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Los científicos no dan crédito: la NASA detecta un clima en Plutón distinto a todo lo visto hasta ahora

Plutón, espacio, descubrimientos
La neblina azul de Plutón. Imagen: NASA/JHUAPL/SwRI.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Cuando se trata del espacio, los descubrimientos nunca tienen final. Agujeros negros, estrellas, o planetas. La cantidad de fenómenos que se esconden más allá de la atmósfera terrestre es inmensa, y en este caso se trata de uno muy curioso: los expertos han descubierto un nuevo clima en Plutón que no se parece a nada conocido antes.

Lo que han detectado los científicos gracias al telescopio espacial James Webb podría dar un giro a lo que entendemos por «clima» fuera de la Tierra. El responsable es una bruma azulada que cubre el planeta enano y actúa como un regulador térmico a una escala que nadie había previsto.

Descubren un clima único en Plutón, distinto a todo lo conocido en el sistema solar

La investigación fue publicada el pasado 2 de junio en la revista científica Nature Astronomy. El equipo liderado por el astrofísico Tanguy Bertrand ha demostrado que la atmósfera de Plutón, ligera pero cargada de partículas orgánicas complejas (formadas a partir de metano y nitrógeno bajo el sol distante) no es un simple velo. Es, de hecho, la pieza clave que controla cómo se calienta y enfría este planeta.

Lo curioso es que ese tipo de comportamiento atmosférico podría repetirse en otros rincones del sistema solar donde también hay neblinas flotando: como Tritón, la luna de Neptuno, o Titán, la de Saturno. Incluso se ha llegado a plantear que la Tierra, antes de tener oxígeno en su cielo, pudo haber estado cubierta por una capa parecida.

¿Cómo hallaron el sistema de enfriamiento natural de Plutón?

El descubrimiento no ha sido precisamente sencillo. Los científicos señalan que uno de los mayores obstáculos fue lograr separar la señal térmica de Plutón de la de su luna Charon, que gira tan pegada a él que, hasta hace poco, sus emisiones llegaban revueltas a los telescopios. Pero, afortunadamente, eso cambió con la llegada del James Webb. Gracias a su sensibilidad en el infrarrojo, fue posible desenredar las señales y saber qué venía de dónde.

Con esa ventaja, los investigadores analizaron cuatro longitudes de onda distintas entre los 15 y los 25,5 micrómetros. Al hacerlo vieron que Plutón brillaba más en el infrarrojo medio de lo que se esperaba para un planeta tan helado. Y eso apuntaba a que el calor extra no venía del suelo, sino de la atmósfera, concretamente de esa bruma que la envuelve.

Los datos coincidían con simulaciones previas que ya apuntaban a que la neblina jugaba un papel clave en el equilibrio térmico del planeta. Así fue como confirmaron la hipótesis de que la bruma absorbe luz solar durante el día y la irradia por la noche, ayudando a enfriar.

Además, los modelos climáticos usados por el equipo sugieren que la influencia de la bruma podría variar según la geometría solar, es decir, dependiendo de la inclinación del planeta respecto al Sol. Esto implica que el clima de Plutón no sólo cambia con el paso de los años, sino que podría experimentar ciclos más complejos, marcados por variaciones en la intensidad de su propia neblina.

El estudio también plantea nuevas preguntas, pues, si esa neblina tiene tanto peso en el clima de Plutón, es muy posible que haya dejado huella en su historia geológica.

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