Diego Urdiales borda el toreo en Vistalegre y corta la única oreja de la tarde

Diego Urdiales borda el toreo en Vistalegre y corta la única oreja de la tarde
Diego Urdiales exhibe la oreja cortada al segundo de su lote (Foto: EFE).

El Palacio de Vistalegre de Madrid ha vuelto a acoger uno de los carteles con mayor expectación de la Feria de San Isidro al contar con Diego Urdiales, José María Manzanares y Andrés Roca Rey. El aforo permitido, casi lleno, arrancaba a las siete de la tarde con la octava de feria en la que se lidiaba una importante corrida de la ganadería de Victoriano del Río.

La tarde fue inaugurada por el riojano Diego Urdiales, que se enfrentó a un toro serio de estampa, pero que fue perdiendo fuerza a lo largo de la lidia. Sobre la arena dejó con el capote un ramillete de artísticas verónicas. El inicio de la faena arrancó sacando con torería al astado de Victoriano a los medios, para reducirle la embestida en la primera de las series con su mano diestra, quedándose en el sitio y dibujando su genial concepto. Tras estos momentos de gran emoción, el animal perdió fuerza y no hubo manera de que el trasteo fructificase en premio. El remate final lo alcanzó con gran acierto y una precisa estocada tras la que fue ovacionado. Su subalterno Juan Carlos Tirado resultó prendido sin consecuencias a la hora de dar la puntilla.

El segundo astado de la tarde fue para José María Manzanares, que lo recibió con sensacionales verónicas. Las diferentes series que siguieron demostraron transmisión con su mano derecha, con la que Manzanares le bajó muchísimo la mano y llevó a su terreno al astado de Victoriano. El público continuó admirando su arte con una buena tanda en su mano zurda. El animal se abría con ímpetu en la arena, repetía, humillaba y tenía ese punto de codicia y ligazón que permitió al alicantino lucirse en la tarde de Feria. Manzanares continuó con grandes cambios de mano y en ese momento el animal comenzó a aprender a echar la cabeza arriba en los momentos clave. El torero se posicionó firme para imponerse ante al astado y conseguir sacarle una buena faena. Lo intentó matar recibiéndolo en dos ocasiones, pero acertando sólo en la segunda, emborronando así su faena y llevándose una ovación.

El tercer toro fue para Roca Rey en su segunda tarde en la Feria de San Isidro. Lo recibió por medias verónicas y ajustado a tablas. Continuando por chicuelinas y revoleras que levantaron las palmas de los tendidos. El astado fue peligroso en banderillas ya que casi prende a uno de sus banderilleros. La faena la brindó a Mario Vargas Llosa. Ya con la muleta, lo recibió a pies juntos, rematándolo por lo alto.

El peruano consiguió lentamente sacarle numerosas embestidas. Maravilló a los tendidos con una gran serie de naturales ligados en redondo. La tarde iba creciendo y, tras un pequeño susto al ser prendido por el toro, Roca Rey se recompuso de manera altiva marcando una buena tanda de naturales muy cerca del animal. Remató con una estocada tendida, lo que hizo que el público le ovacionase.

Urdiales continuó con el segundo de la tarde, brindándolo a todos sus compañeros heridos durante la feria. El animal era extraordinario y el riojano supo aprovecharlo magistralmente. De nivel fueron sus naturales, así como emocionante cada segundo que avanzaba la faena. Remató con una tremenda estocada con la que se ganó la oreja con creces.

El quinto toro fue el de Manzanares, muy breve con el capote y sin conexión con la lidia y la faena. La tarde se le complicaba al diestro, tanto que no pudo lucirse con la muleta, por lo que decidió abreviar la faena. Finalmente y tras una gran estocada, fue ovacionado.

La tarde la cerró Roca Rey comenzando su faena de muleta anclado de rodillas en el ruedo toreando en redondo al animal. Continuó por derechazos, consiguiendo ligar una gran faena que supo entender el público. Imposible fue pasarse más cerca del toro con pases a pies juntos y rematados por alto. Claramente y con creces supo ganarse al público en una faena desde luego con mucho valor. Gobernó completamente al toro y consiguió sacarle todo lo que tenía. Lo citó despacio, poco a poco hasta arrancarle una buena tanda por naturales intercambiados por la espalda. Finalizó con una gran estocada y el público le regaló una gran ovación.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros de Vistalegre. Octava de Feria. Casi lleno en el aforo permitido.
Toros de Victoriano del Río y uno, el tercero, de Cortés.
Diego Urdiales, ovación y oreja.
José María Manzanares, ovación y ovación.
Andrés Roca Rey, ovación y ovación.

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