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Cuesta menos de 20 euros la noche y es el oasis donde se alojaba Alejandro Magno

Cuesta menos de 20 euros la noche y es el oasis donde se alojaba Alejandro Magno
Siwa.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Imagina hospedarte en un lugar que fue testigo del paso de uno de los más grandes conquistadores de la historia: Alejandro Magno. Cuando tenía 20 años, ascendió al trono y empezó a conquistar el mundo y dejó una marca indeleble en la historia, cuyo imperio se extendía desde Grecia hasta Persia.

Entre los lugares emblemáticos asociados con Alejandro Magno se encuentra la ciudad de Siwa, en Egipto. Fue aquí donde se dirigió al Oráculo de Amón, ubicado en el oasis homónimo, en busca de confirmación divina sobre su destino como conquistador. El Oráculo, un lugar mítico capaz de comunicar los deseos de los dioses y prever el futuro, otorgó a Alejandro el título de «rey de Asia», lo que fortaleció su legitimidad como gobernante y lo impulsó hacia nuevas conquistas.

Siwa, la ciudad que visitó Alejandro Magno

El oasis de Siwa, situado en el extremo noroeste del vasto desierto que se extiende más allá de la cuenca oriental del río Nilo, emerge como uno de los rincones más remotos y exóticos de Egipto.A pesar de su innegable encanto, Siwa permanece en gran medida fuera del radar de los principales destinos turísticos del país.

En el pasado, Siwa era reconocida como un importante punto de conexión entre cinco grandes rutas de caravanas que unían el valle del Nilo, el África central y la costa del Mediterráneo. Sin embargo, a lo largo de los siglos, su ubicación remota la mantuvo aislada del mundo exterior, lo que contribuyó a preservar su independencia y su singularidad a lo largo del tiempo.

Historia

El oasis de Siwa ha sido testigo de innumerables eventos a lo largo de la historia, desde leyendas antiguas hasta conflictos modernos. Aunque su famoso Oráculo de Amón contribuyó a su reputación sagrada, su origen como asentamiento estable sigue siendo un misterio, con algunas leyendas que lo vinculan a la reina-faraón Hatshepsut.

Durante la dinastía XXVII de gobernantes persas, se cuenta que Cambises II envió una expedición militar para destruir el Oráculo de Amón, una leyenda que ha generado controversia y dudas entre los historiadores, ya que nunca se han encontrado evidencias concretas de dicho evento.

Sin embargo, la leyenda llegó a oídos de Alejandro Magno, quien emprendió un viaje al oasis de Siwa para consultar al oráculo sobre su supuesto linaje divino como hijo de Zeus. Aunque nunca reveló la respuesta, mostró gran respeto por el sitio y expresó su deseo de ser enterrado allí.

Con la dominación romana, el oasis experimentó un declive, perdiendo la credibilidad del oráculo y convirtiéndose en un lugar de exilio. La influencia del cristianismo copto y la posterior llegada de las tropas árabes islámicas marcaron nuevos cambios en la zona.

A pesar de su tumultuosa historia, Siwa ha ido adaptándose a la vida moderna, incorporando comodidades como la televisión y carreteras asfaltadas en las últimas décadas, mientras conserva su encanto y misterio ancestral.

Lugares de interés

Durante generaciones, fue refugio para aquellos que presenciaron la transformación del Sahara en un desierto y, posteriormente, se convirtió en un punto de escala crucial en el camino hacia el Valle del Nilo. Los faraones reconocieron su valor estratégico y lo ocuparon, convirtiéndolo en una primera línea de defensa contra las tribus bereberes.

Uno de los monumentos más destacados de este antiguo esplendor es el Templo de la Revelación de Amón, también conocido como el Oráculo de Siwa. Este lugar mágico rivalizaba con otros sitios adivinatorios como Delfos o Mileto, y recibía ilustres visitantes, entre ellos el legendario Alejandro Magno. Los faraones solían pasar temporadas en Siwa en busca de la gracia de los dioses.

La Piscina de Cleopatra, una de las pozas de aguas termales dispersas por el oasis, debe su nombre a la última gran reina de Egipto, quien se dice que la prefería para bañarse durante sus visitas al oráculo. Aunque el Templo de Amón está en ruinas, desde el Oráculo se pueden disfrutar de vistas impresionantes de este oasis, salpicado de antiguos templos y ruinas de adobe, como Umm Ubedah, situado entre el oráculo y la Piscina de Cleopatra.

Lo que fue la ciudad de adobe de Shali, la antigua capital de Siwa, hasta el siglo XX, aún impresiona a los visitantes a pesar de los daños causados por las lluvias torrenciales. También es interesante conocer la Montaña de los Muertos (Gebel al-Mawta) para explorar tumbas que datan desde el antiguo Egipto hasta tiempos de Roma. Entre ellas, destacan los mausoleos de Si-Amun, Mesu-Isis, Niperbathot y la tumba de los cocodrilos.

Finalmente, los lagos de Siwa son un verdadero milagro verde en medio del desierto, alimentados por manantiales, albercas y pequeñas lagunas que se esconden entre las palmeras. El más grande de todos es el pozo Abu Sherouf, que abastece al lago Zeitun junto con otros dos grandes espejos de agua, el Siwa y el Maraqi.

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