37 años de la matanza de ETA en la casa cuartel de Zaragoza: «No olvidemos, asesinaron a niños»
Este miércoles, se cumple el 37.º aniversario de la casa cuartel de Zaragoza
ETA asesinó a 11 personas, entre ellos a 6 niños pequeños, un adolescente y 2 embarazadas
Lucía Ruiz recuerda nítidamente qué pasó tal día como hoy de 1987 en la casa cuartel de Zaragoza. Con 10 años, conoció la dureza del terrorismo de ETA. A Lucía le despertó el estruendoso sonido del coche bomba que explotó con 250 kg de amonal a las 6:10 am, en la Avenida de Cataluña, en Zaragoza, haciendo escombros el cuartel donde vivía unas 40 familias como la suya de guardia civiles. Los edificios adyacentes también sintieron la onda expansiva de los explosivos.
Ella y su familia sobrevivieron, pero Lucía podía haber sido una niña más de las que no corrieron la misma suerte. ETA había asesinado a 6 niños pequeños, un adolescente de 17 años, dos mujeres embarazadas y otros tres adultos más. «Éste es el hecho. Esta es la verdad», explica Lucía Ruiz, como delegada de la Asociación Víctimas del Terrorismo en Aragón. Entre los 11 fallecidos, se encontraban dos gemelas de 3 años, una niña de seis y su padre, un matrimonio con su hija de 12 años, otro matrimonio con su hija de siete años, un joven de 17 años… Además, hubo más de cien heridos aquella mañana.
«Esto es un hecho consumado. La verdad. Tenemos la obligación moral y ética de contarlo, recordarlo, reivindicarlo. Sobre todo, a la gente más joven», defiende.
En la mirada verde azulada de Lucía, se puede sentir hielo cuando habla de los terroristas. Se nota que su boca diría más cosas de las que explica al micrófono de OKDIARIO al ser preguntada por Bildu, por Josu Ternera, por el documental de Jordi Évole. «Cuando se le da voz a un terrorista, quienes volvemos a ser víctimas somos nosotros. Sólo hay una verdad. Sólo hay un hecho probado: aquí fueron asesinados niños, mujeres, jóvenes, adultos», defiende.
«Cuando se le da voz a un terrorista -repite- se produce un nuevo escarnio para las víctimas. Nosotros estamos totalmente en contra. El relato que tiene que perdurar es el de las víctimas del terrorismo que somos quienes podemos contar qué nos ha pasado», expresa tajante.
Precisamente este miércoles, Aragón Televisión emite el estreno del documental Ataúdes blancos, en respuesta al de Jordi Évole en Netflix. «Es una serie documental necesaria. La historia que merece ser contada es la de los buenos, es decir, la de las víctimas, no la de nuestros verdugos», dice.
«En mi caso, mi madre vivía pegada a una radio cuando mi padre estaba de servicio. Vivías pendiente de una llamada de teléfono en los años de plomo, cuando los atentados eran prácticamente a diario», recuerda.
«Cualquier atentado de ETA fue diseñado para hacer mucho daño e infligir miedo, terror, tanto en la sociedad civil, como en la Guardia Civil y en el resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Pero este atentado en la casa cuartel de Zaragoza, marcó un antes y un después. Era la primera vez que se atentaba directamente contra las familias de los guardias civiles», resalta.
«En Zaragoza, la respuesta de la sociedad civil siempre ha sido de condena y de repulsa. Yo recuerdo aquel 13 de diciembre, dos días después del atentado. Se produjo una manifestación multitudinaria», señala. Aquel 13 de diciembre, día de Santa Lucía, aquella niña cumplía años. Desde entonces, no ha faltado al homenaje de la casa cuartel en memoria de las víctimas de ETA.
«Año tras año intentamos que la gente no se olvide de lo que pasó. Desde la asociación intentamos que las víctimas estén atendidas, sobre todo, psicológicamente», explica.
«A Josu Ternera lo detienen en Francia en mayo de 2019, pero como hay juicios pendientes también allá y ha pedido que lo vuelvan a juzgar, estamos esperando a que lo extraditen para ser juzgado como autor intelectual de este atentado. La Audiencia Nacional le pide más de 2.000 años», sentencia.
«Cuando Bildu llega a las instituciones, como brazo político de ETA, hay mucha gente joven, ya que desconoce qué ha pasado en la historia reciente de España, y no saben quiénes son, qué hacían y cómo, quiénes eran los que les apoyaban», sostiene.
«Por eso es tan importante que las víctimas contemos la realidad. En este caso, que aquí, en esta plazuela, había una casa cuartel, que la organización terrorista ETA mató a 11 personas y que puso un coche bomba. Y que también lo hizo en Madrid, en el Hipercor de Barcelona y en toda la geografía española. De forma que lo mejor para combatir esta situación es hacerlo con la verdad», reflexiona.
Una imagen vale más que 1.000 palabras. Después de todo lo relatado, Josu Ternera logró ser diputado del País Vasco, sentarse hombro con hombro con Arnaldo Otegi (quien también ha estado en la cárcel por pertenecer a ETA), e incluso formar parte de una Comisión de Derechos Humanos.
«Hay que evitar que los jóvenes se queden con una parte de la historia que no es real. Por eso vamos a colegios a dar charlas a chavales a partir de 13 años. Porque… ¿en qué cabeza cabe que Josu Ternera formase parte de una comisión de derechos humanos, o considerar a Otegi como un hombre de paz?», apunta.
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