Nueva carta de los padres de una víctima del Highlands: «El colegio miente, no es un hecho puntual»
Los padres de una víctima del cura del colegio Highlands: «El valor de nuestra hija ha servido para acabar con la tortura"
La Policía descubre ahora un caso de abusos entre menores que el Highlands tapó hace dos años


En una segunda carta dirigida a la dirección y a los padres del colegio Highlands El Encinar, la familia de una de las víctimas del cura detenido por agresión sexual a seis alumnas menores de siete años, acusa a los responsables del colegio de no invitarles a las reuniones con el resto de padres y de mentir a éstos últimos diciendo que se trata de «un hecho puntual».
Los padres de esta víctima, también acusan a la dirección del colegio de dejarles abandonados, sin ayuda ni apoyo, tras la detención del cura del colegio Highlands: «Nuestra hija ha dejado de existir para ellos».
En el texto, los padres de la menor dan las gracias a todos los padres que les apoyan, piden ayuda a los profesores del centro para que cuenten todo lo que sepan sobre el cura del Highlands y agradecen a su propia hija su valentía por denunciar el caso.
La Policía incluye la carta en el sumario
Esta segunda carta a la dirección del colegio y a los padres está fechada tres días después de la primera carta publicada en OKDIARIO y los investigadores de la Policía Nacional la han incluido en las diligencias del caso.
La carta arranca de esta forma: «Hemos tenido conocimiento de que en el día de ayer se celebraron dos reuniones informativas con las familias del Colegio en relación con las denuncias interpuestas contra el sacerdote Marcelino de Andrés Núñez. Como padres de una de las víctimas, expresamos nuestro profundo dolor e indignación al constatar que no hemos sido convocados a ninguna de ellas».
«Nuestra hija no existe para ellos»
A continuación, los padres de la víctima denuncian el desinterés del centro por ellos y por su hija, una situación que se mantiene a día de hoy, según manifiestan los afectados: «La dirección no ha mostrado el más mínimo interés en el estado de nuestra hija ni ha intentado ponerse en contacto con nosotros. Este absoluto silencio solo puede interpretarse como indiferencia, como si la víctima hubiera dejado de existir para ellos».
Lo más grave para la familia de la niña es algo que durante la reunión con las familias del centro sostiene el colegio: «Nos transmiten que el colegio habría emitido una afirmación manifiestamente falsa y gravemente irresponsable: que se trataba de un único hecho puntual. Esta aseveración no sólo es contraria a la realidad, sino que minimiza la magnitud de un daño sufrido de manera sistemática».
A pesar del profundo dolor de la familia de la menor, esta reserva las últimas líneas de esta segunda carta para agradecer su apoyo al resto de familias del centro: «Agradecer de todo corazón la labor de las familias que se han organizado de manera autónoma para reivindicar medidas en favor de las víctimas, así como para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los menores del centro. Su sensibilidad y determinación nos reconfortan en estos momentos de enorme tristeza».
Piden la colaboración de los profesores
La familia de la menor aprovecha para instar a todas las familias de alumnos y a los profesores a que colaboren con la investigación judicial.
«Su colaboración puede ser clave no solo para esclarecer los hechos, sino también para brindar apoyo a los menores que, por miedo o vergüenza, no han podido expresarse con claridad. Hoy, ustedes pueden ser su voz. Su testimonio puede servir para que ningún otro niño tenga que vivir con el peso del silencio. Por ellos, por los que no pudieron gritar, les pedimos que no guarden para sí lo que algún día un alumno confió en ustedes», reclama la familia de una de las niñas que sufrió la presunta agresión sexual.
Los padres dedican, precisamente a su hija, las últimas líneas de su carta: «Por último, queremos expresar la certeza de que la valentía de nuestra hija, junto con la de los demás denunciantes, habrá servido para poner fin a una tortura que, de otro modo, podría haber continuado durante años. Atentamente, Los padres de una de las víctimas».
Sexta víctima del presunto agresor
El llamamiento de estos padres a colaborar con los especialistas de la Unidad de atención a la Familia y a la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, está surtiendo efecto. La Policía ha recibido una nueva denuncia de otra víctima del presunto agresor, la sexta desde el comienzo de la investigación.
A lo largo de la investigación, una decena de familias del colegio se ha puesto en contacto con los agentes para denunciar las situaciones anómalas que vivieron sus hijos en el centro con el cura detenido por agresión sexual. Incluso una de estas llamadas ha destapado, como ha publicado OKDIARIO, otro caso de abusos sexuales entre menores en el centro que no había salido a la luz, a pesar de que la Dirección del colegio Highlands El Encinar lo conocía.