Muere de cáncer el narco ‘Casper’: conocido por robarle 17 cuadros a Esther Koplowitz
El narcotraficante Ángel Suárez Flores, alias ‘Cásper’, encarcelado por decenas de hechos delictivos de índole grave, ha fallecido este sábado en el hospital Gregorio Marañón de Madrid por un linfoma, han informado fuentes policiales. El delincuente es más conocido por haber robado 17 cuadros de arte a Esther Koplowitz.
‘Cásper’, también conocido como ‘El Rey de los Aluniceros’ fue condenado la última vez en junio de 2016 a 89 años de cárcel por ser el líder de una organización criminal dedicada a robar cargamento de droga a otros ‘narcos’ con métodos extremadamente violentos. Además, fueron condenados a penas de prisión de entre uno y 43 años a otras 15 personas integrantes de esta banda.
Súarez Flores, de nacionalidad española y nacido en 1959, había salido con libertad provisional de la cárcel en enero. Se encontraba en prisión provisional desde el 14 de mayo de 2011 por liderar una banda que traficaba con los llamados ‘volcados de droga’, es decir, se apoderaban de los contenedores con estas sustancias ilegales, haciéndose pasar en algunas ocasiones por guardias civiles y recurriendo a torturas, amenazas e incluso detenciones ilegales.
Esto último ocurrió con un testigo protegido con el que trataron de obtener información sobre unos contenedores de droga que llegaron al puerto de Algeciras (Cádiz). Para ello, lo trasladaron a una nave industrial, lo dejaron en ropa interior y le propinaron puñetazos y patadas con la cabeza envuelta con cinta, según advirtieron los condenados, «para que no salieran fluidos al dispararle».
Cuando la víctima les dijo que uno de los contenedores de droga que buscaban ya había sido despachado, para estar seguros que decía la verdad, le cortaron parcialmente el dedo pulgar del pie izquierdo con un machete. La Audiencia Nacional acreditó que la banda de ‘Cásper’ se centraba en Algeciras y El Cuervo, para lo que utilizaron una treintena de vehículos.
En agosto de 2019, agentes de la Benemérita ya le detuvieron en Córdoba, cuando se dirigía en coche, junto a un acompañante –al que se le intervino una pistola–, a cobrar una deuda relacionada con una operación frustrada de narcotráfico. Sin embargo, ‘Cásper’ volvió a quedar en libertad por falta de pruebas y el grupo volvió actuar durante el puente del Pilar en el Puerto de Alicante, donde lograron ‘volcar’ un alijo de 2.000 kilos de cocaína valorados en 50 millones de euros.
En los meses siguientes, antes de su última detención, se pudieron certificar varios viajes de Suárez Flores a distintos países del extranjero, con la intención presuntamente de blanquear las ganancias derivadas de dicha operación. Así, viajó a Camerún, Argentina, Costa Rica y Venezuela. En Camerún, por ejemplo, invirtió en la construcción de un puerto, y en otros casos ha apostado por medicamentos contra el cáncer como tapaderas para su negocio, señaló en su momento la Policía.
Durante el juicio, ‘Cásper’ negó utilizar este alias, si bien reconoció haber cometido delitos de ‘cuello blanco’. Insistió en que no era ningún especialista en secuestros ni malos tratos. «Nunca en mi vida he participado en un hecho violento», insistió durante la vista oral.
La mujer del ahora fallecido fue una de las absueltas al no haberse podido probar que conociese el origen ilícito del dinero que todos los meses le proporcionaba su marido y que se gastaba en el mantenimiento de la familia.
La Fiscalía atribuía a esta banda un total de 36 delitos –con 26 acusados, incluido ‘Cásper’–, que iban desde el tráfico de drogas hasta la detención ilegal y las torturas, amenazas, integración en grupo criminal, tenencia ilícita de armas, blanqueo de capitales y falsificación de documentos.
Robo en casa de Esther Koplowitz
Uno de los golpes más sonados del ‘Rey de los butroneros’ y su banda fue el robo de varios cuadros del domicilio de la empresaria Esther Koplowitz ocurrido en agosto de 2001 y por el que fueron condenados cada uno a solo un año de cárcel.
El grupo se compinchó con el vigilante de seguridad del domicilio de la empresaria, sito en el Paseo de la Habana. Por ese motivo, conocía que durante el mes de agosto la casa no tenía sistemas de alarma operativos, que se estaban realizando obras en ella y que sus moradores estaban ausentes.
Para poder acceder al piso, el vigilante realizó una copia del mando a distancia de apertura de la puerta principal del garaje. De este modo, en la madrugada del 8 de agosto, los imputados accedieron al domicilio de Koplowitz y se apoderaron de 17 obras de arte de incalculable valor histórico y artístico. Para poder sacarla del inmueble, desmontaron la cerradura de la puerta trasera del garaje, por donde introdujeron una furgoneta.
A continuación, y para dar la sensación de que había sido un golpe contra el responsable de seguridad, evitando así cualquier sospecha, desconectaron el monitor del circuito cerrado de televisión que enfocaba la puerta principal y de servicio de la casa y se colocó maniatado en el vestíbulo de la residencia hasta que llegó la Policía. Los agentes fueron alertados por otros vigilantes y por el portero de la finca.
Las obras robadas fueron: ‘Las fábricas’, de Maximillien Luce; ‘Niña con sombrero’ y ‘La casita de muñecas’, de Maitre Foujita; ‘Porto D’Anzio’, de Francisco Pradilla y Ortiz; ‘Paisaje a Eragny soleil couchant’, de Camille Pisarro; ‘Paisaje con barcos de vela y casa derruida’, de Lucas; ‘La caída del burro’ y ‘La caída del columpio’, de Goya; ‘Bodegón de Flores’, de Hermen Anglada Camarasa; ‘Las tentaciones de San Antonio’, de Peter Brueghel; ‘Escenas de Carnaval’, de José Gutiérrez Solana’; ‘Al Baño Valencia’, de Joaquín Sorolla; ‘Vista de los Picos de Europa’ y ‘Claro de sol sobre nubes de primavera en la Sierra de Guadarrama, de Carlos Haes; ‘L’avenue du Bois de Bologne’, de Luigi Loir; y ‘Mujer con pajarito en las manos’ (desconocida).
‘Cásper’ y sus colaboradores también se hicieron, según el fiscal, con diversas figuras egipcias, griegas y orientales, y con valiosas obras de bronce y cristal. Tras una larga investigación policial internacional para su recuperación, el FBI supo que los procesados pretendían vender las obras a unos supuestos compradores llamados ‘Oleg’ e ‘Iván’, con los que concertaron la transacción en el Hotel Meliá Castilla.
La Policía Nacional y el FBI tuvieron conocimiento de esta información y pusieron en marcha un dispositivo autorizado judicialmente. Los agentes lograron detener en el hotel a los acusados con uno de los cuadros sustraídos. Otros nueve fueron recuperados en el interior de un vehículo que habían dejado estacionado en el aparcamiento del Centro Comercial Esquina del Bernabéu.
El resto de las obras, excepto cinco que no fueron localizadas, se requisaron durante el registro domiciliario que la Policía realizó el 8 de septiembre de 2002 en Playa de Aro (Gerona), que había sido alquilado por personas no identificadas. Los desperfectos que sufrieron los cuadros y las figuras a consecuencia del robo fueron parcialmente tasados en 14.720 euros.
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