Cuidados del bebé

Trastornos del sueño en recién nacidos: causas, remedios y consejos útiles para los padres

Los patrones de sueño del bebé y como lograr que los mantenga estables

Consejos para evitar los despertares del bebé en mitad de la noche

Sueño infantil: consejos para un descanso mejor

trastornos del sueño recién nacido
Recién nacido despierto y madre desesperada.
Blanca Espada

El sueño y descanso del bebé es una de las mayores preocupaciones de los padres primerizos. Aunque la llegada de un recién nacido está llena de alegría, las noches en vela, las siestas cortas y los constantes despertares pueden convertirse rápidamente en un desafío agotador. Resulta entonces del todo natural preguntarse si tu bebé está durmiendo lo suficiente o si sus patrones de sueño son normales. En muchos casos, los problemas de sueño en los bebés pueden deberse a una variedad de factores que van desde el hambre, la incomodidad, hasta ciertas condiciones de salud. Conocer las causas de los trastornos del sueño en los recién nacidos y cómo gestionarlos puede aliviar muchas de estas preocupaciones y hacer que la crianza sea un poco más llevadera.

Los recién nacidos tienen ciclos de sueño notablemente diferentes a los de los adultos, lo que a menudo puede llevar a la confusión. Un recién nacido puede dormir entre 14 y 17 horas al día, pero estas horas suelen estar repartidas en fragmentos cortos, lo que provoca que tanto los bebés como los padres se despierten varias veces durante la noche. Además, los patrones de sueño de los recién nacidos tienden a ser irregulares, lo que es completamente normal durante los primeros meses de vida. Sin embargo, cuando estas irregularidades parecen prolongarse más allá del tercer o cuarto mes, o si el bebé parece tener dificultades extremas para conciliar el sueño, es posible que se esté enfrentando a un trastorno del sueño. Por otro lado, recordemos sobre todo que a pesar de que los trastornos del sueño en los bebés son comunes, no siempre son indicativos de problemas graves de salud. En muchos casos, son simplemente una parte del desarrollo natural del bebé. Dicho esto, es crucial que los padres se mantengan informados y que aprendan a diferenciar entre lo que es un comportamiento de sueño típico y lo que podría requerir atención médica o ajustes en las rutinas.

Trastornos del sueño en recién nacidos

A continuación, exploraremos las causas más comunes de los trastornos del sueño en recién nacidos, algunos remedios útiles y consejos para ayudar tanto a los bebés como a los padres a descansar mejor.

Una de las principales causas de los trastornos del sueño en los recién nacidos es la inmadurez de su sistema nervioso. Al nacer, el cerebro y el sistema nervioso del bebé todavía están en desarrollo, lo que influye en su capacidad para regular los ciclos de sueño y vigilia. Los recién nacidos pasan gran parte de su tiempo en las fases más ligeras del sueño, conocidas como sueño REM, lo que significa que es más probable que se despierten con facilidad ante ruidos, hambre o cambios en su entorno.

El hambre también juega un papel importante en los despertares frecuentes. Dado que el estómago de un recién nacido es muy pequeño, necesita alimentarse con mayor frecuencia que un adulto, lo que interrumpe su sueño. Además, el malestar físico, como los cólicos o el reflujo gastroesofágico, puede dificultar que el bebé se sienta cómodo y tranquilo para dormir.

Otra causa común es la falta de una rutina consistente. A menudo, los bebés no tienen horarios regulares de sueño durante los primeros meses, lo que puede llevar a que se confundan entre el día y la noche. Esto puede hacer que estén más activos y despiertos durante la noche y más somnolientos durante el día, lo que afecta su capacidad para establecer un ciclo de sueño saludable.

Remedios para mejorar el sueño del bebé

Afortunadamente, hay varias estrategias que los padres pueden implementar para mejorar la calidad del sueño de su bebé. En primer lugar, es útil establecer una rutina de sueño consistente. Esto incluye crear un ambiente tranquilo y relajante antes de la hora de dormir, como darle un baño tibio, leerle un cuento o cantarle una canción suave. El objetivo es que el bebé asocie estas actividades con el momento de dormir, lo que puede ayudar a calmarlo y prepararlo para un descanso más prolongado.

El uso de una luz tenue y mantener el ambiente lo más silencioso posible también puede marcar la diferencia. Los bebés son sensibles a los estímulos, por lo que reducir el ruido y la luz durante las horas nocturnas puede ayudar a que se mantengan dormidos por más tiempo. Además, muchos padres encuentran útil envolver a su bebé en una manta suave, un método conocido como «swaddling», que les brinda una sensación de seguridad y les ayuda a dormir mejor.

Finalmente, es esencial asegurarse de que el bebé esté bien alimentado antes de acostarse. Una alimentación adecuada y en el momento oportuno puede reducir los despertares nocturnos. Si el bebé se despierta por hambre, tratar de ofrecerle una alimentación antes de que esté completamente despierto puede ayudar a que vuelva a dormirse más rápido.

Consejos útiles para los padres

Uno de los consejos más importantes para los padres es ser pacientes y flexibles. El sueño del bebé cambiará con el tiempo, y lo que funciona en una etapa puede no funcionar en otra. Estar atentos a las señales de sueño del bebé y ajustar las rutinas según sea necesario es clave para mejorar la calidad del sueño de toda la familia.

Es crucial que los padres también cuiden de su propio descanso. Aceptar la ayuda de familiares o amigos para turnarse durante las noches o aprovechar los momentos en que el bebé duerme para descansar puede marcar una gran diferencia en el bienestar de los cuidadores. Además, hablar con otros padres o un pediatra puede brindar orientación y apoyo emocional cuando las noches parecen interminables.

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