Hoy se celebra el Día Mundial del Ictus

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Marta sufrió un Ictus hace dos años, se despertó en una cama en un hospital sin saber quién era, sin poder hablar y sin poder moverse. Los daños que sufrió hicieron que muchos perdieran la ilusión de poder volver a hablar con ella. Se convirtió en una mujer totalmente dependiente y su vida le había cambiado por completo. Pero la esperanza de Marta no se acabó ahí, con mucho esfuerzo y rehabilitación la paciente ha conseguido volver a su vida normal y ha recuperado las funciones vitales que le arrebató el Accidente Cerebro Vascular. 

Hoy, Día Mundial del Ictus, Marta es el ejemplo de superación para concienciar a la sociedad sobre una enfermedad que en la mayoría de casos se puede evitar. Aparentemente, un Ictus se da de forma repentina e inesperada, pero en realidad en la mayoría de los casos es una consecuencia de una serie de conductas poco saludables como la hipertensión, el colesterol alto, la obesidad, las enfermedades del corazón y el tabaco. 

Pero además de los hábitos que podemos evitar, existen unas predisposiciones inevitables que debemos conocer como la edad, que es uno de los factores principales. El riesgo de padecer un Ictus se incrementa de forma importante con los años, también tiene una predisposición genética relevante, los antecedentes familiares son cruciales y hay que tenerlos presentes al igual que haber sufrido otro Ictus con anterioridad. En cuanto al sexo, los hombres sufren más accidentes cerebrales pero las mujeres tienen mayor índice de mortalidad. Es importante que las personas que se encuentran bajo estas facultades conozcan lo que es realmente un Ictus y sepan como actuar con rapidez.

Una detección temprana de un Ictus es primordial para que los daños cerebrales sean los menos posibles. Para actuar a tiempo es necesario conocer los síntomas iniciales del Ictus, para ello la Fundación DACER quiere concienciar de la magnitud de esta enfermedad que cada vez afecta a más personas en nuestro país. En concreto, en España 187 personas de cada 100.000 sufren un Ictus cada año y una de cada tres fallecen a causa de la trombosis. De los afectados que sobreviven, el 40% sufre alguna discapacidad, por lo que la fase aguda que son los 10 o 12 minutos iniciales es crucial para evitar daños irreparables. Para reaccionar a tiempo hay que llamar a urgencias ante cualquier indicio como la pérdida de fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo, la pérdida de visión repentina, algún trastorno en el lenguaje o el dolor súbito de cabeza

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