Víctimas de la Casa Cuartel de Zaragoza recuerdan: «No había más que muertos y tristeza»
El 11 de diciembre de 1987, ETA atentó contra la casa Cuartel de Zaragoza cometiendo una trágica masacre
El criminal Josu Ternera era el jefe de la banda de ETA en el aquel momento
A las puertas de la Navidad, se homenajea a las víctimas de la Casa Cuartel de Zaragoza por el atentado terrorista de ETA pertrechado en 1987. Hace justo 36 años, el 11 de diciembre de 1987, ETA llevó a cabo el primer atentado destinado a matar familias enteras, donde fueron asesinados 6 niños pequeños, dos mujeres embarazadas, un adolescente de 17 años y tres adultos, además de resultar heridas 88 personas.
En el homenaje de este lunes, OKDIARIO ha entrevistado a alguna de las víctimas supervivientes del atentado, quienes recuerdan con amargor aquella madrugada, mientras condenan el gobierno de Sánchez y sus socios de EH Bildu.
«Tenían que estar metidos en la cárcel, aquí estamos de casualidad. Nos deshicieron la casa», explican dos señoras que vivían en un edificio junto a la Casa Cuartel de Zaragoza.
«Dicen que de nuestro portal salió el que puso la bomba», explica una. «Era un día de niebla, de frío. Y nada más que muertos y tristeza», recuerda.
«Fue muy gordo. Estábamos en frente, y veíamos sacar a los niños, los colchones, los muñecos… Fue horroroso», relatan ambas con amargura.
«Y ahora nos gobiernan, que tiene tela la cosa, que se tenían que ir Pedrito y toda la compañía a sabe Dios dónde…, donde yo dijera, porque no hay derecho que después de lo que hicieron ahora estén en el Gobierno», denuncian.
«Mi hija tardó en regresar a su habitación tres meses, porque recordaba la luz que le entró de la explosión», relata una de ellas. «Pues la mía tenía ocho años, y la tarde anterior había estado en el cuartel», añade la otra.
Este atentado es el más sangriento de la historia de Aragón, que marcó un hito en el modus operandi de ETA. En primer lugar, por el objetivo de las víctimas. En segundo lugar, porque fue el primero en emplear como artefacto un coche bomba.
Las secuelas de las víctimas del atentado de la Casa Cuartel
El coche bomba contenía 250 kg de amonal que fue explotado a temprana hora de la mañana de un día de trabajo y escuela. A las 6:10 am estalló el vehículo cargado de explosivos en la avenida Cataluña, haciendo escombros el edificio de viviendas donde vivían decenas de familias de guardia civiles.
A una de las supervivientes, le calló un armario encima, y le rompió dos vértebras, las consecuencias fueron terribles para su salud, que pasó de medir un metro setenta y dos, a un metro cincuenta.
De Sánchez dice que «le colgaría del cogote, porque ya se cansa uno de escuchar barbaridades». También su marido, quien pide que Josu Ternera pase en la cárcel, «los mismos años que llevan ellos sufriendo».
Una ofrenda de flores y un grito de justicia
La rabia y la indignación se veía en los rostros de las personas. Otra señora recuerda a OKDIARIO que las gemelas asesinadas eran algo más jóvenes que su hijo.
«Me acuerdo mucho de aquello. El día anterior del atentado las vi entrar en la guardería, y me dije lo mayores que estaban ya. Tenían solo dos años. Al día siguiente, cuando llevé a mi hijo a la guardería me lo dijeron. Lo llevo muy mal», cuenta.
La señora añade que «otra compañera del colegio de mi hija, también falleció en el atentado».
Después de las palabras de consuelo y reivindicación de la memoria de las víctimas, que han tenido la presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Aragón, Lucía Ruiz, el presidente de Aragón, Jorge Azcón y a alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, los convocados han irrumpido aplausos.
Entre los asistentes se ha podido escuchar la proclama de uno de ellos, al grito de «¡No podemos perdonar a quien no pide perdón!», que ha sido respondido nuevamente con aplausos.