Las claves del ‘caso Isofotón’: el nuevo episodio de corrupción de la extinta Junta socialista de Andalucía

Isofotón.
Isofotón.

Isofotón era una empresa fotovoltaica que se vendió por un euro, con una plantilla de 700 trabajadores. Pese a estar en liquidación y a venderse por semejante precio -síntoma de la mala salud de la que gozaba su caja-, la Junta socialista regó a esta empresa con subvenciones por valor de más de 80 millones de euros entre los años 2005 y 2012. De estos 80 millones, casi la mitad salió de la agencia IDEA, que depende de la Junta de Andalucía. Motivo por el que su cúpula en la etapa socialista también está siendo investigada. Todos ellos están acusados de presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental.

Un juzgado de Sevilla ha citado como investigados a gran parte de la cúpula de las consejerías de Innovación y Empleo de los gobiernos socialistas de Manuel Chaves, José Antonio Griñán y ahora también de Susana Díaz. En total, son 37 ex altos cargos investigados, entre los que hay cuatro exconsejeros de Innovación y Empleo, tres exviceconsejeros, el exjefe del gabinete jurídico de la Junta, el expresidente de la caja de ahorros El Monte y un exdirectivo que es, curiosamente, sobrino de Felipe González.

Estas semanas el nombre de la compañía ha sido noticia, pero no por la empresa, sino por el caso de corrupción de la Junta socialista cuyo nombre se ha basado en la firma que recibió 80,5 millones de euros de todos los andaluces: ‘el caso Isofotón’.

Concretamente, la semana pasada el presidente de la empresa, Ángel Luis Serrano Serrano, tenía que haber declarado la semana pasada, pero no fue, motivo por le cual la jueza que instruye el caso dictó una orden de detención. Sin embargo, Serrano Serrano ha hecho acto de presencia este mismo martes en el juzgado, y la jueza le ha citado a declarar en noviembre. Su hermano, también imputado, tampoco declaró, porque, según dijo, no le llegó la notificación.

Ángel Luis Serrano compró la empresa en 2010, e iba a ser el salvador de la misma, que ya se tambaleaba. Su precio: un euro. Se trataba de una empresa con pérdidas multimillonarias y que, sin embargo, seguía siendo regada por la Junta socialista de Andalucía. La pregunta que todos se hacen: ¿por qué la Junta siguió avalando préstamos con fondos públicos para reforzar a una empresa que estaba en la ruina?

Teresa Ribera, actual vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, por cierto, fichó por Isofotón y formó parte del ‘staff’ de la empresa “entre septiembre de 2012 y mayo de 2013, en labores de evaluación y asesoramiento en internacionalización en terceros países.

Por último, cabe destacar que nadie, absolutamente nadie, sabe dónde fueron a parar esos 80,5 millones de euros. Y quienes lo saben, por el momento, no han dicho nada.

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