El ex novio de Juana Canal será juzgado por asesinato y no por homicidio imprudente como pretendía
La Audiencia Provincial de Madrid rechaza el recurso de la defensa de Jesús Pradales para que se le juzgue por el homicidio imprudente de su ex novia Juana Canal. El tribunal considera que la muerte de la víctima no fue un accidente, como mantiene Pradales, y un jurado popular le juzgará por asesinar a Juana, descuartizar su cadáver y ocultar los hechos durante 19 años.
La defensa de Pradales entiende que «los hechos denunciados pudieran ser constitutivos de un delito de homicidio imprudente, dado que no pretendía acabar con la vida de la víctima, aunque ese acabara siendo el resultado». Sin embargo, en el auto al que ha tenido acceso OKDIARIO, la Audiencia Provincial de Madrid cree que el recurso de Pradales carece de fundamento por la confesión del procesado y por la forma en que se hallaron los restos de la fallecida, «Hecho que no permite concluir que fue un homicidio imprudente».
El presunto asesino de Juana Canal ha confesado la muerte de la mujer en tres ocasiones, siempre como si se hubiera tratado de un homicidio accidental con una pena sensiblemente inferior a un asesinato. Jesús asegura que la noche del suceso la pareja discutió en su domicilio de Madrid, Juana comenzó a agredirle y él, para quitársela de encima, extendió el brazo dándole a la mujer un golpe en el cuello que la mató en el acto.
«Yo la quería», ha insistido Jesús en sus declaraciones. Lo cierto es que después del homicidio, intentó bajar a cuestas a Juana Canal hasta el portal fingiendo que estaba bebida. Como no pudo con tanto peso, Jesús metió el cadáver de Juana en la bañera, lo cortó en dos mitades a la altura de las caderas con un cuchillo, metió ambas partes en sendas maletas, y usando su taxi, las llevó hasta un paraje de Navalacruz (Ávila) donde enterró los restos.
Jesús regresó a la vivienda para limpiar la bañera y las cortinas manchadas de sangre. El homicida dejó una nota al hijo de Juana contándole que su madre se había marchado de casa. Luego se creó una nueva vida y desapareció durante 19 años. Un excursionista encontró los restos de Juana en 2019 y en octubre de 2022 la UDEV de la Policía Nacional detuvo a Pradales. El presunto homicida confesó al día siguiente, y repitió su confesión en dos ocasiones en el juzgado que investiga el caso. Todo, cuando sólo quedaban cuatro meses para que prescribiera el caso.
Ahora la Audiencia Provincial puntualiza que: «Llama la atención sobre el hecho punible que es claramente susceptible de ser calificado como delito de violencia de género».
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