La fecha exacta en la que acabará la ola de calor en España
Las temperaturas no han dejado de aumentar en los últimos días y la Agencia Estatal de Meteorología prevé que la ola de calor siga evolucionando, al menos, hasta el próximo viernes, 17 de junio.
El martes y el miércoles, según la AEMET, se superarán los 35 grados en amplias zonas de la meseta Norte, alto Ebro, sur de Galicia, interior del Cantábrico oriental y Mallorca y se podrán alcanzar los 40ºC en el valle del
Ebro. En el centro y sur peninsulares las temperaturas se mantendrán altas, alcanzándose o superándose los 40ºC , sobre todo en los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir, donde podrían superarse los 42ºC.
A partir del jueves aumenta la incertidumbre en cuanto a la evolución de las temperaturas, aunque en general se esperan cambios ligeros. Es probable que el ascenso de los termómetros continúe en muchas zonas de la mitad norte, pudiendo darse algún descenso ligero en puntos de Andalucía y del sureste y, el jueves, en el extremo oeste peninsular. Durante este episodio las temperaturas mínimas serán también elevadas, con valores entre los 20 y los 25ºC en amplias zonas del sur y zona centro.
A partir del viernes, según indica la Agencia Estatal de Meteorología, habrá un descenso significativo de las temperaturas en la mitad occidental peninsular, manteniéndose los valores muy elevados en la mitad oriental. No obstante, hay una gran incertidumbre en torno a qué ocurrirá con la ola de calor por la presencia de una dana que se situará cerca de Madeira y que puede afectar a las temperaturas de nuestro país.
La estabilidad generalizada y la fuerte insolación, junto con la entrada de una masa de aire muy cálida procedente del norte de África, ha provocado esta semana un importante ascenso de las temperaturas, mínimas y máximas, en buena parte de la Península.
Recomendaciones
La ola de calor supone un desafío para el organismo, que se ve obligado a hacer un esfuerzo de adaptación a las altas temperaturas. De ahí que sudemos más, que nuestras venas se dilaten, entre otros síntomas. Como recuerda la Dra. Débora Nuevo Ejeda, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Nuestra Señora del Rosario, nuestro cuerpo está compuesto de un 60% de agua: «Cuando sudamos, perdemos líquido y sales minerales, que si no reponemos adecuadamente, podemos sufrir síntomas como dolor de cabeza, mareos, calambres… Algunos de estos efectos podrían acarrear consecuencias severas».
«Las personas mayores, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, los niños y las personas enfermas son más vulnerables a los efectos del calor y la deshidratación», recuerda la doctora Nueva. Tampoco hay que perder de vista tampoco a los trabajadores al aire libre o a aquellas personas que practican actividad física intensa, quienes deben poner especial hincapié en asegurarse una hidratación correcta.
Para evitar la deshidratación y mantenerse a salvo de los efectos de las altas temperaturas, hay ciertas recomendaciones a tener en cuenta:
- Beber de 2-3 litros de líquidos al día, de manera continua y en pequeñas cantidades. Mucho mejor si están a temperatura ambiente y no excesivamente fríos.
- Si se realizan esfuerzos físicos, aumentar estas cantidades y vigilar las pérdidas a través del sudor.
- Beber estas cantidades de agua para algunas personas puede resultar tedioso. Por eso, existen distintas variedades de bebidas. Los diferentes tipos de infusiones, refrescos, zumos o lácteos pueden hacernos más fácil la tarea de beber la cantidad óptima recomendada.
- Llevar siempre a mano una botella con alguno de estos líquidos, para recordarnos que necesitamos beber de manera continua.
- Tomar alimentos ricos en agua, como frutas, verduras u hortalizas.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas porque, paradójicamente, no nos ayudan a hidratarnos. Por el contrario, favorecen la pérdida de líquidos por su efecto diurético.
- Mantenerse en lugares frescos y ventilados y evitar la exposición al sol y la realización de ejercicio físico en horarios de mayor temperatura (habitualmente de 12 a 18h).