Base de Rota

Estos son los animales que los soldados de EE. UU de la base de Rota tienen prohibido traer a España

animales base Rota
Blanca Espada

Irse a vivir a España teniendo además una mascota es algo que implica mucho más que organizar el viaje. Y en el caso concreto de los militares estadounidenses que están destinados en la base de Rota deben es necesario que cumplan una normativa muy concreta que marca qué animales pueden entrar en el país y en qué condiciones. Unas reglas que parten de la propia Marina de Estados Unidos y se ajustan, además, a la legislación española en materia de sanidad animal y tenencia de mascotas.

La información que está disponible en la web del Comando de Sistemas Navales Marítimos de Estados Unidos (NAVSEA) deja claro desde el primer momento qué mascotas pueden entrar en España (en este caso, los de aquellos animales de quienes van destinados a la base de Rota) y cuáles están completamente prohibidos para quienes residan en viviendas familiares dentro de la base. El foco está puesto en dos cuestiones clave: qué se considera mascota permitida y qué especies o razas quedan fuera sin excepción. Y ahí es donde llegan las sorpresas para muchos militares que planean su traslado, dado que si no tienen en cuenta las directrices exigidas es posible que se encuentren con la negativa de entrar a su mascota al llegar a España.

Qué animales están permitidos en la base de Rota

La normativa es muy clara en este punto. A efectos de entrada en España y de residencia en la base, sólo se consideran mascotas los perros y los gatos. No hay interpretaciones amplias ni excepciones por costumbre o arraigo personal. Además, estos animales deben cumplir una serie de requisitos obligatorios. Deben tener al menos cuatro meses de edad, llevar implantado un microchip de 15 dígitos compatible con la normativa ISO y haber recibido todas las vacunas una vez colocado ese microchip, con un mínimo de 30 días antes del traslado.

Cada animal necesita también un certificado sanitario válido para la Unión Europea, emitido por un veterinario acreditado en Estados Unidos y con una validez máxima de 10 días desde su expedición. No se exige cuarentena al llegar a España, pero sí una inspección veterinaria en el punto de entrada, normalmente el aeropuerto de Madrid.

Los animales exóticos que no pueden entrar en viviendas familiares

Uno de los apartados más restrictivos afecta a las llamadas mascotas no domésticas o exóticas. Estas están expresamente prohibidas en las viviendas familiares de la base, sin posibilidad de autorización especial.

En la lista figuran, entre otros, serpientes y otros reptiles, monos, pollos, patos, hurones, ratas y tarántulas. También quedan fuera animales que en otros países se consideran relativamente habituales como mascotas, pero que en este caso no están permitidos por razones sanitarias, de seguridad y de convivencia.

La norma sólo  hace una pequeña excepción con algunos roedores de pequeño tamaño. Hámsters, jerbos y cobayas sí están permitidos, aunque incluso en estos casos se recomienda consultar previamente si se vive en régimen de alquiler fuera de la base, ya que muchos propietarios españoles imponen sus propias limitaciones.

Las razas de perro consideradas peligrosas en España

La normativa española sobre tenencia de animales también afecta de lleno a los militares estadounidenses destinados en Rota. En concreto, la legislación considera potencialmente peligrosas a determinadas razas de perro, sin entrar a valorar el carácter concreto de cada animal ni su historial previo. Es decir, la clasificación se aplica por raza, no por comportamiento.

Esto supone que algunos perros no pueden vivir en viviendas familiares dentro de la base ni acogerse a las mismas condiciones que el resto de mascotas autorizadas. En este grupo se encuentran razas como el Pit Bull Terrier, el Staffordshire Bull Terrier, el American Staffordshire Terrier, el Rottweiler, el Doberman Pinscher, el Dogo Argentino, el Fila Brasileño, el Tosa Inu y el Akita Inu, además de los cruces de estas razas.

Para muchos militares, esta limitación complica seriamente el traslado, ya que la base no dispone de alternativas para alojar a estos animales. En la práctica, tener uno de estos perros implica no poder traerlo a España durante el destino en Rota.

Número máximo de mascotas y normas de convivencia

Vivir dentro de la base también implica cumplir además unas reglas básicas de convivencia con los animales. En cada vivienda sólo se permiten dos mascotas como máximo y, en todos los casos, deben ser perros o gatos. No hay límites de tamaño, pero sí normas sobre su cuidado diario.

Aunque las casas están valladas, no está permitido dejar a los animales fuera de manera continuada. La normativa busca evitar molestias al resto de residentes y garantizar el bienestar de las propias mascotas. Tampoco existen parques caninos dentro de las zonas de alojamiento.

Además, todos los animales deben quedar registrados en el Centro de Tratamiento Veterinario de la base en un plazo máximo de 15 días desde la llegada a España o desde el momento en que se incorporan a la unidad familiar.

Costes y responsabilidades que asume el propietario

La Marina es tajante en este aspecto. El transporte de mascotas corre íntegramente a cargo del propietario. No es reembolsable, no es deducible y puede alcanzar cifras muy elevadas. El coste medio de trasladar una mascota a España a través de una empresa especializada ronda los 3.000 dólares.

A esto se suman las restricciones de las aerolíneas, que en determinadas épocas del año prohíben el transporte de algunas razas por motivos climáticos, y los límites de peso, que incluyen tanto al animal como al transportín homologado.

Una vez en España, los propietarios deben cumplir con toda la normativa local, incluida la obtención del Pasaporte para Mascotas de la Unión Europea, el registro del microchip en el sistema español y la obligatoriedad de vacunas anuales, incluso aunque en Estados Unidos se opte por vacunas trienales.

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