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Trastornos del espectro alcohólico fetal

espectro alcohólico fetal
Descubre qué son los trastornos del espectro alcohólico fetal
Blanca Espada

Los trastornos del espectro alcohólico fetal (FASD, por sus siglas en inglés) representan una variedad de discapacidades físicas, mentales y conductuales causadas por el consumo de alcohol durante el embarazo o la exposición prenatal al alcohol (PAE, por sus siglas en inglés). Los trastornos del espectro alcohólico fetal se consideran una de las principales causas prevenibles de discapacidad del desarrollo. A pesar de su alta prevalencia, el trastorno del espectro alcohólico fetal a menudo se diagnostica erróneamente, lo que hace que las intervenciones sean más difíciles o se retrasen.

Trastornos del espectro alcohólico fetal

Cualquier mujer que esté embarazada debe ser consciente que tiene que dejar de lado lo que es la ingesta de drogas y de alcohol. Y es que es la manera de no solo cuidar su salud sino también de hacer lo propio con la del bebé que viene en camino. Si no respeta esa regla y consume dichas sustancias durante esos nueves meses pueden tener lugar lo que se conoce como trastornos del espectro alcohólico fetal.

Sigue leyendo y podrás conocer qué son así como otros datos de interés.

Lo primero que hay que tener claro es qué son. Pues bien, podemos establecer que esos, que se representan con las siglas TEAF, vienen a ser un grupo de afecciones que pueden aparecer en una persona cuya madre consumió alcohol durante su embarazo. Y es que al tomar ese el mismo pasa al bebé a través de lo que es el cordón umbilical.

Se trata de unas afecciones que podrían evitarse de una manera sencilla. ¿Cuál? Consiguiendo que la gestante no tome bebidas alcohólicas durante los nueve meses de la gestación.

Estos trastornos describen los impactos en el cerebro y el cuerpo de alguien expuesto al alcohol en el útero. Es una discapacidad de por vida, pero se puede prevenir con los servicios y apoyos adecuados.

Las personas con el trastorno pueden necesitar apoyo con:

  • aprendizaje
  • memoria
  • atención
  • habilidades sociales
  • habilidades motoras
  • salud física
  • comunicación
  • regulación emocional

Todas las personas con trastornos del espectro alcohólico fetal son únicas y tienen áreas tanto de fortalezas como de desafíos.

Se desconoce el número de personas con estos trastornos. Esto se debe a que es difícil de diagnosticar y, a menudo, pasa desapercibido. Estudios recientes de Canadá, EE. UU. y Europa estiman que entre el 1 % y el 5 % de la población padece el trastorno.

Causas

Los trastornos del espectro alcohólico fetal son causados por la exposición al alcohol en el útero. No son algo hereditario .

El alcohol daña el desarrollo celular. Si la madre que da a luz consume alcohol durante el embarazo, pasa al feto en desarrollo. Esto puede causar daño al cerebro y al cuerpo del feto en desarrollo.

Otros factores pueden afectar el desarrollo del feto, como:

  • estrés
  • la edad de los padres que dan a luz
  • fumar u otro uso de drogas
  • la nutrición de las mujeres que dan a luz
  • Condiciones de salud concurrentes

Más de 400 otras condiciones de salud están relacionadas o comúnmente ocurren junto con el trastorno del espectro alcohólico fetal. Pueden afectar a casi todos los sistemas del cuerpo. Las condiciones de salud concurrentes más comunes pueden afectar:

  • comportamiento
  • comunicación
  • atención e hiperactividad
  • desarrollo físico y mental

El apoyo temprano y adecuado puede mejorar los resultados de las personas con trastorno del espectro alcohólico fetal. Las personas que no reciben apoyo tienen más probabilidades de enfrentar dificultades como:

  • consumo de sustancias
  • desempleo
  • problemas domesticos
  • problemas con la ley
  • problemas de salud mental
  • experiencias escolares interrumpidas
  • desafíos con la independencia
  • conductas sexualmente inapropiadas

El diagnóstico preciso es importante para un tratamiento eficaz. Los signos y síntomas de los trastornos del espectro alcohólico fetal a menudo se confunden con otras afecciones por lo que debemos estar muy atentos a esto.

Síntomas

Una vez que has podido saber qué son, llega el momento de tener claros los síntomas que vienen a indicar que una persona sufre alguno de los TEAF. En este caso, podemos exponer que son muchas y variadas las señales que pueden indicar esa situación. No obstante, entre las más claras y habituales se encuentran algunas como estas:

  • Cabeza de pequeño tamaño o características faciales que no son las habituales.
  • Retrasos en el habla.
  • Estatura baja.
  • Conducta hiperactiva y dificultad para prestar atención.
  • Mala memoria y coordinación.
  • Coeficiente intelectual bajo.

Síntomas a los que pueden unirse otros tales como una deficiente capacidad de razonamiento o problemas de audición, por ejemplo.

Clasificación de los trastornos

Además de todo lo indicado, también se hace necesario conocer una de las distintas clasificaciones que existen de los trastornos del espectro alcohólico fetal. En concreto, nos estamos refiriendo a la que los agrupa de esta manera:

  • Trastornos del neurodesarrollo relacionados con el alcohol. Básicamente quienes lo sufren cuentan con problemas de conducta, dificultades en el aprendizaje o discapacidades intelectuales. De la misma manera, cabe la posibilidad de que se topen con problemas en cuanto a memoria, matemáticas, atención…
  • Síndrome alcohólico fetal (SAF), que está considerado como el trastorno más grave de todos y es que puede provocar la muerte. Lo habitual es que quienes lo sufren cuenten con problemas en cuanto al desarrollo o al sistema nervioso central e incluso con características faciales anormales.
  • Defectos de nacimiento relacionados con el alcohol, que suelen traer consigo problemas en los diferentes sentidos e incluso en órganos vitales.

Tratamiento

Un examen físico suele ser una de las medidas que se tomen para poder diagnosticar los trastornos citados y así establecer un tratamiento adecuado. No obstante, hay ocasiones en las que ese no es suficiente y tiene que realizarse otro tipo de pruebas.

Sea como sea, no hay un tratamiento único para hacerle frente a los TEAF, pues dependerá del tipo y de los síntomas que presente el menor en cuestión. No obstante, en todos los casos aquel deberá estar sustentado en un constante seguimiento para, entre otras cosas, proceder a realizar los cambios que vayan siendo necesarios.

Más datos de interés

Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto otros aspectos interesantes al respecto como son estos:

  • Los citados trastornos que nos ocupan duran toda la vida.
  • No hay una cura para estos problemas que surgen como consecuencia de que la mujer haya consumido alcohol durante el embarazo.
  • Lo recomendable es que el diagnóstico se realice antes de que el pequeño en cuestión cumpla los seis años de edad.
  • Se considera que hay una serie de factores que pueden ayudar a reducir los efectos de esos trastornos del espectro alcohólico fetal. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a que los menores estén en un hogar estable donde no haya violencia y donde reciban el cariño que necesitan.
  • No menos importante es tener claro que es aconsejable que, si lo necesita, el menor afectado por uno de esos trastornos cuente con una educación donde pueda tener cubierta sus necesidades educativas especiales debido a esos.

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