La artista ya apuntaba maneras
La artista Lluïsa Febrer no era una desconocida, pero le faltaba dar el salto a un espacio con más resonancia para dar a conocer su, digamos de algún modo, antes que arte, humor corrosivo. En el año 2023 ya debutó en un fogueró de Sant Antoni de la Assemblea Antipatriarcal de Manacor, donde en una serie de dibujos se burlaba de temas como el patriarcado, el capitalismo o la extrema derecha. Ejemplos: Rafa Nadal estirando un carro lleno de bolsas repletas de euros o sosteniendo un crucifijo para ahuyentar lenguas catalanas u, otro gran engendro, una galería de genitales masculinos bajo el lema Manacor, poble de puteros. Tal cual.
En uso de su libertad de expresión, por tanto, ahora contratada por Podemos, ha llevado a cabo una nueva creación: un erótico Sant Sebastià gay -y efectivamente siendo el santo romano, ésta sería la palabra que más le cuadra- que tapa sus partes íntimas con una sobrasada mientras es relamido por unos demonios y una santa manoseada. Este es, pues, el contenido del cartel, supuestamente contra los sentimientos religiosos, realizado con motivo de la revetla en la plaza de Santa Eulalia para el colectivo LGTBIQ+.
El cartel en cuestión ha puesto en pie de guerra al alcalde de Palma –»es vomitivo»- pasando por Abogados Cristianos y Vox -un delito contra los sentimientos religiosos- y todos cuantos no desean polemizar en sentido u otro un santo patrono. Defienden al cartel y su contenido desde Lluís Apesteguia, de Més, hasta, por haber saltado a nivel nacional, Irene Montero de Podemos, que lo considera maravilloso. ¿En qué quedará esta historia? ¿Hasta dónde se podrá defender el buen nombre de Sant Sebastià y evitar obscenidades impropias como motivo o en su entorno? A saber.
Por encima de esta polémica surge una pregunta pertinente: las fiestas de Sant Sebastià son, o deberían ser, de toda la ciudad: gays, heterosexuales y toda la panoplia de géneros sexuales que según la ONU son 112. Si se permitiera a cada colectivo, en defensa de las minorías, organizar su propia verbena, bien a través de un partido como Podemos, o de Més, IU y Sumar con su Revetla Màrtirs; o cualquier otro partido o grupo con derecho a ello, aviados estamos. La fiesta LGTBIQ+ es supuestamente un apartheid de este colectivo, por importante que sea. El Ayuntamiento y su alcalde, antes que lamentarse, no debieran haber autorizado fiestas fuera del cartel general de la ciudad que sólo tratan de propaganda. Que este es su justo término. Nos evitaríamos algunas sorpresas y también las consiguientes politizaciones totalmente fuera de lugar.
MARTES: MÉS, DEGENERANDO. El diputado de Sumar Més en el Congreso, Vicenç Vidal, asistió en Bilbao a una manifestación en favor de los derechos de los presos de ETA. La presidenta de Baleares, muy oportunamente reprochó a Més: la izquierda nunca está con las víctimas. Lo que ya no queda tan claro es cómo lo ve la cúpula de Més en su deriva hacia la extrema izquierda tan lejana ya del partido nacionalista que en su día surgió y que ha ido degenerando hasta hacerse irreconocible.
MIÉRCOLES: NO BASTA LAMENTARSE. Una parte importante del valor de nuestro destino turístico se deba probablemente a la correcta garantía de un turismo de actividades peligrosas. Hete aquí la cuestión. Pero la Guardia Civil de Baleares ha tenido que pedir prudencia a los excursionistas tras haber rescatado a 144 durante 2024. En total, ha llevado a cabo 117 intervenciones en montaña en las que se ha auxiliado a 58 personas heridas y 86 ilesas mientras practicaban algún tipo de actividad en el medio natural, la mayoría de ellas en la Serra de Tramuntana, además de recuperar el cuerpo de 15 personas fallecidas.
En muchos casos, los rescates han derivado de la negligencia de los excursionistas. Por ello, el Instituto Armado recomienda a la hora de salir a la montaña planificar la ruta que se va a realizar con antelación, haciendo hincapié en la dificultad y duración de ésta. Ahora bien,Lo pertinente sería que la administración advirtiera en la normativa turística de los peligros que comportan actividades de riesgo y los lugares donde no conviene realizarlas. Vale más «la que guarda que la que cura».
JUEVES: NI PÍO. El Govern balear ha denegado de forma ya definitiva el proyecto para crear una macrogranja de gallinas ponedoras en Sineu. Tumba así la inversión prevista para crear unas instalaciones con capacidad para 750.000 gallinas. Ha rechazado el proyecto por el impacto de la granja en el medio ambiente y por los informes negativos emitidos tanto por el Ayuntamiento de Sineu como por el Consell de Mallorca. Bien está si bien acaba. La granja era una monstruosidad, pero lo que ya no cuadra es el escaso interés que una mayoría ha dedicado a esta cuestión. La verdad es que muchos, ante un auténtico atentado a la razón no han dicho ni pío, lo adecuado tratándose de gallinas.
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