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Los juegos de tu infancia con los que deberías jugar con tus hijos

Vínculo y apego
Vínculo y apego
Blanca Espada

Si tienes hijos pequeños, posiblemente no querrás que estén todo el día frente a la pantalla del ordenador o del móvil, de modo que puede ser buena idea proponerles salir a jugar al parque o a la terraza, diferentes juegos que seguro que conocerás bien porque son los que tu jugabas de pequeños. Repasemos ahora, los juegos de tu infancia con los que deberías jugar con tus hijos.

Los juegos de tu infancia 

Las consolas, las tablets o las series de dibujos animados se han convertido, sin lugar a dudas, en los métodos de entretenimiento preferido por los niños de hoy en día. Sin embargo, es importante que se les enseñe desde temprana edad que no sólo la tecnología les puede divertir, sino que existen muchas otras alternativas para pasarlo en grande.

Precisamente ahí es donde los padres deben tener un papel importante, ofreciéndoles alternativas tales como ir al teatro o salir a dar un paseo al parque. Pero los adultos también pueden optar por sorprenderles de otra manera, sintiéndose nuevamente niños y disfrutando con los pequeños de juegos tradicionales. De esta manera, mayores y menores pasarán un rato divertidísimo e inolvidable.

¿Tienes hijos pequeños y sientes curiosidad por conocer qué juegos de tu infancia le encantarán? Sigue leyendo y los descubrirás:

La comba

¿Quién no ha jugado a la comba cuando era pequeño? Se trata de uno de los juegos más entretenidos y divertidos que existen, a la par que saludable. En concreto, trae consigo beneficios importantes para el bienestar de la persona que lo disfruta, tales como los siguientes:

  • Ayuda a mejorar la coordinación de piernas y brazos.
  • Saltar a la comba contribuye a que se refuerce el sistema cardiovascular.
  • Sirve para quemar calorías de manera contundente, de ahí que sea una estupenda herramienta para hacerle frente a la obesidad.
  • Fortalece tanto los huesos como los músculos.
  • Da la posibilidad de mejorar tanto en equilibrio como en velocidad.

El balón prisionero o mate

Con cualquiera de esos dos nombres se conoce a otro de los juegos más tradicionales que niños de distintas generaciones han disfrutado en compañía de sus amigos. Para poder llevarlo a la práctica sólo se necesitan dos grupos de personas y un balón.

A partir de ahí sólo quedará que los integrantes de un mismo grupo se coloquen en dos filas paralelas, frente a frente, y en medio de ambas los miembros del segundo conjunto. El objetivo de los primeros consiste en dar con el balón en el cuerpo de sus rivales, para conseguir eliminarlos. Los segundos, por su parte, deben esquivar la pelota y si logran cogerla en brazos sin que bote sumarán una vida.

Muy divertido resulta este juego que os permitirá disfrutar en familia de una tarde muy entretenida, hará que los pequeños hagan ejercicio sin darse cuenta, mejorarán su coordinación e incluso también aprenderán qué significa trabajar en equipo.

La rayuela

Por supuesto, en este listado de juegos tradicionales con los que volver a la infancia junto a los hijos no podía faltar este otro. Es muy sencillo y sólo se requiere una piedra y unas tizas para pintar. Con estas se dibuja en el suelo un total de diez cuadros, que integrarán en su interior un número que irá del 1 al 10.

Se tirará la piedra dentro de ese diagrama y a la pata coja se debe ir recorriendo el mismo, al tiempo que con el pie se va pasando la piedra de cuadro en cuadro hasta llegar al que tenga el número 10. Sin lugar a dudas, este actividad para entretener a los más pequeños es estupenda para mejorar lo que es la coordinación, el equilibrio e incluso para que puedan aprender los números de una manera muy divertida.

El juego del pañuelo

Una tarde en casa o una reunión familiar es una buena alternativa para poder entretener a los niños mediante este juego, que se convierte en una herramienta estupenda para hacer ejercicio a la vez que para conseguir rapidez y agilidad mental a la hora de reconocer los números.

¿Cómo se juega? Se elige a un “juez” y el resto de jugadores se dividen en dos grupos. Cada uno de estos se coloca a la misma distancia de la figura neutral y sus integrantes deberán asignarse un número cada uno. De esta manera, cuando el juez alargue su brazo llevando un pañuelo en la mano al tiempo que dice un número en voz alta, las dos personas a las que les corresponda esa cifra deberán correr para poder apropiarse primero del citado pañuelo.

En concreto, no sólo deberán cogerlo antes que su rival sino que el objetivo será llegar a su grupo sin ser detenido por ese o bien atrapar al contrario antes de que llegue a su equipo.

Un, dos, tres…escondite inglés

La coordinación del cuerpo y la capacidad de actuar rápidamente son los objetivos que se consiguen con este otro juego tradicional que os convertirá en mimos por un rato.

Para jugar a este juego, una persona se colocará con los ojos cerrados de cara a la pared, mientras el resto de jugadores estarán a la misma distancia de esa en lo que su espalda. El tiempo que la primera tarde en decir “un, dos, tres…al escondite inglés” es el que tienen para acercarse lo más posible a esa, que está establecida como meta. Eso sí, cuando termine de decir la frase se dará la vuelta y los demás deberán quedarse absolutamente quietos, si no quiere ser enviados más atrás aún. ¿El objetivo? Tocar la meta el primero.

Carrera de sacos

Levante la mano si no lo has hecho, al menos una vez. Necesitamos tantos sacos de yute como jugadores haya, una línea de salida y una línea de meta. Muy divertido, incluso con fundas de almohada, para simplificar. Un juego perfecto si deseas que tu hijo o hija haga ejercicio.

Teléfono escacharrado

Los jugadores se deben colocar sentados en el suelo formando un círculo. El jugador que empieza debe comenzar susurrando una frase al oído de quien tiene a la derecha. Cada jugador repite la acción hasta que lleguemos al último niño. Si el primero y el último dicen la misma palabra o frase en voz alta, el último niño se coloca en la posición del primero, si no es así, deberá mantener su lugar.

Gallinita ciega

Un jugador con los ojos vendados debe poder atrapar a sus compañeros de equipo que se lanzan desde todos lados tratando de no ser atrapados. Es uno de los juegos tradicionales más divertidos porque limita uno de los sentidos de los participantes y esto llena de emoción a los más pequeños que entienden el potencial aventurero del juego.

Es bueno jugar este juego al aire libre aunque debemos ir con cuidado que los niños no encuentren obstáculos que les hagan caer cuando les toque ser gallinita ciega. De lo contrario, puedes jugar bien incluso en entornos cerrados pero despejados. Es uno de los juegos tradicionales que más suelen gustar a los más pequeños de la casa.

Policías y ladrones

Para los niños, correr es algo que les encanta, de modo que el juego de policías y ladrones es perfecto. Es una variante del famoso «pilla, pilla» para el que se necesita un equipo de policías y otro de ladrones. Los primeros deben atrapar a los segundos. En el caso de que lleguen al campo que se considera «casa» están salvados, si son atrapados, serán llevados al punto considerado «cárcel». Pero un ladrón puede liberar a los prisioneros, de modo que siempre tendrá que haber un policía vigilando en la cárcel.

Gomas elásticas

Este es también un juego que ayuda mucho a desarrollar la coordinación de movimientos y la concentración necesaria para realizar la compleja serie de movimientos. Es importante proponer este juego a los niños que son capaces de mantenerse en equilibrio y que ya están acostumbrados al ejercicio físico.  Para jugar, se necesita una banda elástica muy larga. Dos niños deben pasar la banda por las piernas y colocarse uno enfrente del otro, tensando todo lo que puedan la banda y poniéndola a la altura para que los demás puedan saltar en medio y por los lados. 

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