¿Hay un planeta gemelo de la Tierra?
Los descubrimientos actuales nos acercan cada vez más a responder una de las preguntas más importantes de la humanidad: ¿Estamos solos en el universo?
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Desde que comenzaron a descubrirse exoplanetas (planetas que se encuentran fuera de nuestro sistema solar), ha existido un natural interés y esfuerzo por encontrar uno que reúna condiciones similares a las de la Tierra, porque de este modo podríamos estar ante otro lugar con vida.
Y es que, aunque cada vez hay más consenso en que los factores y condiciones para que haya vida parecen ser abundantes en el Universo, todavía no hemos encontrado evidencia de su existencia fuera de nuestra atmósfera, aunque se acaba de dar un paso en esa dirección, gracias al descubrimiento de un planeta que podría considerarse como un “gemelo” de la Tierra.
Para que un planeta sea considerado «gemelo» de la Tierra, debe cumplir con varios criterios importantes. Debe tener un tamaño y masa similares, estar hecho de materiales rocosos (no gaseosos), tener una atmósfera estable, agua en estado líquido y estar ubicado en la llamada “zona habitable” de su estrella, es decir, a una distancia que permita que la temperatura sea adecuada para la vida tal como la conocemos.
Un “gemelo a 3000 años de distancia
Se trata de un equipo multidisciplinario de investigadores y astrónomos del Instituto Max Planck de Gotinga, Alemania, del observatorio de Sonnenberg, de la Universidad de Gotinga, de la Universidad de California en Santa Cruz y de la NASA.
Estos investigadores han identificado un planeta que se encuentra orbitando alrededor de la estrella Kepler 160, a 3.000 años luz, que podría tener características muy parecidas a las de nuestro planeta.
Kepler 160 es una estrella que emite luz visible, como nuestro Sol, y a su alrededor ya se habían descubierto unos 3 planetas en una primera evaluación de los datos aportados por los telescopios espaciales Kepler, CoRot y Tess.
En una nueva y exhaustiva revisión de los datos aportados por estos telescopios, donde también se han aplicado nuevas metodologías, se ha descubierto un planeta rocoso, KOI-456.04, con 1,9 radios terrestres (casi el doble de la Tierra), que se encuentra en la “zona habitable” de la estrella, y tiene un período orbital de 378 días.
Son apenas 13 días más que los de la Tierra, a una distancia en la que, de haber agua, puede mantenerse en estado líquido, y donde es posible que exista una atmósfera como la nuestra. A eso se refieren cuando hablan de la “zona habitable” alrededor de una estrella.
Rene Heller, primer firmante del artículo donde se informa de este descubrimiento, que todavía se debe confirmar, comenta:
“KOI-456.04 es relativamente grande en comparación con muchos otros planetas que se consideran potencialmente habitables. Pero es la combinación de ese tamaño de menos del doble de la Tierra y su estrella anfitriona similar al Sol lo que lo hace tan especial y familiar”.
Los planetas rocosos y las enanas rojas
Se han descubierto un poco más de 4.000 exoplanetas en los últimos 30 años, pero un alto porcentaje de ellos son gaseosos y de dimensiones similares a las de Neptuno.
Existe un número menor de planetas rocosos con dimensiones parecidas a las de la Tierra, pero la mayoría de ellos orbitan alrededor de enanas rojas.
Las enanas rojas no emiten una luz similar a la de nuestra estrella, sino radiación ultravioleta, y aunque tienen una vida más larga que las enanas blancas, categoría en la que se encuentra nuestro Sol, son también más inestables, y a veces lanzan llamaradas que pueden arrasar con la superficie de los planetas cercanos.
A esto hay que agregar que para que haya suficiente calor en estos planetas, tendrían que estar muy cerca de la enana roja, con lo que su superficie se vería sometida a deformaciones causadas por la gravedad, lo que también podría generar una gran actividad volcánica, incompatible con la vida.
La existencia de KOI-456.04 todavía está por confirmarse, pero en caso de estar allí, donde creen que está, recibiría un 93% de la luz que recibe la Tierra, que sumado a una atmósfera ligera, podría propiciar temperaturas promedio de 5 grados Celsius, apenas 10 grados por debajo de la temperatura promedio de nuestro planeta.
Conclusiones
A pesar de estos hallazgos prometedores, aún no se ha encontrado un planeta que cumpla exactamente con todas las condiciones para ser considerado un verdadero «gemelo» de la Tierra. Muchos de los planetas detectados son «supertierras», es decir, planetas rocosos más grandes que la Tierra, o «mini-Neptunos», más pequeños que los gigantes gaseosos pero con atmósferas densas y posiblemente inadecuadas para la vida.
La búsqueda continúa, y con la puesta en marcha de telescopios más potentes como el James Webb Space Telescope, los científicos esperan analizar la atmósfera de estos planetas con más detalle. Si se detectan elementos como oxígeno, metano o vapor de agua, serían señales prometedoras de condiciones habitables o incluso de vida.
En resumen, aunque aún no hemos encontrado un planeta exactamente igual a la Tierra, los descubrimientos actuales nos acercan cada vez más a responder una de las preguntas más importantes de la humanidad: ¿Estamos solos en el universo? Encontrar un planeta gemelo sería un paso clave en esa búsqueda.
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