Los ganaderos de Menorca denuncian que han llegado a una situación límite por el bajo precio de la leche
Son los que menos cobran de toda España y reclaman como mínimo 70 céntimos por litro frente a los 45 que perciben ahora
La patronal Agrame sostiene que los ganaderos deben cobrar por encima de los costes de producción para poder subsistir
El Govern admite que el sector ganadero de Menorca «está moribundo» pero no tiene un plan para salvarlo
El PP denuncia que la ganadería menorquina está abocada a la desaparición por falta de ayudas
Los ganaderos de Menorca afirman que han llegado a una situación límite debido al bajo precio de la leche. La Asociación Empresarial de Explotaciones Agrarias de Menorca (Agrame) subraya que «no se puede tensionar más» a los ganaderos de la isla «con el precio de la leche» y han remarcado que 70 céntimos por litro es lo que «deberían percibir como mínimo las explotaciones lecheras si se quiere asegurar su viabilidad futura». Ahora los ganaderos cobran 45 céntimos por litro y son los peor pagados de toda España.
Agrame se ha mantenido así firme con los objetivos a alcanzar para garantizar la continuidad de las explotaciones de vacuno de leche. En este punto, ha indicado que «los ganaderos deben cobrar por encima del coste de producción, disponer de una renta agraria digna y las explotaciones lecheras han de volver a capitalizarse para poder realizar las inversiones necesarias para seguir siendo competitivas en innovación, tecnología, bienestar animal y sostenibilidad ambiental, teniendo siempre en cuenta su rentabilidad, como cualquier otra actividad económica».
Hace ahora un año, el sector de la ganadería de vacuno en Baleares ya advertía que estaba en camino de extinción debido a unos costes de producción del litro de leche muy por encima del precio que cobran los productores. Los ganaderos mostraban su desesperación en un informe realizado por la Asociación Raza Frisona Balear en el que concluía que el sector «está agotado y descapitalizado».
Según el informe, elaborado con datos del propio Govern balear, entre el año 2003 y 2020 han desaparecido casi dos terceras partes de las explotaciones y esto a pesar de que la ganadería está considerada en las Islas un sector estratégico y así se establece en la Ley Agrarias de Baleares de 2029 aprobada por el pacto de izquierdas que gobierna en las Islas bajo la presidencia de la socialista Francina Armengol.
En el informe de Raza Frisona se explicaba que en 2003 había en Baleares 18.683 vacas productoras de leche de las que en 2021 sólo quedaban 8.757. También había hace 18 años 299 explotaciones ganaderas que ahora se han reducido a 130. El descenso no cesa y todo indica que irá en aumento si no se pone remedio.
Ahora, la asociación Agrame afirma que es «inviable» seguir pretendiendo que «el eslabón más débil de la cadena siga sosteniendo pérdidas de forma continuada». «La industria ha de buscar sus propias soluciones y estrategias comerciales para trasladar los costes reales a la distribución para evitar fijar los precios de arriba abajo. Y que no sea el ganadero el que tenga que soportar las pérdidas y recurrir a ayudas extraordinarias».
Desde la entidad se ha augurado que 2023 será un «año duro y clave para la subsistencia del sector». «Con el trabajo conjunto del sector y la Administración se ha conseguido frenar el cierre de las explotaciones de forma masiva, aunque no poner fin a la situación de crisis que se ha incrementado por las consecuencias inesperadas para todos de la guerra de Ucrania», ha dicho.
Asimismo, ha asegurado que el Plan Provilac ha sido un «buen instrumento» para conseguir este logro, conjuntamente con las ayudas estatales. «El Plan Provilac volverá a tener un gran peso en 2023, y de él también dependerá en gran medida la evolución del sector, pero la industria ha de seguir aumentando los precios, porque no se puede pretender cubrir el diferencial únicamente con ayudas, que sin duda serán esenciales nuevamente», ha apostillado.
Agrame ha recordado que Baleares siempre está por debajo de la media nacional sobre las entregas de leche cruda y el diferencial mensual cada vez es mayor, 0,064 dufox/litro de diferencia entre Baleares y la media nacional en el mes de octubre.
Régimen especial
Los miembros de Agrame han remarcado que son conscientes que dentro del coste de producción está el coste que supone la doble insularidad, y no es imputable a la industria directamente. «El Régimen Especial de Baleares debe equiparar esta desigualdad de condiciones respecto a la Península y en proporcionalidad al resto de islas y la compensación a la doble insularidad debe ser efectiva y garantizada en 2023, y a lo largo del tiempo», han puntualizado.
La organización agraria ha considerado que los ganaderos de Menorca han mantenido una actitud «ejemplar» frente a una situación «insólita» que demuestra su compromiso real con el campo de Menorca.
En este sentido, han indicado que «los ganaderos menorquines no subsisten únicamente por las ayudas económicas que reciben de las administraciones, ni por el insuficiente incremento de precios que ha habido, sino por la aportación que ellos mismos realizan de forma forzada, a través de la descapitalización al no poder reinvertir, el cambio a una alimentación de las vacas más pobre, la disminución de la utilización de abonos, el incremento de las jornadas de trabajo al no poder contratar personal, el abandono de ciertos trabajos no urgentes pero necesarios en la finca a medio plazo, entre un sinfín de malabares diarios». «Esta situación tiene su límite también», han asegurado.
El equipo directivo de Agrame ha apostado por trabajar conjuntamente con las industrias y la administración canalizando acciones concretas a través del Plan Provilac para reforzar a su vez al sector de una forma bidireccional entre productores e industria.