Detenido un turista sueco de Magaluf por atacar con una catana a un taxista al no querer pagar la carrera

La Policía Nacional ha detenido a un turista sueco que estaba de fiesta en Magaluf por atacar con una catana a un taxista por no querer pagar la carrera cuando le llevó a Palma junto a tres amigos. Está acusado de un delito de amenazas y daños.

Según ha informado la Jefatura Superior en Baleares a través de un comunicado, los hechos ocurrieron la madrugada de este jueves, cuando la sala del 091 recibió la llamada de un taxista alertando de que tenía problemas con un cliente que estaba golpeando el taxi.

Cuando los agentes llegaron se encontraron con un tumulto de personas gritando. Varios taxistas relataron que un cliente llevaba un cuchillo en las manos y les había amenazado. Los policías se dirigieron al cliente, que no hizo caso, por lo que fue reducido para garantizar la seguridad. Observaron que no llevaba encima ningún cuchillo.

La víctima explicó a los agentes que recogió a cuatro turistas en Magaluf y los trasladó a Palma. Durante el trayecto, cuando conducía por la autopista, uno de ellos abrió la puerta del vehículo. El taxista se asustó e intentó detener el vehículo. Otro pasajero le pidió perdón y le tranquilizó.

Cuando llegaron a su destino, los cuatro turistas se bajaron y empezaron a discutir entre ellos. Tres se metieron en la casa y se quedó fuera el que había abierto la puerta del vehículo en marcha. Éste miró al taxista de manera desafiante, levantó los puños simulando una pelea de boxeo y empezó a golpear el taxi, provocando daños.

Al ver la situación, el taxista pidió ayuda a algunos de sus compañeros, que se desplazaron hasta el lugar. En ese momento, el cliente se encerró en la casa sin pagar la carrera. Los taxistas le reclamaron desde la calle que abonara cuantía y éste salió de la vivienda con una catana en la mano, con intención de iniciar una pelea y gritando en su idioma.

El taxista explicó que cuando llegó la Policía, el cliente arrojó la catana al patio de una obra anexa. Los agentes se dirigieron al lugar que les habían indicado los taxistas donde supuestamente había arrojado la catana, localizándola y procediendo a su intervención.

Los agentes identificaron al cliente, que reconoció haber golpeado el taxi pero que negó haber salido con una catana. Por todo ello, fue detenido como presunto autor de un delito de amenazas y daños.