Lectura

Cómo ayudar a tu hijo a leer con fluidez

leer con fluidez
Descubre cómo puedes ayudar a tu hijo a que sea un lector fluido
Blanca Espada

Si tu hijo tiene entre 6 y 8 años, es probable que ya puedas ayudarlo a que lea con fluidez dejando de lado lo que seguro le interesa mucho más: la pantalla del móvil. A esas edades, es más que probable que tu hijo lea sin problemas la mayor parte del tiempo , comprenda cómo las palabras y las imágenes se unen para contar una historia y comprenda el significado de palabras desconocidas. Pero también, que en ocasiones no vea motivación alguna en ponerse a leer. Veamos a continuación, algunos consejos para ayudar a tu hijo a leer con fluidez.

Cómo ayudar a tu hijo a leer con fluidez

Veamos algunas pautas simples que puedes aplicar para para ayudar a tu hijo a que se mantenga leyendo y aumente así su fluidez, mientras formentas además el amor por leer libros.

Anima a tu hijo a elegir sus libros

La lectura es una experiencia personal que se transforma de hábito a pasión. No te preocupes si a tu hijo no le interesan los libros que tú crees que le van a gustar o los libros que «deberían leerse». Disfruta de su gusto por los libros en barcos, aviones o camiones y podrás ayudarle a que quiera leer con fluidez.

Las novelas gráficas y los cómics también están bien. Compartir el amor por la lectura y ayudar a tu hijo a leer no significa seguir un guión establecido . Su responsabilidad es inculcar el amor por la lectura y dejar el control sobre los libros de tu hijo puede ayudar con este proceso.

Una forma adecuada es ir a la biblioteca tan a menudo como podáis o tan a menudo como tu hijo quiera ir.

Haz que tu hijo explore los estantes y conozca a la bibliotecaria para que pueda ayudarlo a elegir libros interesantes que se relacionen con los intereses de tu hijo.

Da ejemplo

Tu hijo quiere ser como tú, así que debes leer a su alrededor siempre que puedas. No esperes a la hora de dormir para sumergirte en tu novela. Cuando leas tu correo, listas de compras, notas e incluso catálogos, comparte lo que está leyendo con tu hijo.

Y cuando estés leyendo con él, diviértete. Lee en voz alta con deleite, dramatismo y expresión. Vuélvete loco, haz ruidos de animales, sé fuerte y dulce. Canta una parte del libro si estás de humor. Pídele a tu hijo que haga lo mismo cuando te lea libros.

No solo hará que la lectura sea más divertida, sino que también le enseñará a tu hijo sobre la entonación, la estructura de las oraciones y el flujo de una historia.

Dale a tu hijo espacio para leer

Reservar un momento de tranquilidad solo para leer puede ser un gran impulso para convertir a tu hijo en un lector fluido. Treinta minutos de tranquilidad para leer antes o después de la cena, por ejemplo, refuerza la idea de que la lectura es parte de la rutina diaria . Consigue que todos los miembros de la familia participen; es una actividad para todas las edades. Si es posible, después del tiempo de lectura, analizad los libros que habéis leído durante unos minutos.

Cómo convertirse en un lector fluido

Si bien leer con Tu hijo es muy importante, también es bueno animarlo a leer solo en esta etapa . No siempre, por supuesto, pero los lectores en desarrollo pueden dominar algunos libros por sí mismos y deben hacerlo para convertirse en lectores fluidos.

Consejo: mezcla las cosas. Léele algunos libros difíciles a tu hijo y luego déjalo que lean uno de sus viejos libros favoritos. Y asegúrate de que tenga un lugar atractivo para leer : una silla cómoda o una cama con una luz de lectura cerca.

Involucra al niño

Leerle a tu hijo y con él es la forma clásica de interactuar con él. Puedes llevar este compromiso a otro nivel desafiándolo a leer libros nuevos y más complicados y a discutir con él lo que está leyendo.

Los lectores en desarrollo están absolutamente preparados para libros más extensos que presentan más personajes y eventos. Pídele a tu hijo que lea un capítulo o parte de un capítulo todas las noches. O intentad leer capítulos en voz alta entre sí; ahora que tu hijo está leyendo más, es posible que le guste leerte a ti para variar.

Recordar capítulos anteriores lo entrenará para recordar eventos pasados. Además, a los niños les encantan los libros detallados que pueden alimentar su curiosidad natural por el mundo.

Nunca dejéis de leer

Es probable que tu hijo esté más allá de leer simples señales de alto, pero hay muchas otras cosas para leer desde la ventanilla del automóvil. Pídele a tu hijo que intente leer letreros en las calles, carteles de películas, vallas publicitarias; todo son cosas para leer. También puede trabajar en una pequeña narrativa mientras vais por la calle. Si veis a alguien o algo interesante, explorad el personaje o la historia detrás de lo que ambos veis. ¿Ese perro es un superhéroe? ¿Ese coche es realmente un robot? La creatividad basada en historias que practicas solo sirve para reforzar la idea de lo que podría ser y es una excelente manera de convertirte en un lector fluido.

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