¿Cómo visitar a un recién nacido y no ser plasta?
Unos amigos o familiares cercanos acaban de tener un bebé y deseas mostrarles tu alegría y felicitarles personalmente. Por eso, tienes pensado visitarles cuando ya estén en casa. Ante eso, sólo podemos decir que haces muy bien, porque ir al hospital es aumentar el jaleo que se forma en la habitación nada más que con la presencia de padres, abuelos y tíos.
Está claro que la primera decisión la has tomado correctamente. Pero ahora queda que hagas lo propio con otras. Es decir, que actúes de tal manera que la visita que lleves a cabo en su vivienda sea perfecta, lo que evitará que te puedes llegar a convertir en un plasta.
Para ayudarte a alcanzar ese propósito, te damos a continuación una serie de recomendaciones que te serán de gran ayuda al respecto:
1-Nada de visitas sorpresas. Llama primero por teléfono
Los primeros días de la nueva familia en casa, sobre todo si el recién nacido es el primer hijo, son un auténtico caos para los padres. Y es que tienen que aprender a adaptarse a su nueva vida, tienen que empezar a desenvolverse en aspectos tales como las tomas o el cambio de pañales…Motivos más que suficientes para dejar que pase, al menos, una semana antes de hacerles la visita. Y cuando vayas a hacerlo, primero llámales por teléfono.
Es importante que te pongas en contacto con los recién estrenados papás y les consultes qué día les viene mejor que vayas a verles. De esta manera, estarás contribuyendo a que mantengan el control absoluto de las visitas, que les ayudará a no agobiarse y a llevar mejor su adaptación al nuevo rol que tienen.
Ni que decir tiene que si te encuentras enfermo debes llamarles para decirles que no puedes ir, ya que podrías contagiar al bebé.
2-Ve a la hora adecuada
Si importante es acordar el día concreto de visita, también es fundamental elegir correctamente la hora a la que vas a ir a verlos. Exactamente debes evitar tanto ir justo a la hora de la comida del mediodía como durante la tarde-noche. ¿Por qué? Porque esos dos momentos son instantes para que la familia esté tranquila, pueda alimentarse y descansar a gusto. Es decir, son periodos en los que deben acometer una serie de rutinas para que tanto los adultos como el niño puedan llevar mejor su nueva vida. Así, que nada de molestarles a esas horas, si lo haces que te quede claro que ¡serás un plasta y estarán deseando que te marches por la puerta!
3-Lleva un regalo
Posiblemente los nuevos papás te dirán que no tienes que llevar nada, pero ¿a quién no le gusta que le hagan un detalle? Por ese motivo, no acudas a hacerles una visita sin comprar antes un regalo, bien para los padres o bien para el bebé.
No se trata de que tengas que hacer un gran desembolso económico si tu economía no te lo permite, se trata de hacerles un pequeño obsequio como felicitación por el momento tan dulce que están viviendo. En el mercado tienes muchas posibilidades para comprar, cuentas con una gran variedad de tiendas online, como Disfruting Shop, donde podrás adquirir todo tipo de presentes, desde baratos como un porta-chupetes hasta útiles como una tarta de pañales.
4-No insistas en coger al bebé
Otra de las máximas que debes tener en cuenta para que los padres no estén rogando a Dios que te vayas de su casa es que no insistas en coger al bebé. Si este se encuentra tranquilo, descansando en su cunita, no le molestes. Ya tendrás tiempo cuando sea más mayor de tenerlo en brazos.
Además, ten presente que en esos momentos los papás, especialmente los primerizos, son bastante reacios a que cualquier persona toque a su recién nacido, porque temen que lo cojan mal o que le contagien algo. Por eso, si el padre o la madre no te dice que acunes al niño, no lo hagas.
De la misma manera, no te empeñes tampoco en tocarle, si se encuentra durmiendo porque se puede despertar con facilidad y si lo haces ten presente que las miradas asesinas de sus padres se clavaran en ti. Bastante les ha llevado conseguir que se duerma, para que tú con un simple gesto le hagas llorar nuevamente. En ese caso, sal “corriendo” de casa si no quieres ser asesinado, metafóricamente hablando por supuesto.
5-Controla el tiempo de la visita
La regla de oro para ser una visita perfecta consiste en no convertirse en pesada y a eso contribuye que no estés más tiempo de la cuenta. Ten presente la máxima de “lo poco gusta y lo mucho cansa”. Por eso, mira el reloj y estate el tiempo justo para que puedas intercambiar con los padres impresiones acerca de sus primeros días, de cómo están llevando la nueva vida, de cómo se porta el bebé e incluso de ofrecerte a echarles una mano si lo necesitan.