Ésta es la principal diferencia entre el Studio Ghibli y Pixar según el cineasta Hayao Miyazaki
Los dos sellos representan formas diferentes de entender el cine.
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El cine de animación hace tiempo que dejó de ser una «cosa de niños» para convertirse en una parte fundamental e histórica del séptimo arte. Un formato que encandila tanto a la crítica como al público, sin importar la edad de la audiencia. Disney fue el pilar base de esa ruptura asociativa del campo de los dibujos, pero quienes llevaron dicha condición al siguiente nivel fueron Pixar en occidente y el Studio Ghibli en el mercado oriental. Ambas, son dos compañías de una calidad y magnitud cinematográfica casi inabarcable y con un filmografía repleta de obras maestras que han dado la vuelta al mundo. Pero, aparte del estilo de la propia animación ¿Cuáles es la principal diferencia entre los dos sellos? El cineasta Hayao Miyazaki, uno de los máximos exponentes de Ghibli, lo ha explicado recientemente en unas declaraciones, desengranando que el mayor abismo entre ambas es la forma en la que se trata a la audiencia.
Tanto Ghibli como Pixar realizan un cine familiar. Esto quiere decir que sus películas están pensadas para que puedan ser disfrutadas tanto por los más pequeños de la casa, como por sus padres. Aunque una de las barreras infranqueables de estas dos marcas es la marcada diferencia artística. El estudio californiano lleva la voz cantante en el diseño a través de los efectos digitales, siendo una pionera en el terreno desde la primera Toy Story. Poco a poco, Pixar ha ido detallando cada vez más al limite esa precisión CGI, mientras que desde Ghibli han apostado por el tradicional anime japonés, incorporando de forma paulatina algunos efectos digitales. Diferencias evidentes aparte, no son pocas las veces en las que han coincidido en sus críticas al belicismo, se han apoyado en el poder de la amistad o el amor y han potenciado el respeto por la naturaleza. Ahora, con todo esto la palestra…existe algo esencial que resulta invisible a los ojos de la audiencia global, pero que fue revelada en una charla entre el propio Miyazaki, el productor Toshio Suzuki y el ex director de la empresa del flexo, Pete Docter.
La libertad creativa del Studio Ghibli
Miyazaki se llevó en la pasada edición de los Oscar su segunda consideración en la categoría de Mejor largometraje de animación por El chico y la garza. El segundo después de El viaje de Chihiro y tercero, si tenemos en cuenta el premio honorífico que la Academia le otorgó en 2015. En comparación y como era de esperar dado el origen de la compañía, Pixar ha obtenido muchos más premios Oscar. Concretamente 26 estatuillas doradas para la productora fundada a finales de los 80 por nombres tan ilustres como John Lasseter, George Lucas o el mismísimo Steve Jobs, entre otros. La diferencia tiene sentido, sobre todo atendiendo a que Ghibli lo tiene bastante más complicado a nivel cultural y por distribución, de acceder al gran público en Norteamérica.
Situación que trasciende por supuesto también en lo económico. En la casa nipona, la cinta más taquillera es precisamente El viaje de Chihiro con 400 millones de dólares recaudados en todo el mundo. Por su parte, Pixar alcanzó la octava posición en la lista de películas más taquilleras de la historia con Del revés 2. El regreso al mundo de sentimientos de Riley obtuvo unos 1.675 millones de dólares en el box office mundial. Pero dinero a parte, para Miyazaki el compromiso creativo no se puede vender.
Es precisamente ese último adagio lo que se escenificó en la reunión que recogió Comic Natalie, dentro de una charla en Ghibli Sweaty, un popular programa de radio de Tokyo FM. En el canal habitualmente invitan a miembros ilustres de la industria y en esta ocasión, el tema a debatir entre Docter, Suzuki y Miyazaki fue el de las proyecciones de prueba (llamadas screen test) que Pixar realiza para determinar si una de sus propuestas gustará al público o no. Una práctica que en realidad, desempeñan la mayoría de majors en Hollywood. Algo impensable para el equipo del director de Tokio, quien le respondió lo siguiente a Docter cuando este le pregunto si en Ghibli hacían estas pruebas para los espectadores:
«No, es imposible que todos los espectadores entiendan una película. Somos nosotros los que asumimos la responsabilidad, así que no podemos dejarlo en manos de alguien que esté allí por casualidad».
Las pruebas si son importantes para Pixar
En la misma charla, Docter explicó que en su método, las proyecciones de prueba son útiles y que sirven en parte para corregir aquellas cosas que no funcionan y tener en cuenta (al menos en cierta medida), las opiniones del público: «Puedo sentir cuando están aburridos o cuando están absortos en la pantalla, así que creo que sus reacciones son genuinas. Creo que es nuestra responsabilidad ajustar la película laque que resuene en la mayor cantidad de personas sea posible».
Pixar estrenará Elio en 2025, mientras que tendremos que esperar a 2026 para poder ver las ansiadas Los Increíbles 3 y Toy Story 5. Ghibli en cambio, es bastante más discreto con sus proyectos y seguramente no sabremos de su próxima historia hasta que no vaya a tener una fecha aproximada. A pesar de sus 83 años, Miyazaki ya aseguró hace un año que ya trabajaba en una nueva historia.