Desarrollo de nuevos métodos para la captura de carbono
El desarrollo de nuevos métodos para la captura de carbono es fundamental para abordar el cambio climático. ¿Cómo son estos métodos?
CO2 de la atmósfera
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Las emisiones de dióxido de carbono son uno de los elementos que más contribuyen al calentamiento global. Este último, a su vez, es uno de los factores que influyen con mayor fuerza en el fenómeno del cambio climático. Por eso, la ciencia está empeñada en encontrar métodos para la captura de carbono que contribuyan a resolver este problema.
Científicos, ingenieros y gobiernos están haciendo grandes esfuerzos por desarrollar nuevas tecnologías para capturar y almacenar este gas de efecto invernadero. La captura de carbono es una estrategia para reducir emisiones, pero también una herramienta fundamental para reparar en parte el daño ya causado.
Métodos CCS y DAC
Los principales métodos para la captura de carbono son CCS y DAC (por sus siglas en inglés). El método CCS atrapa el CO₂ en las fuentes industriales antes de que llegue a la atmósfera. Se utiliza desde los años 70 y funciona capturando el gas en fábricas y plantas de energía mediante tecnologías avanzadas para después almacenarlo bajo tierra o en formaciones geológicas.
El método DAC, o de captura directa en el aire, elimina el CO₂ directamente de la atmósfera. Esto se consigue mediante el uso de grandes ventiladores y de procesos químicos que separan el gas del aire. Es más costoso y consume más energía que el CCS, pero resulta fundamental para eliminar el dióxido de carbono que ya está presente en la atmósfera, sin depender de las fuentes específicas de emisión.
Una vez capturado, el CO₂ se puede almacenar de forma permanente o ser reutilizado. El almacenamiento subterráneo es la opción más eficaz para la eliminación definitiva. Europa, por ejemplo, está implementando un gran “cementerio de CO₂” en el mar del Norte, que servirá como modelo para otras regiones del mundo.
Hormigón y carbono
Uno de los avances más recientes en la captura de carbono tiene que ver con el hormigón. Este es el material más utilizado en la construcción. Una serie de investigaciones lideradas por Alessandro Rotta Loria, de la Universidad Northwestern, demostraron que es posible aumentar la capacidad del hormigón para capturar CO₂ hasta un 45% mediante el uso de agua carbonatada en su mezcla.
Este método mejora la captura de carbono y, adicionalmente, refuerza la resistencia del material. Implica combinar CO₂ con agua y pequeñas cantidades de cemento antes de mezclarlo con los ingredientes tradicionales del hormigón.
Esta alternativa puede ser implementada con relativa facilidad en la industria. Lo más importante es que representa una solución práctica y económica para capturar carbono mientras se construyen infraestructuras.
Algunos métodos de captura
Uso de Materiales Avanzados
El desarrollo de nuevos materiales, como los adsorbentes basados en grafeno y otros nanomateriales, está revolucionando la eficiencia en la captura de carbono. Estos materiales tienen una gran superficie y propiedades químicas que permiten una mayor captura de CO2. Las investigaciones actuales buscan escalarlos para su uso industrial y explorar su eficacia en diferentes condiciones ambientales.
Métodos Basados en la Naturaleza
La naturaleza ofrece soluciones inspiradoras para la captura de carbono. Por ejemplo, la reforestación y la restauración de ecosistemas pueden capturar grandes cantidades de CO2. Además, los cultivos de cobertura y la agricultura de conservación pueden aumentar la cantidad de carbono almacenado en el suelo. Estos métodos son sostenibles y tienen el potencial de mejorar la biodiversidad y la salud del suelo.
Minerales y Procesos Geológicos
La mineralización del carbono es un proceso natural en el que el CO2 reacciona con minerales para formar carbonatos estables. La investigación sobre la aceleración de este proceso mediante el uso de residuos industriales y la optimización de condiciones geológicas puede ofrecer una solución a largo plazo para el almacenamiento de carbono.
Preocupaciones y perspectivas
Según un informe publicado en la prestigiosa revista Nature, para alcanzar los objetivos climáticos de cero emisiones netas, es necesario acelerar significativamente el despliegue de tecnologías de captura de carbono.
Se estima que para 2030, se debe evitar la emisión de 1.300 millones de toneladas de CO₂ al año con el método CCS. Esto es 30 veces más de lo que se captura actualmente. En cuanto al DAC, se espera que elimine hasta 60 millones de toneladas anuales en el mismo periodo.
Aunque estas metas son bastante ambiciosas, hay razones para tener optimismo. Actualmente, hay más de 130 proyectos en desarrollo. Así mismo, en 2025 se inaugurará en Estados Unidos la primera planta capaz de captar un millón de toneladas de CO₂ al año. Este tipo de instalaciones marcarán el inicio de una nueva era en la gestión de emisiones.
El desarrollo de estas tecnologías no sería posible sin grandes inversiones y colaboración internacional. Países como Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur y China están liderando el camino en los proyectos a gran escala. Por ejemplo, en la provincia china de Jiangsu, se ha abierto una fábrica que puede capturar medio millón de toneladas de carbono al año.
A lo anterior se suma la iniciativa privada. Empresas como Alphabet, Meta, Microsoft y Shopify también están invirtiendo miles de millones de dólares en proyectos innovadores para la captura de carbono.
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Temas:
- Medio Ambiente