Confirmado por la ciencia: la Tierra girará más rápido los próximos meses, y habrá días con menos de 24 horas
Hallan una partícula más veloz que la luz que podría viajar en el tiempo
Descubren algo en las montañas de Marte: los expertos no se pueden creer lo que han encontrado
La NASA detecta un clima en Plutón distinto a todo lo visto hasta ahora
El hallazgo que cambia la historia: el aterrador motivo por el que los primeros humanos que desaparecieron de África
El motivo por el que los pulpos de España están huyendo a las costas británicas

Recientes investigaciones, publicadas en medios científicos reconocidos, han demostrado que la Tierra acelerará su rotación en los próximos meses, acortando la duración de algunos días.
Este fenómeno, aunque es casi imperceptible, pone en evidencia la complejidad dinámica de nuestro planeta y los factores que influyen en su movimiento.
La aceleración de la rotación de la Tierra y sus efectos en la duración del día
Durante los meses venideros, la Tierra experimentará un giro más rápido de lo habitual, provocando días ligeramente más cortos tal y como informa Live Science.
Científicos especializados han identificado fechas específicas en las que esta reducción en la duración será más notable: el 9 y el 22 de julio, así como el 5 de agosto. En estas jornadas, la duración del día podría reducirse entre 1,3 y 1,51 milisegundos respecto al estándar de 24 horas.
Este cambio, aunque pequeño, es significativo a nivel científico, pues revela cómo variables naturales y cósmicas pueden influir en la rotación terrestre. El fenómeno se entiende mejor si se imagina a la Tierra como una peonza: ciertos movimientos o fuerzas pueden hacer que gire más rápido o más lento, afectando la longitud del día.
Factores clave que influyen en la velocidad de rotación de la Tierra
Históricamente, la rotación de la Tierra no ha sido constante. En la era de los dinosaurios, por ejemplo, los días tenían aproximadamente 23 horas, y hace miles de millones de años, apenas 19 horas.
Esto se debe en gran medida a la influencia gravitacional de la Luna, que ha ido modulando la velocidad de giro al alejarse lentamente del planeta.
Actualmente, la posición lunar es fundamental para explicar la aceleración pronosticada. En los días mencionados de julio y agosto, la Luna estará en su punto más alejado del ecuador terrestre, lo que reduce la atracción gravitatoria sobre el eje de la Tierra, permitiendo que el planeta gire más rápido.
Otros elementos que afectan esta velocidad son el campo magnético terrestre, la distribución de masas dentro del planeta, e incluso las fuerzas que ejerce el Sol.
Por ejemplo, en 2020 se registró una aceleración similar, y el día más corto de la historia reciente ocurrió el 5 de julio de 2024, con una reducción de 1,66 milisegundos.
Influencia humana y otros fenómenos naturales en la duración del día
Aunque la Luna y otros cuerpos celestes son los protagonistas, la actividad humana y procesos naturales también tienen un impacto. Investigadores de la NASA han calculado que el derretimiento de hielo polar y el movimiento de aguas subterráneas, efectos vinculados al cambio climático, han alargado la duración del día en 1,33 milisegundos por siglo entre 2000 y 2018.
Eventos sísmicos importantes también pueden modificar el giro terrestre. Por otra parte, las estaciones del año provocan cambios en la masa superficial del planeta, como el crecimiento de la vegetación en verano, que puede desplazar peso lejos del eje, ralentizando la rotación.
A pesar de que la duración del día cambiará, estos ajustes son demasiado pequeños para que se perciban en la rutina diaria. No obstante, la acumulación de estas fluctuaciones sí tiene relevancia para la ciencia y la tecnología.
Para mantener la sincronización entre el tiempo atómico y la rotación terrestre, el Servicio Internacional de Sistemas de Referencia y Rotación de la Tierra (IERS) monitorea constantemente estos cambios y ajusta el tiempo oficial añadiendo segundos intercalares cuando es necesario.