Investigación encuentra una conexión entre la contaminación del aire y el deterioro cognitivo
La contaminación del aire y el deterioro cognitivo están estrechamente relacionados, aquí te contamos los factores de esta relación.
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En los últimos años, se ha observado una asociación entre la contaminación atmosférica, especialmente la generada por vehículos de combustión, y diversas enfermedades. Recientemente, también se ha explorado su posible vínculo con trastornos mentales como el Alzheimer.
Un equipo multidisciplinar de neurólogos y psicólogos descubrió que la exposición prolongada a la contaminación del aire está vinculada con un bajo rendimiento en pruebas de agudeza mental.
Este fenómeno plantea preocupaciones sobre cómo la contaminación podría afectar a la función cognitiva en general.
Diferentes estudios
Varios estudios científicos han demostrado que la exposición a la contaminación del aire está asociada con un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Por ejemplo, un estudio realizado en la Universidad de Harvard encontró que las personas que viven en áreas con altos niveles de contaminación del aire tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson. Otro estudio llevado a cabo en China encontró que los niños expuestos a altos niveles de contaminación del aire tenían un menor rendimiento académico y mayores problemas de atención.
Sustancias tóxicas en el aire
Pero, ¿cuál es el mecanismo biológico que explica esta relación entre la contaminación del aire y el deterioro cognitivo? Según los científicos, la exposición a sustancias tóxicas presentes en el aire puede provocar inflamación en el cerebro, dañar las células nerviosas y afectar la comunicación entre ellas. Además, la contaminación del aire puede aumentar el estrés oxidativo en el cerebro, lo que a su vez puede favorecer la acumulación de proteínas anómalas asociadas con enfermedades neurodegenerativas.
Otro factor a tener en cuenta es que la contaminación del aire puede afectar la salud cardiovascular, lo que a su vez puede tener un impacto en la función cognitiva. Por ejemplo, la exposición a partículas finas presentes en el aire puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, lo que a su vez puede provocar daños en el cerebro y afectar la función cognitiva.
La contaminación y el deterioro cognitivo
Un reciente estudio ha revelado una preocupante asociación entre la contaminación del aire y los daños en la estructura cerebral, semejantes a los causados por el Alzhéimer. La investigación, liderada por la neurobióloga Diana Younan, se centró en un grupo de 998 mujeres de entre 73 y 87 años, todas libres de demencia.
Estas mujeres fueron sometidas periódicamente a pruebas de aprendizaje y memoria, mientras se les realizaban imágenes de resonancia magnética para detectar signos de atrofia cerebral. Los datos obtenidos se compararon con los niveles de contaminación del aire en sus lugares de residencia.
Los análisis estadísticos mostraron una relación positiva entre los niveles de contaminación y la disminución de las funciones cognitivas. Cada aumento de 2,81 ug/m3 de partículas contaminantes provocó una disminución del 19,3% en estas funciones.
Otros hallazgos
La investigadora principal, Diana Younan, destacó que las PM 2,5 están particularmente relacionadas con el deterioro de la memoria episódica. Se indicó que este deterioro cognitivo podría estar vinculado con la presencia de atrofia de la materia gris en áreas del cerebro susceptibles a la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, podría haber otras causas involucradas.
Los expertos señalaron que la contaminación del aire parece inducir cambios estructurales en el cerebro. Estos son similares a los observados en enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
Estos hallazgos fueron publicados en la revista especializada Brain. Resaltan los riesgos de la contaminación atmosférica que no solo afecta a los pulmones, sino que también puede tener consecuencias perjudiciales para otros órganos cruciales, como el cerebro.
Datos corroborados
Además del estudio mencionado, un equipo de expertos de la Escuela de Salud Pública TH Chan en Boston, Estados Unidos, llevó a cabo una revisión exhaustiva de más de 2.000 estudios publicados en décadas recientes en todo el mundo.
Se centraron en la relación entre la exposición a partículas finas de contaminación atmosférica (PM-2,5) y la demencia. Encontraron 51 investigaciones relevantes al respecto. Los resultados mostraron una relación significativa entre la contaminación del aire y el riesgo de padecer demencia.
Los hallazgos de esta investigación fueron publicados en The British Medical Journal (BMJ), junto con un editorial que destaca la importancia de aplicar estas conclusiones en normativas tanto nacionales como internacionales.
Más evidencia
Otro estudio llevado a cabo por la doctora Anke Huels llegó a conclusiones similares a las de los demás estudios disponibles.
La investigación encontró que adultos mayores que vivían en áreas con altos niveles de contaminación por partículas provenientes del tráfico tenían casi el doble de probabilidades de tener más placas amiloides en el cerebro, en comparación con aquellos que vivían en áreas menos contaminadas.
Así mismo, se examinó el tejido cerebral de 224 personas fallecidas, todas ellas donantes para la investigación sobre demencia, con el objetivo de comprender mejor la relación entre la contaminación del aire y el Alzheimer. Los participantes tenían una edad promedio de 76 años en el momento de su fallecimiento.
Se detectó una conexión significativa entre la exposición a la contaminación atmosférica y la presencia de placas amiloides en el cerebro. Este hallazgo sugiere que la contaminación del aire podría ser un factor ambiental relevante en el desarrollo del Alzheimer, independientemente de la predisposición genética.
Medidas a tomar
Ante esta evidencia, es importante tomar medidas para reducir la exposición a la contaminación del aire y proteger la salud cognitiva. Algunas recomendaciones incluyen utilizar medios de transporte sostenibles, como la bicicleta o el transporte público, reducir el consumo de productos contaminantes, como los aerosoles, y plantar árboles para mejorar la calidad del aire.
Lecturas recomendadas
Temas:
- Contaminación