LOS ACCIONISTAS DAN UN PASO MÁS PARA EVITAR QUE CASTILLEJO TRASPASE EL 50% DE ZINKIA A UNA SOCIEDAD PANAMEÑA

Miguel Valladares se convierte en el principal accionista de Zinkia

Pocoyo
José María Castillejo haciendo promoción de la joya de Zinkia: Pocoyó. (Foto: EFE)
Borja Jiménez

El Juzgado de lo Mercantil nº 10 de Madrid ha publicado, con fecha 30 de mayo de 2016, un Decreto por el cual se adjudican 8.259.800 acciones de Zinkia, que representan el 33% del capital de la compañía, a Miguel Valladares. De esta manera, Valladares se convierte en el primer accionista de Zinkia, con un 44,5% de las acciones del capital.

Valladares y el resto de accionistas pedirán el cese de José Mª Castillejo como presidente y del resto del consejo en la Junta General del próximo 14 de junio

Esta adjudicación estaba pendiente desde el pasado 2 de enero, fecha en la que concluyó la subasta por la que las acciones pasaban a ser propiedad de Miguel Valladares, tras no haberse presentado ningún postor que efectuara puja alguna por este paquete de acciones.

Según ha podido saber OKDIARIO, Castillejo ostentaba un 64,2% del accionariado. Ahora, sin este 33% adjudicado a Miguel Valladares, le quedaría aproximadamente, un 31,2%. Pero, a efectos de JOMACA, la sociedad patrimonialista de Castillejo, de ese 31%, el 20% irá a la Fundación Santa María de los Peñones, promovida por familiares del propio Castillejo, con lo que le quedaría sólo un 11%. Sin embargo, ese 11% se lo debe a Miguel Valladares por un préstamo en el pasado y está en fase de ejecución. Con lo que, tal y como explican fuentes conocedoras de la situación, «Castillejo, en breve, se podría quedar sin nada»

Este cambio en el accionariado de Zinkia hace que en la próxima Junta General convocada para el 14 de junio, Miguel Valladares pueda hacerse con el 44,5% del capital y de los votos, pedir la destitución del presidente, José Mª Castillejo y del actual consejo de administración.

Con su cese, se trata de impedir que Castillejo traspase el 50% de la actividad de ZINKIA a una sociedad panameña

Con esta medida se pretende paralizar la autorización para la puesta en marcha de una sociedad filial en Panamá por segundo año consecutivo. El año pasado, tras constituir otra sociedad en Panamá incumpliendo los estatutos de Zinkia, un Juzgado panameño pudo paralizar la actividad de esta empresa. Ahora, de nuevo, «Castillejo pretendía con esta nueva filial desviar la mitad de la actividad actual de la empresa, con el único fin de buscar opacidad fiscal y de evitar un control por parte de organismos españoles de su nefasta gestión», tal y como han explicado a OKDIARIO fuentes internas.

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