La película que más ha influido a Quentin Tarantino es este western de John Wayne
Además de ser increíble cineasta, el director de 'Pulp Fiction' es un cinéfilo empedernido.
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Cualquiera que haya seguido un poco la filmografía de Quentin Tarantino sabe que el cineasta es un cinéfilo confeso, que copia (o mejor dicho «roba» en términos picassianos) para su propio imaginario cinematográfico. Así, sería imposible entender cintas como Kill Bill sin ley cine asiático hongkonés o cómo el western clásico y el spaghetti western fueron dos vertientes indiscutibles para que el director consiguiese filmar Django: Desencadenado y Los odiosos ocho. Pero ahora, el dos veces ganador del Oscar ha explicado cuál es para él, el título del oeste clave en su carrera.
Además de ser un director clave en el cine moderno, la de Tarantino es la de un hombre que ama el cine por encima de todo. De hecho, al igual que sucede con Martin Scorsese o Christopher Nolan, el director de Pulp Fiction es un fiel defensor de la experiencia cinematográfica en salas, aparte de ser un preescriptor de esas joyas ocultas que el resto de amantes del séptimo arte pasan por alto. De esta forma, el genio de Knoxville se ha convertido con el tiempo en la voz célebre oficial de la cinefilia y entre sus clásicas alabanzas a los clásicos, el turno le ha llegado a la magnífica Río Bravo de Howard Hawks. Una historia que ha sentado las bases para la impecable trayectoria del director y su distintivo gusto por el celuloide.
Howard Hawks: autor total
De primeras, podría parecer inusitadamente extraña la comparativa de la obra de Howard Hawks con la de Quentin Tarantino. El realizador siempre se ha mostrado como un autor rebelde que marca su propio ritmo en la industria del entretenimiento, rompiendo reglas del cine convencional y siendo en definitiva, una mirada posmoderna de la narración. De hecho, su particularidad alcanza cuotas tan radicales como el propio hecho de que siempre ha declarado que su carrera como director se reducirá a 10 películas. Por eso, si al otro lado del espejo colocamos el oficialismo de estudio de un hombre de la talla de Hawks, la comparativa a primera vista tiene bastantes fallas.
Sin embargo, Hawks en realidad fue un maestro camaleónico de los géneros, logrando destacar en cualquier vertiente. Desde el cine negro al western. Al igual que él, Tarantino buscó ofrecer un toque íntimo a cada género de su filmografía, siendo mucho más que un cineasta polifacético. Hawks representó el cine en su máxima expresión al retratar personajes que marcaron personalmente a un joven Quentin que comenzaría a amar la gran pantalla, gracias a una figura que jamás ganó el Oscar a Mejor director, más allá del premio honorífico que la Academia le entregó en 1975.
El mejor narrador para Quentin Tarantino
Mientras otros grandes visionarios de la magnitud de John Ford y Anthony Mann popularizaban las películas del oeste, Hawks hizo lo propio creando otras obras clave como pueden ser Río rojo o El Dorado. Pero quizás es Río Bravo el trabajo que mejor escenifica esa revolución dentro del género que aplicó el estadounidense. La historia sigue a un shérif de un pequeño pueblo en el oeste americano que solicita la ayuda de una banda de pistoleros para defenderse de un forajido que marcha hacia la ciudad para sacar a su hermano de la cárcel. A diferencia del trabajo de sus contemporáneos, donde se meditaba poéticamente sobre la propia historia estadounidense, el oficio de Hawks se centró en los personajes, adquiriendo una especie de sentimiento de «película reunión». Quentin Tarantino siempre lo alabó como el mejor narrado, dada esa habilidad para la construcción de escenas y ritmo fluido que lo convirtieron en el verdadero rey de la forma, sin ningún tipo de supeditación a la belleza pictórica.
Con esto, Hawks se presenta casi siempre como un director de escenas geniales, entendiendo la narración como una caracterización rica de personajes en lugar de una trama intensa. Es aquí donde Tarantino sigue esa particularidad heredada de Hawks y a menudo, siendo a menudo sus películas historias divididas en capítulos o como sus fans reconocerán, la consecución de escenas icónicas que permanecen inmortales en la mente del espectador.
Su conexión personal con ‘Río Bravo’
Como ya sabemos, Quentin Tarantino no se muerde nunca la lengua en alabar a los genios que adora. No obstante, nunca ha honrado tanto el trabajo de alguien a nivel personal como el de Hawks con Río Bravo. En 2007, ante una proyección privada de la cinta en el Festival de Cine de Cannes, el director explicó su conexión personal de la cinta protagonizada por John Wayne, Dean Martin y Ricky Nelson: «Hay ciertas películas en las que pasas tanto tiempo con los personajes que en realidad se convierten en tus amigos».
Al crecer sin un padre, Tarantino se aferró a las ideas de Hawks sobre los principios masculinos, admirando esa parte en la que la construcción del hombre fuerte no tuviese que partir de un sistema de clases. Eda esa influencia tan personal, no es de extrañar que para este director moderno Río Bravo haya sido en algún momento su película favorita de la historia, La cinta en cuestión está disponible Movistar + y Filmin.
Mientras tanto, Tarantino busca nuevo proyecto para su última película como director, después de cancelar la esperada The Movie Critic.