turismofobia

El Gobierno socialista de Mallorca pone en marcha el plan para reducir la llegada de turistas

La presidenta del Consell de Mallorca, Cati Cladera, durante su discurso.
La presidenta del Consell de Mallorca, Cati Cladera, durante su discurso.

El Consell de Mallorca, que preside la socialista Cati Cladera, inicia la elaboración del plan para reducir el número de plazas turísticas en la isla, siguiendo así las directrices marcadas por la Ley Turística aprobada por el Govern de Armengol, que es una clara muestra de la turismofobia que caracteriza al pacto de izquierdas que gobierna en las Islas. Uno de los puntos fundamentales de la ley es precisamente el decrecimiento turístico y la moratoria de plazas.

La Ley Turística cede al gobierno insular de Mallorca la puesta en marcha del proyecto para la eliminación de plazas mediante la elaboración de lo que se denomina Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT). Cati Caldera ha anunciado este miércoles, durante su discurso en el Debate de Política General, que iniciará en los próximos meses la redacción PIAT para analizar la capacidad de carga turística de la isla y determinar tanto el número total de plazas turísticas que se pueden comercializar como las medidas específicas para implementarlo.

Lo que hará el PIAT es limitar el número de plazas que puede haber en cada zona turística y establecer la eliminación de las que sobren si ya se ha superado el tope. Cladera ha explicado que el Consell de Mallorca «trabaja para que la isla sea líder y sea referente en un modelo menos contaminante, más eficiente energéticamente y que promueve la economía circular».

Ha añadido que con la recuperación de las cifras anteriores a la pandemia es preciso retomar el debate sobre la masificación en Mallorca que se ha producido en algunas zonas este verano. «Queremos un turismo de más valor y menos volumen y la nueva Ley Turística marca la hoja de ruta con la moratoria y el bloqueo de plazas turísticas», ha dicho Cladera.

El pasado mes de marzo el Parlament aprobó la Ley Turística que, entre otras medidas, contempla el bloqueo de todas las plazas turísticas, vacacionales y hoteleras en las cuatro islas. La presidenta resaltó entonces la necesidad de que la mejora del modelo turístico apueste por la calidad más que por la cantidad.

A finales de septiembre Armengol insistió en que existe un problema de saturación en Baleares y afirmó que «la solución es que vengan menos turistas». Armengol evidenciaba así la consolidada turismofobia vigente en el Ejecutivo balear, tan promovida durante los últimos años por los socios de gobierno, Més y Podemos, y claramente asumida por el PSOE.

Así lo corrobora el paquete de medidas restrictivas aprobadas en estos dos años de pandemia, como la limitación a la llegadas de cruceros al puerto de Palma, el cierre de multitud de chiringuitos de playa en Mallorca e Ibiza o la nueva ley turística que congela la creación de plazas durante cuatro años.

Volviendo al debate del Consell de Mallorca, también en materia turística Cladera ha avanzado que se aumentará la plantilla de inspectores de turismo con cinco personas más, que se añadirán a los 15 ya existentes, con el objetivo de combatir la oferta ilegal y el turismo de excesos.

Además, ha destacado que el Observatorio del Turismo Sostenible de Mallorca ofrecerá pronto sus primeros datos sobre movilidad, gestión de agua, residuos y grado de satisfacción de turistas y residentes. Todo ello con el objetivo de medir los avances en circularidad y sostenibilidad.

Turismo senior

Por otro lado, Cladera ha avanzado que el próximo mes de febrero se pondrá en marcha una nueva edición del Gaudeix l’Illa Sènior que llegará a 4.500 personas. Es la tercera edición de una iniciativa que complementa el programa estatal del Imserso y que servirá también para reactivar la actividad hotelera y de restauración antes de Semana Santa, según ha indicado.

La presidenta ha resaltado los datos de empleo y recursos en Mallorca que se han dado gracias a la buena temporada turística tras dos años de pandemia. Con todo, ha insistido en la necesidad de fomentar «un turismo sostenible, responsable y de calidad» y ha admitido que este verano se han vivido «momentos puntuales» de masificación «en algunos sitios».

Respecto a la protección del territorio, ha apuntado que antes de final de año se aprobará definitivamente el Reglamento de urbanismo y la modificación 3 del Plan Territorial de Mallorca, «que deja atrás el modelo depredador de territorio de la derecha y reduce el crecimiento urbano de Mallorca». También se aprobará inicialmente la modificación 4 del Plan Territorial, que establecerá las zonas prioritarias para implantar energías renovables.

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