Genética de la resistencia: descubriendo los secretos del sistema inmunológico español
La genética de la resistencia es un campo de estudio fascinante que ofrece la oportunidad de desentrañar los secretos del sistema inmunológico español.
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Las infecciones han sido una de las principales causas de mortalidad en todas las poblaciones humanas. Estas enfermedades están influenciadas por el genotipo individual, pero no son consideradas genéticas en estricto sentido.
Sin embargo, la investigación actual ha identificado variantes que influyen en la resistencia o susceptibilidad de los individuos a determinadas infecciones. Esto evidencia que la resistencia es un rasgo genético complejo en el que convergen patógenos y factores hereditarios y ambientales.
La diversidad genética en España
España es un cruce de caminos para diferentes culturas y poblaciones, lo que ha llevado a una notable diversidad genética. Durante siglos, la península ibérica ha sido el hogar de numerosos grupos étnicos, desde los íberos y celtas hasta los romanos, visigodos y árabes. Esta mezcla ha creado un mosaico genético que se refleja en la salud y la resistencia de sus habitantes.
La diversidad genética tiene implicaciones directas en el sistema inmunológico. Las variaciones en ciertos genes pueden afectar la forma en que el cuerpo responde a patógenos, desde virus y bacterias hasta parásitos. En este contexto, España destaca por su investigación en genética y salud, lo que ha permitido la identificación de marcadores genéticos asociados con una mayor resistencia a enfermedades.
El sistema inmunológico: un complejo entramado
El sistema inmunológico humano es un sistema complejo que protege al organismo de infecciones y enfermedades. Su funcionamiento implica una serie de anticuerpos, células, tejidos y órganos que trabajan en conjunto para reconocer y eliminar agentes patógenos. En este proceso, intervienen células como los linfocitos T, linfocitos B, macrófagos y células natural killer, entre otras.
Los genes juegan un papel crucial en la producción de estas células y en la regulación de su actividad. Cada persona lleva en su ADN una serie de variantes genéticas que pueden influir en la eficacia de su respuesta inmunitaria. Algunas de estas variantes pueden ofrecer una mayor resistencia a ciertas enfermedades, mientras que otras pueden aumentar la susceptibilidad a infecciones.
Evolución del sistema inmunológico
La evolución humana ha estado profundamente influida por las mutaciones genéticas, la deriva genética, las migraciones y la presión selectiva del entorno. Estos factores también han impactado la evolución del sistema inmunitario.
En África, por ejemplo, la malaria ha sido uno de los principales factores selectivos. La exposición prolongada de las poblaciones subsaharianas a esta patología ha dado lugar a variantes genéticas que proporcionan cierta resistencia a la enfermedad. Entre estas adaptaciones están algunas formas de hemoglobina.
El problema es que estos cambios protegen frente a la malaria, pero también han aumentado la prevalencia de ciertas enfermedades relacionadas con los glóbulos rojos en estas regiones. El sistema inmunitario de estas personas puede responder de manera exagerada ante ciertos estímulos. Esto incrementa la susceptibilidad a síndromes autoinmunes como lupus, asma, esclerosis múltiple y algunos tipos de cáncer.
La resistencia genética
Las mutaciones en el ADN de ciertos individuos pueden ofrecerles una ventaja selectiva frente a patógenos específicos. Esta ventaja suele ser originada por presiones selectivas en áreas donde la enfermedad es endémica.
Además del ejemplo de la malaria, también hay personas con mutaciones en el gen NPC. Esto se asocia con resistencia a infecciones por los virus del Ébola y Marburgo.
Un fenómeno llamativo en el estudio de la infección por VIH es el de los individuos expuestos no infectados (HESN). Estos individuos se ponen en contacto frecuente con factores de riesgo como relaciones sexuales sin protección o transfusiones. Sin embargo, no desarrollan la infección. La resistencia de este grupo se ha asociado con una variante específica en el gen CCR5.
Los lobos de Chernobyl
El desastre nuclear de Chernobyl provocó una explosión en el reactor de la central en Ucrania. Esto generó una fuga de radiación que obligó a la evacuación de la población local. Desde entonces, se demarcó un área de exclusión alrededor del sitio. La zona ha permanecido inhabitable para los humanos, lo cual ha permitido que la vida silvestre recuperara el territorio.
Entre las especies que prosperaron en esta zona están los lobos grises, que se destacan por su impresionante adaptación. Estos ejemplares se desplazan tanto dentro como fuera de la zona de exclusión, incluso cerca de los restos de la central nuclear.
La bióloga evolutiva Cara Love, de la Universidad de Princeton, estudió durante diez años a estos animales y descubrió un sorprendente “superpoder”: su aparente inmunidad al cáncer, a pesar de su exposición constante a altos niveles de radiación. Todo indica que el sistema inmunológico de estos lobos se alteró positivamente para adaptarse.
Sorprendentes hallazgos
En 2014 Love y su equipo tomaron muestras de sangre y le colocaron collares GPS a los lobos. Los hallazgos mostraron que esta especie no solo sobrevive, sino que parece haber desarrollado una resistencia genética ante la exposición radiactiva.
La zona de exclusión de Chernobyl tiene niveles de radiación que alcanzan los 11,28 milirem. Esto es aproximadamente seis veces lo permitido en plantas nucleares. Sorprendentemente, no solo los lobos, sino también animales como osos pardos, bisontes, jabalíes, alces y más de 200 especies de aves han colonizado el área. Incluso hay algunos perros que fueron abandonados tras el desastre.
Este ecosistema resiliente ha despertado un gran interés entre los científicos. Brinda una oportunidad única para entender cómo la naturaleza evoluciona bajo condiciones extremas de radiación. Los hallazgos podrían abrir caminos en la investigación sobre la resistencia al cáncer y el fortalecimiento del sistema inmune, tanto en humanos como en otras especies.
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- Cuerpo humano