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La NASA no da crédito a lo que acaba de descubrir sobre el cometa 3I/ATLAS: parecía imposible

el cometa 3IATLAS
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El cometa 3I/ATLAS podría convertirse en una de las mayores sorpresas astronómicas de las últimas décadas, ya que ha mostrado señales inequívocas de agua en una región del espacio donde el hielo no debería evaporarse jamás. El hallazgo, realizado por la NASA, desafía los modelos cometarios conocido hasta la fecha, al tiempo que reabre viejas preguntas sobre el origen de la vida y el lugar que ocupa la humanidad en el universo.

«El cometa 3I/ATLAS es el tercer objeto que proviene del exterior de nuestro Sistema solar que se ha descubierto hasta ahora. Los astrónomos han categorizado este objeto como interestelar debido a la forma hiperbólica de su trayectoria orbital. (Su órbita no sigue una trayectoria cerrada alrededor del Sol). Cuando se rastrea la órbita de 3I/ATLAS hasta el pasado, se observa claramente que el cometa viene desde afuera de nuestro sistema solar. El cometa 3I/ATLAS no representa una amenaza para la Tierra y se mantendrá alejado de nuestro planeta. Lo más cerca que se aproximará es alrededor de 1,8 unidades astronómicas (unos 270 millones de kilómetros, o 170 millones de millas», explica la NASA.

Cometa 3I/ATLAS: el descubrimiento del siglo

El cometa 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar identificado tras el asteroide Oumuamua en 2017 y el cometa Borisov en 2019. Su nombre lo refleja: el número «3» indica el orden de descubrimiento, mientras que la «I» proviene de «interstellar», es decir, proveniente de otro sistema estelar.

Lo que lo hace único no es sólo su procedencia, sino su comportamiento. Cuando los astrónomos de la NASA dirigieron el telescopio espacial Neil Gehrels Swift hacia él, hallaron un brillo ultravioleta, la firma espectral del gas hidroxilo (OH). Este compuesto aparece cuando el agua se descompone bajo la luz solar, lo que significa que el cometa está liberando vapor de agua.

El hallazgo resultó aún más asombroso porque se produjo a tres veces la distancia entre la Tierra y el Sol, una región donde ningún cometa del Sistema Solar muestra actividad. «Estamos viendo evaporarse agua donde el agua no debería existir. Cada molécula de agua detectada en un cometa interestelar es como recibir una carta desde otro sistema planetario. Nos dice que los componentes esenciales para la vida podrían estar repartidos por todo el universo», resumió Dennis Bodewits, astrofísico de la Universidad de Auburn y coautor del estudio.

Según sus estimaciones, el cometa estaría perdiendo unos 40 kilos de agua por segundo, algo impensable a esa distancia. La única explicación plausible es que la radiación solar esté calentando diminutos granos de hielo desprendidos del núcleo, que se evaporan antes de acercarse demasiado al Sol.

Un mensaje desde otro sistema estelar

«3I/ATLAS se formó en otro sistema estelar y de alguna manera fue expulsado al espacio interestelar, que es el espacio que está entre las estrellas. Durante millones o incluso miles de millones de años, se ha desplazado hasta que recientemente llegó a nuestro sistema solar. Se ha ido acercando desde la dirección general de la constelación de Sagitario, que es donde se encuentra la región central de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Cuando fue descubierto, 3I/ATLAS estaba a unos 670 millones de kilómetros (410 millones de millas) del Sol, dentro de la órbita de Júpiter», señala la NASA.

Por ahora, el cometa se encuentra oculto tras el Sol, pero los astrónomos esperan volver a observarlo en noviembre y diciembre de 2025, cuando reaparezca y se acerque a su punto más próximo a la Tierra. Según el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, muestra aceleraciones no gravitacionales inexplicables, un fenómeno que también se observó en Oumuamua. La idea de que estos objetos pudieran tener un origen extraterrestre ha sido descartada por la mayoría de la comunidad científica, pero no deja de alimentar el debate sobre la posibilidad de que no estemos solos en el universo.

La advertencia de Stephen Hawking

La expectación generada por el paso de 3I/ATLAS ha reavivado una advertencia que Stephen Hawking lanzó en 2010 en su serie documental «Into the Universe»: «Si los extraterrestres nos visitan alguna vez, el resultado podría ser similar a cuando Colón llegó a América, lo cual no terminó bien para los nativos americanos».

Hawking creía que una civilización capaz de viajar entre estrellas probablemente habría agotado los recursos de su planeta y estaría buscando nuevos mundos para colonizar. Por eso se oponía firmemente a los mensajes interestelares que la humanidad ha enviado al espacio, ya que podrían revelar nuestra ubicación a civilizaciones potencialmente hostiles.

El eco del ‘bosque oscuro’

El hallazho también ha reavivado el debate en torno a la teoría del «bosque oscuro”» una hipótesis cosmológica popularizada por el escritor chino Liu Cixin en su novela «El bosque oscuro» (2008). Según esta teoría, el universo está lleno de civilizaciones inteligentes, pero todas permanecen en silencio por miedo a ser descubiertas. «La galaxia es como un bosque oscuro lleno de cazadores armados que acechan entre los árboles como fantasmas», escribió Liu Cixin.

El 19 de diciembre de 2025, el cometa alcanzará su máxima aproximación a la Tierra, a unas dos unidades astronómicas (el doble de la distancia que separa nuestro planeta del Sol). Será entonces cuando los telescopios más potentes del mundo intenten resolver el enigma: ¿qué es realmente 3I/ATLAS?

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