He probado la Creative Stage Pro y sorprende como cine en casa por menos de 140 €


En un momento en el que consumimos más contenido que nunca, desde series interminables hasta videojuegos cada vez más intensos contar con un buen sonido marca la diferencia. No hace falta gastar grandes sumas para dar ese salto de calidad. Firmas como Creative llevan años ofreciendo soluciones accesibles que convierten cualquier salón en un espacio más cercano al cine. La Creative Stage Pro es un ejemplo claro de esa filosofía, una barra de sonido pensada para realzar la experiencia diaria con un equilibrio entre precio, diseño y potencia por un precio muy sensato.
Así es la Creative Stage Pro
Diseño que aparenta más de lo que cuesta
Cuando sacas la Stage Pro de la caja, lo primero que llama la atención es su acabado. Creative ha optado por una estética sobria, en negro, que encaja en cualquier salón o incluso en un escritorio de trabajo, donde me ha dado muchas alegrías. La barra es compacta, ligera y con una rejilla frontal que oculta un pequeño display muy útil para saber qué fuente de sonido estamos usando o en qué modo se encuentra.
El subwoofer, aunque no es enorme, transmite la sensación de solidez y aporta ese plus que siempre se agradece al reproducir graves. Lo interesante es que, al colocarla junto al televisor, parece un producto más caro de lo que realmente cuesta. Y ese detalle importa cuando recibes visitas y quieres presumir de un equipo de sonido que sorprende en lo visual y que responde aún mejor en lo auditivo.
Un sonido que llena la habitación
La gran baza de esta barra es su capacidad para llenar la sala de sonido pese a su tamaño. La tecnología SuperWide se nota, ya que el escenario sonoro se expande más allá de lo que uno espera de una barra compacta. No es un sistema 5.1 ni pretende serlo, pero el efecto envolvente es convincente, especialmente al ver películas o jugar a videojuegos.
La integración con Dolby Audio aporta diálogos claros, voces bien definidas y un rango de frecuencias equilibrado. En mis pruebas con series de Netflix o contenidos de podcasts en YouTube Premium, me ha sorprendido lo fácil que era entender las conversaciones incluso con escenas cargadas de efectos. Y en videojuegos casuales, el subwoofer cobra protagonismo y aporta un impacto extra que cambia la experiencia.
Conectividad de forma sencilla
Uno de los puntos que más valoro es la facilidad de uso. La Creative Stage Pro es prácticamente plug and play. Si tu televisor cuenta con HDMI ARC, basta conectarla y ya está lista para funcionar, controlándose incluso con el mando de la tele gracias al estándar CEC. Pero también tienes la posibilidad de usar conexión óptica, auxiliar de 3,5 mm, USB o Bluetooth 5.3.
Personalmente, he alternado entre HDMI ARC y Bluetooth. Para cine y series, HDMI ofrece una calidad sin retrasos, mientras que para escuchar música rápida desde el móvil, el Bluetooth resulta cómodo. Todo lo hace de manera directa, sin enredos ni configuraciones avanzadas. Está pensada para quienes quieren disfrutar desde el primer momento de mejor calidad sonora.
Ideal para cine y videojuegos
He usado la Stage Pro en diferentes contextos y puedo decir que donde saca realmente pecho especialmente con cine y juegos. En películas de acción, las explosiones y efectos suenan con contundencia sin necesidad de subir demasiado el volumen. En producciones con gran carga sonora, como la saga de Harry Potter o cualquier película de acción, el modo Wide aporta amplitud y profundidad, acercando bastante la experiencia al cine en casa.
En el terreno gamer, he probado tanto en consola como en PC. En juegos tipo shooters, cada disparo se nota con fuerza, mientras que en juegos de aventuras los ambientes ganan vida gracias al subwoofer. Aunque no llega al nivel de un sistema Atmos completo, para su rango de precio ofrece una experiencia más que satisfactoria.
En música mejora, pero no es su terreno
Creative ha dado pasos adelante en la reproducción musical respecto a generaciones anteriores. Conectando la Stage Pro a través de la entrada auxiliar y usando Apple Music, notas una mayor claridad y una pegada convincente en instrumentos de tipo percusivo. El subwoofer ayuda a que las frecuencias graves no saturen y el resultado general es agradable, sin empastar la mezcla.
Sin embargo, no es una barra diseñada para audiófilos. Frente a un sistema estéreo dedicado, la música no lo da todo. Aun así, para un uso casual o como equipo polivalente que también te permite escuchar playlists de tu app de streaming mientras realizas otra actividad, cumple sobradamente. Ojo, si no eres un oído debidamente entrenado, no vas a percibir
Modos de escucha para cada situación
Uno de los detalles más interesantes son los dos modos de escucha: campo cercano y campo lejano. El primero está pensado para escritorios y setups gaming, donde estás sentado a poca distancia. El segundo proyecta el sonido para llenar una sala de mayor tamaño. He probado ambos y la diferencia es notable, en mi escritorio, el campo cercano ofrece una inmersión casi total, mientras que en el salón el campo lejano consigue que todos los presentes disfruten de una experiencia uniforme.
Puede ser todavía mejor
No todo es perfecto. Echo en falta una aplicación de control que permita ajustar la ecualización de forma más personalizada. También es cierto que, aunque la música suena mejor que antes, sigue sin ser el punto fuerte de esta barra. Y si buscas una escena sonora más amplia para música clásica o jazz, notarás sus limitaciones.
Ahora bien, teniendo en cuenta el precio, estos aspectos se entienden y no empañan para nada la experiencia general. La Stage Pro está pensada para quienes quieren facilidad y buen rendimiento sin follones. Y dicho sea de paso, sí que es cierto que vas a notar cierta mejora.
Una barra fácil de recomendar
Después de varias semanas con la Creative Stage Pro, tengo claro que es un dispositivo redondo para quienes quieren dar un salto en calidad de sonido sin gastar demasiado ni llenar el salón de cables. Su diseño encaja bien en cualquier espacio, el sonido sorprende con pegada y claridad, y la conectividad es tan variada que no tendrás problemas para integrarla en tu día a día.
Por 139,99 euros, precio en la web del fabricante, pocas barras ofrecen tanto. No pretende competir con sistemas de gama alta, pero en su rango es difícil encontrarle rival. Si buscas cine en casa compacto, juegos con impacto y facilidad de uso, la Stage Pro se convierte en una opción muy recomendable. Yo la tendría encantado como compañera diaria.
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