en un momento en que son varios los frentes abiertos por el citado Pedro Sánchez y su Gobierno en la Comunidad Valenciana.

El más importante de esos frentes abiertos es el de la reforma de la financiación autonómica, que el Ejecutivo de Sánchez ha ido retrasando sin ofrecer soluciones. A día de hoy, la valenciana es la Comunidad peor financiada de España: paga mucho más al Estado que lo que recibe de él.

Pero, además, la Comunidad Valenciana es también la peor tratada en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Baste decir que la provincia de Alicante es la última en inversiones del Ejecutivo de Sánchez y que esa situación amenaza con prolongarse por segundo año consecutivo.

Además, hay otras cuestiones por las que desde la Comunidad Valenciana se mira hacia Pedro Sánchez, como la condonación de la deuda autonómica. Un tema en que la Comunidad Valenciana aspira a ser tan bien tratada como la que mejor; el puerto de Valencia, los recortes del trasvase Tajo-Segura, la crisis del sector cerámico en Castellón y otros muchos temas que se han ido enquistando.

Sin ‘efecto altavoz’

En ese contexto, la presencia de una ministra de Pedro Sánchez como secretaria general de los socialistas valencianos no la convertiría, opinan, en un altavoz del Gobierno de Sánchez, sino que tendría que estar parando un día sí y otro también las críticas que en este territorio recibe el presidente del Gobierno de España.

De hecho, desde las pasadas elecciones municipales y autonómicas, la Comunidad Valenciana está alineada con la de Madrid en ese eje Madrid-Comunidad Valenciana, que nació en defensa del puerto de Valencia y las infraestructuras, pero que es ya visto como el contrapunto a la alineación de Pedro Sánchez con Cataluña.

Y todo ello, precisamente, ahora, cuando lo que se busca desde la Comunidad Valenciana es marcar y delimitar muy bien el perfil valenciano para evitar cualquier intromisión ya sea lingüística, de señas identidad o territorial desde otros territorios y, muy especialmente, desde Cataluña.

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