¿Cuál fue el mayor impacto del sistema solar?
El sistema solar ha dejado una huella indeleble en la historia de la Tierra y en la evolución de la vida. ¿Cuál fue el mayor impacto?
Sistema solar, qué es
¿Qué hay entre los planetas del sistema solar?
Origen de los nombres de los planetas del sistema solar
Hace tras décadas ocurrió lo que hasta el momento es considerado el mayor impacto del sistema solar. El cometa Shoemaker-Levy 9 quedó capturado en la órbita del planeta Júpiter y se estrelló contra este, siendo despedazado en múltiples fragmentos debido a la gravedad. En julio de 1994, más de 20 fragmentos de este cometa se sumergieron en la atmosfera de Júpiter en una serie de impactos.
Esta increíble explosión planetaria fue observada por científicos de todo el mundo, incluyendo varios astrónomos españoles que capturaron las imágenes desde Observatorio Astronómico de Calar Alto.
La formación del sistema solar y la Tierra
El sistema solar se formó a partir de la nebulosa solar, una nube de gas y polvo. A medida que esta nebulosa colapsó bajo su propia gravedad, el material se acumuló en el centro, formando el Sol, mientras que el resto se fue agrupando para dar origen a los planetas y otros cuerpos celestes. Este proceso no solo dio lugar a la formación de la Tierra, sino también a las condiciones necesarias para que la vida pudiera surgir.
La ubicación de la Tierra en la “zona habitable” del sistema solar, donde las condiciones son propicias para el agua líquida, es un resultado directo de su relación con el Sol. Esta distancia adecuada ha permitido que nuestra atmósfera se mantenga estable y que la temperatura en la superficie de nuestro planeta sea lo suficientemente adecuada para sustentar la vida.
La influencia solar en el clima terrestre
El Sol es la principal fuente de energía para la Tierra. La radiación solar es esencial para mantener el clima y las condiciones ambientales que permiten la vida. La variabilidad de esta radiación a lo largo del tiempo ha influido en patrones climáticos, ciclos estacionales y eventos climáticos extremos.
Por ejemplo, el ciclo solar de 11 años, que se refiere a las variaciones en la actividad solar, ha tenido efectos medibles en el clima terrestre. Durante periodos de alta actividad solar, como las erupciones solares y las manchas solares, se ha observado un leve aumento en las temperaturas globales. Este fenómeno, aunque pequeño, es un recordatorio del papel que desempeña el Sol en nuestro clima.
Los grandes impactos del cometa Shoemaker-Levy 9 contra Júpiter
Los impactos del cometa Shoemaker-Levy 9 fueron impresionantes. Los fragmentos (de hasta media milla de largo) se precipitaron en la atmósfera de Júpiter durante seis días, viajando a una velocidad de 37 millas por segundo aproximadamente, (60 kilómetros por segundo).
Cuando se estrellaron contra Júpiter, alcanzaron una temperatura de 53.000 grados Fahrenheit (30.000 grados centígrados) y crearon columnas gigantes de material de la atmósfera inferior de Júpiter. Estas columnas se elevaron a 1.900 millas (3.000 kilómetros) sobre las nubes, hasta la estratosfera. Esto provocó que las salpicaduras por los impactos dejarán una cicatriz en la atmósfera con nubes oscuras de escombros que pudieron observarse durante varios meses.
El mayor impacto del sistema solar (observado)
El mayor impacto del cometa fue provocado por el fragmento «G» que, según las observaciones, estalló con la energía de 600 veces el arsenal nuclear mundial, es decir, alrededor de 6 millones de megatoneladas de TNT. Esto representa el mayor impacto ocurrido en el sistema solar observado por los humanos.
Para poder ser testigos del mayor impacto del sistema solar, los astrónomos Carolyn y Gene Shoemaker y David Levy se prepararon durante un año, desde que descubrieron el cometa Shoemaker-Levy 9. Los impactos fueron observados desde telescopios terrestres de todo el mundo y naves espaciales como el Telescopio Espacial Hubble, de la NASA, e incluso el orbitador Galileo en ruta a Júpiter.
Los descubrimientos sobre Júpiter tras el impacto
Las nubes oscuras de escombros que se produjeron tras el impacto permitieron estudiar los vientos en la estratosfera de Júpiter. De hecho, al seguir su movimiento, los científicos pudieron medir esos vientos de gran altitud. Los cambios temporales en la aurora de Júpiter desvelaron a los astrónomos que la magnetosfera de Júpiter estaba influenciada por partículas de los impactos.
Como resultado de los impactos, la atmosfera de Júpiter adquirió diversos compuestos químicos, algunos fueron depositados por los fragmentos, otros fueron generados por los procesos del impacto y otros fueron desenterrados de la atmósfera inferior.
Durante las semanas y meses posteriores a los impactos, varias moléculas como el amoníaco fueron destruidas por el Sol, mientras que el cianuro de hidrógeno y el agua todavía permanecen en la actualidad. Todo esto les ha dado a los científicos grandes pistas sobre cómo funciona la química en la atmósfera de Júpiter.
Las explosiones provocadas por fragmentos del cometa Shoemaker-Levy 9 demostraron a la comunidad científica que en el sistema solar todavía ocurren grandes impactos. Estos han servido significativamente al desarrollo de los programas de la NASA que tienen como propósito estudiar el riesgo de impacto de otros objetos contra la Tierra.
Este increíble descubrimiento ha marcado un antes y un después en la ciencia relacionada con el estudio de los cometas, del planeta Júpiter y de los impactos entre asteroides, cometas, lunas y planetas.
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