La autora de la mofa del patrón de Palma exige ser entrevistada en catalán: «En castellano me duele»
Lluïsa Febrer declina hablar en español en un programa de Cuatro tras la polémica por su cartel lascivo
Podemos acusa a la cadena de "catalanofobia" y el presentador a la artista de "apartheid lingüístico"
La autora del cartel obsceno del patrón de Palma, Lluïsa Febrer, ha exigido en televisión ser entrevistada sólo en catalán porque «en castellano me duele», según habría afirmado la artista mallorquina al presentador de una cadena televisiva nacional.
Febrer, una artista siempre a favor de las tesis de los partidos de izquierdas e independentistas en Baleares, ya estuvo en el centro de la polémica el año pasado por otro provocador cartel contra el español con motivo de las fiestas de Sant Antoni de la Assemblea Antipatriarcal de Manacor.
En aquel caso Febrer atacaba la Oficina de la Libertad Lingüística de Baleares que iba a presidir Vox para defender la libertad de uso y fomentar la protección del español y el catalán. La artista la tildaba de «oficina de persecución lingüística de Vox».
Ahora la negativa de un canal de televisión de acceder a la exigencia de la autora del polémico panel sobre la figura de Sant Sebastià de ser entrevistada sólo en catalán ha sido duramente criticada por la única concejala de Podemos en Palma, Lucía Muñoz.
La también coordinadora de la formación morada en el archipiélago ha criticado, además, que el presentador se refiriera a la ilustradora como «la tal Lluïsa». Muñoz ha considerado estas palabras como una provocación y ha respondido que la discriminación la está haciendo el presentador, teniendo en cuenta, además, el «inmenso» equipo de producción del espacio.
Avui en el seu programa Nacho Abad va acusar a Lluïsa Febrer de cometre “apartheid lingüístic” per voler ser entrevistada en català. Aquest és el nivell… pic.twitter.com/PP0NCjUc08
— Podem Illes Balears (@Podem_IB) January 14, 2025
Por ello, ha acusado a la cadena de Mediaset Cuatro de catalanofobia después de que la ilustradora del cartel de la fiesta de Podemos Sant Sebastia Q+ pidiera ser entrevistada en catalán por el presentador del programa En Boca de Todos, Nacho Abad, y éste se refiriera a esta petición como «apartheid lingüístico».
Según la única regidora que tiene Podemos en el Ayuntamiento de Palma, si el presentador hubiera tenido interés real en dar voz a la artista, se habría facilitado la traducción, después de que, además, una de las personas del equipo hablaba en catalán, según Muñoz. «Sólo quería hacer la entrevista en la que lengua en la que se siente más cómoda», ha matizado.
Muñoz ha rechazado igualmente el término apartheid empleado por Nacho Abad, considerando que se trata de una palabra «con una carga muy fuerte», teniendo en cuenta lo que está sucediendo, por ejemplo, en Palestina. «Ni siquiera nosotros hablamos de apartheid cuando hablamos de las políticas lingüísticas de Marga Prohens», ha concluido.
En el caso del cartel de Lluïsa Febrer contra el español, la parte central del folleto estaba ilustrada por una cola de personajes ataviados con los colores de la bandera española y la esvástica nazi dibujada en el pecho, que hacen cola ante un oficinista para denunciar supuestas vulneraciones de su derecho a expresarse en español.
Ridiculizando a los que hablan español y victimizando a aquellos que defienden la imposición del catalán como lengua única en Baleares, el panfleto de Febrer caricaturizaba con numerosas faltas de ortografías las denuncias de cada uno de los ciudadanos sobre su derecho a hablar español en Baleares.
«Un profe de catalán me habla en catalán y no me parese justo», afirmaba uno de los supuestos españoles con la esvástica y el brazo en alto. Otro afirmaba que «un conductor del TIB (transporte interurbano) me ha dicho buenos días en catalán, deberían quitarle el carné y meterlo en la carsel».
«Un polisia local se dirijió a mí en catalán. Estoi mui triste, con mucha ansiedad y sin poder dormir…», apuntaba otro, mientras el primero de la cola de la oficina indicaba que «E ido a un restaurante y el menú estaba en catalán. No he podido comer nada y aora estoi ambriento».
«Mui grabe», remachaba el oficinista que recogía las denuncias lingüísticas de los que usan el español en Baleares, que eran caricaturizados como personas analfabetas que no saben ni escribir en la lengua española que hablan.