Los promotores inmobiliarios plantean parar por el alza de las materias primas: peligran 3.700 empleos
Los promotores inmobiliarios de la Provincia de Alicante, agrupados en Provia, la patronal de referencia en el sector en ese ámbito provincial, se plantean ya muy seriamente cesar su actividad. Una medida de consecuencias imprevisibles. Según advierte Provia, si ese cese de actividad se produce, no se iniciarán unas 1.525 viviendas en la provincia de Alicante. Esta circunstancia supondrá una pérdida de inversión de 326 millones de euros. Peligran 3.700 puestos de trabajo y la recaudación en términos impositivos, tanto fiscal como de cotizaciones de 142 millones de euros. Un auténtico desastre: «Si no hay confianza en el sistema -dicen- el sistema se convierte en una máquina de paralizar actividad».
Al estado de ansiedad que provoca el desabastecimiento, el encarecimiento de la luz, el gas y un sinfín de productos se suma ahora la advertencia de los promotores inmobiliarios que estudian muy seriamente parar su actividad, porque no pueden más. Las materias primas se han disparado y los costes son inasumibles para el sector en la Provincia de Alicante.
Provia es la misma asociación que hace algunas semanas ofreció viviendas vacías a los refugiados ucranianos a la vez que pedía que no se criminalizara a todos los propietarios rusos porque muchos de ellos estaban en desacuerdo con la invasión de Ucrania. Ahora, han planteado muy seriamente, en su junta directiva, la posibilidad de acordar un cese temporal de la actividad ante lo que califican de «fulgurante» escalada del precio de las materias primas. Consideran que esa subida desproporcionada de los precios de los materiales pone en peligro tanto la viabilidad de los proyectos que tienen en marcha como las nuevas iniciativas residencial en este marco territorial y denuncian abiertamente que los incrementos en precios de ciertas materias primas no están debidamente justificados. Y ello porque, según dicen, han detectado acopios y retenciones especulativas por parte de algunos proveedores.
Ahora, consideran que abrir un paréntesis en su actividad puede frenar la espiral de precios. Y ofrecen un dato esclarecedor: muchos de los visados de obra nueva no se han ejecutado a consecuencia a consecuencia del incremento, que entienden no justificado, de los costes de construcción. Advierten, por ello, que si no existe una vuelta progresiva a la normalidad las nuevas promociones inmobiliarias van encarecer su precio de venta.
La situación es tan grave que empresas con obras en marcha se van a ver obligadas a subir los precios de viviendas que están pendientes de venta y que ese incremento puede, incluso, superar los dos dígitos. Por otra parte, promotoras con obras en marcha han tenido que ralentizar el ritmo a la espera de que exista una vuelta a la normalidad. Finalmente, algunas promociones sufren una paralización temporal que repercute en los compradores, porque supone un retraso en los plazos de entrega de las viviendas.