Las niñas de Alcàsser

El asesino de las niñas de Alcàsser sigue vivo: un juzgado de Valencia se niega a dar por muerto a Anglés

El hermano de Antonio Anglés intentó justificar su muerte en el juzgado

Antonio Anglés Alcàsser
Antonio Anglés, asesino de las niñas de Alcàsser, y Miguel Ricart.
Paloma Guardia

El caso de las niñas de Alcàsser es uno de los más escalofriantes y mediáticos de la historia de España. Se trata de un oscuro crimen del que todavía se desconocen muchos datos. Durante la noche del 13 de noviembre de 1992, tres niñas: Desirée Hernández, Míriam García y Antonia Gómez, fueron secuestradas, violadas y torturadas hasta la muerte.

Las tres chicas -dos niñas de 14 años y una de 15- se dirigían desde Alcàsser a una discoteca situada en Picasent (Valencia). Salieron de su casa y no regresaron nunca, su misteriosa desaparición llevó de cabeza al pueblo de Alcàsser durante varios meses, hasta que dos apicultores terminaron por hallar los cuerpos sin vida de las tres adolescentes el 27 de enero de 1993.

Los cadáveres fueron encontrados en el paraje de La Romana, cerca del pantano de Tous. La investigación policial sacó a relucir dos nombres: Miquel Ricart, que declaró haber sido el «chivo expiatorio» del caso, y Antonio Anglés, considerado como autor material de los asesinatos. Hasta el momento, Anglés se daba por muerto, o eso creía la mayoría desde que se perdió misteriosamente su pista en Dublín.

Lo último que se sabía de su paradero es que, después de esquivar una redada Policial y secuestrar un coche a punta de pistola en la localidad conquense de Minglanilla, Anglés no volvió a ser visto hasta que apareció en Lisboa, donde varias teorías apuntan a que se subió como polizón a un barco con destino Dublín.

Allí podría haber fallecido, tal y como quería dejar claro su hermano, Joaquín Mauricio Martins, que llegó incluso a presentar una instancia en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Catarroja, para declarar que Anglés había muerto. Sin embargo, la letrada ha denegado su petición, alegando que el fugitivo se encuentra en «una investigación en activo en otro juzgado respecto de la persona sobre la que se solicita la declaración».

Otro de los motivos expuestos para denegar el fallecimiento de este asesino es que la petición de la familia «no está debidamente justificada debido a que no especifica los motivos de la solicitud», según confirmaron este lunes fuentes el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana al diario ABC. Por este motivo, la investigación sobre el paradero sigue en activo, al menos, hasta que sea considerado inimputable el 14 de diciembre de 2029.

A partir de esa fecha, Antonio Anglés Martins quedará libre de cualquier responsabilidad sobre el crimen de las niñas de Alcàsser, al prescribir la causa. Mientras tanto, la pista de Dublín sigue atrayendo el interés.

El crimen de Alcàsser

En otoño de 1992, tres adolescentes se disponían a salir juntas para visitar una discoteca en un pueblo de Valencia. Las adolescentes perdieron el autobús que las llevaba a la zona y, como no querían faltar a la noche, hicieron autostop, pero nunca regresaron a sus casas, pues fueron violadas, secuestradas y asesinadas de una forma cruel.

Míriam, Toñi y Desirée, las tres niñas de Alcàsser torturadas y asesinadas hace casi 30 años, aún esperan justicia. Su caso sigue abierto en el juzgado de instrucción número 6 de Alzira, al menos hasta 2029.

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