Salud

Síndrome alcohólico fetal: Qué es y cómo tratar

Conoce qué es el síndrome alcohólico fetal que puede afectar al bebé, cuáles son sus síntomas y qué tratamiento se debe seguir.

Síndrome alcohólico fetal
Descubre qué es el síndrome alcohólico fetal y cómo se puede tratar
Blanca Espada

El consumo de alcohol durante el embarazo, puede producir en el feto el llamado síndrome del alcoholismo fetal o síndrome alcohólico fetal (SAF), del que os ofrecemos ahora todos los detalles y cuál es su tratamiento.

¿Qué es el síndrome de alcoholismo fetal?

Síndrome alcohólico fetal

El síndrome alcohólico fetal es el conjunto de signos y síntomas que presenta el feto debido al consumo de alcohol por la madre durante el embarazo y durante el periodo antes de la concepción. Los síntomas incluyen déficit de crecimiento, cambios en las características faciales y retraso en el desarrollo neuropsicomotor. Actualmente se considera la mayor causa de déficit intelectual prevenible en el mundo.

Causas

El síndrome alcohólico fetal se produce debido a la ingestión de alcohol en grandes cantidades por parte de la madre durante el embarazo. Aún no se ha establecido el nivel mínimo de etanol (alcohol) que produce el síndrome de alcoholismo fetal. Por otro lado, no solo de cuánto alcohol ha tomado la madre, sino también del período de gestación en el que se produjo este consumo.

Entre los factores de riesgo que producen el síndrome alcohólico fetal podemos mencionar:

  • Consumo de alcohol en el primer trimestre del embarazo.
  • Inicio temprano de la ingesta de alcohol
  • Edad materna mayor de 25 años.
  • Antecedentes de embarazo previo con parto prematuro o muerte fetal.
  • Haber tenido tres o más embarazos previos.
  • La ingesta de alcohol a menudo, cinco o más veces por ocasión y 2 o más veces por semana.
  • Es más común asociarse este síndrome a mujeres con bajo nivel socioeconómico y con depresión y consumo de alcohol por parte de una pareja u otros miembros de la familia.

Síntomas

Cómo hemos mencionado anteriormente, los síntomas más comunes son déficit de crecimiento y cambios en las características faciales, pero también retraso en el desarrollo neuropsicomotor.

Los cambios faciales más comunes son:

  • Pequeñas fisuras de párpados
  • Hipoplasia maxilar
  • Nariz corta
  • Filtro nasal largo e hipoplásico
  • Labio superior delgado.

El niño con síndrome alcohólico fetal también puede tener:

  • Bajo peso al nacer
  • Bajo aumento de peso
  • Microcefalia (cabeza de tamaño pequeño)
  • Problemas de aprendizaje, lenguaje, memoria y atención.
  • Bajo coeficiente intelectual
  • Cambios en la visión y la audición.
  • Dificultades de socialización
  • Trastornos del comportamiento.
  • Retraso cognitivo del desarrollo
  • Trastornos neurológicos como convulsiones, enfermedad renal, enfermedad ósea y cardíaca congénita.

A pesar de lo mencionado, cabe advertir que los signos y síntomas son diversos, ya que el paso del etanol a través de la placenta y el grado de metabolismo del etanol a través del hígado materno son variables.

Diagnóstico y pruebas

El diagnóstico del síndrome de alcoholismo fetal puede ser difícil, ya que no existe una prueba de laboratorio que confirme el diagnóstico y, además, otros trastornos, principalmente conductuales, tienen características similares.

Para diagnosticarlo, sin embargo, se tienen en cuenta los antecedentes maternos de consumo de alcohol y los signos y síntomas descritos anteriormente. Se realiza una evaluación clínica general basada en cambios físicos e informes familiares de comportamiento y desarrollo.

Tratamiento del síndrome de alcoholismo fetal

No existe una cura para el síndrome de alcoholismo fetal, pero el tratamiento puede incluir medicamentos para algunos síntomas, terapia conductual y entrenamiento parental. Estos son los pasos iniciales para un seguimiento óptimo. Es bien sabido que, así como existen factores de riesgo, existen factores protectores como las relaciones familiares estables, la rutina familiar estable, el diagnóstico temprano y el seguimiento especializado.

Los síntomas específicos, como las convulsiones y las enfermedades cardíacas, requieren un monitoreo especializado, pero en general, se necesita fisioterapia para los problemas de coordinación motora, atención psicológica para los cambios sociales y de comportamiento, monitoreo psiquiátrico para otros trastornos mentales.

Sin embargo, todas las terapias involucradas deben estar interconectadas y con profesionales multidisciplinarios que trabajen juntos para lograr la mejor respuesta e inserción de estos individuos en la sociedad.

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