SANIDAD VALENCIANA

La confesión de una sanitaria valenciana: «Sólo saldremos a protestar cuando gane la derecha»

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  • CAKE MINUESA / IGNACIO MARTÍNEZ
  • VALENCIA

«Cuando gane la derecha, entonces, saldremos a la calle a protestar, ahora no sirve de nada». Este es el demoledor testimonio a OKDIARIO de una trabajadora de la sanidad valenciana, que responde al nombre de Silvi y que evidencia que en medio de un sistema público de Salud en ruinas, sin camas suficientes, con la atención primaria colapsada, los médicos al borde de la huelga y con listas de espera que desesperan a los pacientes, sanitarios con carnet esperan las órdenes de determinados sindicatos afines a los socialistas de Ximo Puig y a la izquierda valenciana para iniciar las algaradas callejeras. Algo que sólo ocurrirá, según este mismo y contundente testimonio de Silvi, cuando la derecha gobierne.

El relato de la sanidad valenciana es el de un edificio en ruinas que reclama la atención de toda España. Hasta el punto, de que hace escasamente 48 horas, un destacado sindicalista manifestaba en confidencia a OKDIARIO: «La Atención Primaria ha estallado ya». El escenario es de tal gravedad, que pacientes desesperados han tomado el camino de la violencia verbal y a veces física en centros de salud, donde algunos sanitarios han decidido pedir baja por ansiedad.

El revelador testimonio de Silvi que hoy traemos a estas páginas es coincidente con el relato del presidente del PP valenciano, Carlos Mazón, que el pasado día 15 de febrero, con motivo de un acto en el Club Siglo XXI en Madrid, reveló que un importante sindicalista de la Comunidad Valenciana le dijo: «Qué ganas tengo de que gane el PP para empezar a manifestarme contra vosotros porque ahora no lo estoy haciendo. En cuanto ganes, al día siguiente, el baile va a empezar». Y coincide además con uno de los casos denunciados también en directo a OKDIARIO: «Es verdad que aquí no sale nadie a protestar».

A día de hoy, sólo dos son, sobre todo, los sindicatos que están denunciando la más que precaria situación de la Sanidad Valenciana. Uno, el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM-CV). El otro, la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), que no han dudado en salir a la calle cuando la situación lo ha requerido.

Pero, ¿cómo entender el silencio de los sindicatos de clase y muy especialmente UGT ante el paulatino desmoronamiento de los cimientos de la Sanidad valenciana mientras los de actividad sí denuncian la situación?

UGT es un sindicato que ha sido generosamente subvencionado por el Gobierno valenciano y la izquierda. En octubre de 2021, OKDIARIO ya publicó que Ximo Puig le había concedido una ayuda de 80.000 euros para el Congreso Confederal de Valencia, a pesar de los reparos de la Abogacía General de la Generalitat Valenciana. Las ayudas totales que percibió UGT para su Congreso ascienden a 255.000 euros, si bien esta cifra procede de sumar el dinero que concedió el Gobierno valenciano, el de la Diputación de Valencia y el del Ayuntamiento de la capital. En las tres instituciones el de Ximo Puig está en el Gobierno.

En cuanto a Comisiones Obreras (CCOO), mantiene una postura tímida, aunque más beligerante que UGT, pero muy lejana a las reivindicaciones que médicos y sanitarios están realizando desde otros sindicatos como los antes mencionados CESM-CV y CSIF, que son los que sí están permitiendo visualizar el caos de la Sanidad valenciana desde dentro. El ángulo que no gusta a Ximo Puig.

 

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