Pequeñas Mentirosas dice adiós en un final con luces y sombras
Tras siete temporadas en antena, 160 episodios y las tragedias más sobrecogedoras, Pequeñas Mentirosas se despide de una audiencia que ha resistido con fidelidad hasta el último momento. Y no precisamente por el atractivo de sus tramas. Desde hace algunos años, la originalidad y el suspense que caracterizaban las primeras entregas desapareció sin dejar rastro. Acumulando a su paso infinidad de situaciones marcadas por el surrealismo y la falta de coherencia. A pesar de este desgaste, la ficción creada por Marlene King ha presumido siempre de una gran ventaja: la lealtad de su gran horda de seguidores. La mayoría de ellos son conscientes de la situación, pero siguen cautivados por todos esos elementos que hacen de Pequeñas Mentirosas una serie perfecta para el público más joven.
Romances imposibles y apasionados, unas protagonistas fuertes y luchadoras, escenas llenas de emoción, giros de última hora y multitud de cliffhangers que han mantenido al espectador pegado al televisor. Estos y otros aspectos son los mismos a los que el equipo ha recurrido en el último capítulo de la historia. Y al igual que en su trayectoria, este ha estado plagado de luces y sombras. Como dice el dicho: ‘Nunca llueve a gusto de todos’. Y en Pequeñas Mentirosas no iba a ser menos. Gran parte del público acudió a tan importante cita con el objetivo de conocer, de una vez por todas, la identidad de A.D. Un misterio que por fin ha sido resuelto.
¡CUIDADO, SPOILERS DEL ÚLTIMO EPISODIO!
¿Quién se esconde bajo la capucha de A.D?
Nos encontramos ante la pregunta más significativa de todas, y un reto de gran envergadura que no permitía fallo alguno. Aunque la respuesta ha resultado ser algo decepcionante, pues una de las teorías publicadas en Internet ya apuntaba con acierto al culpable, nadie puede negar que se trata de un cambio de sentido que podría haber dado mucho juego. Siguiendo la línea de una trama recurrente en la ficción, los espectadores descubrieron que Spencer tenía una hermana gemela, Alex Drake. Esta, llena de odio, rencor y envidia hacia su propia sangre, urdió un plan para chantajear a las protagonistas y ocupar así el lugar de su hermana.
Esta nueva villana entró en acción al coincidir con Wren Kingston en un bar de Inglaterra. Tras conocer la historia sobre su familia y entablar relación con su otra hermana, Charlotte, Alex Drake emprendió una venganza personal contra Hannah, Emily y el resto de chicas. ¿Y qué mejor herramienta que un juego de mesa inteligente y maquiavélico? Aria, Melissa, Caleb y el resto de sospechosos se libraron así de las especulaciones que los fans habían tramado contra ellos durante años. Pero frente a todo, estamos muy agradecidos por haber podido disfrutar de la increíble actuación de Troian Bellisario. La actriz ofreció durante el desenlace una lección impecable de interpretación, dando vida a ambas hermanas. Quizás el punto más destacable de todo el episodio.
Un círculo cerrado, pero con cabos sueltos
A través de un final de casi dos horas de duración, las pequeñas mentirosas descubrieron con asombro muchos de los secretos que todavía permanecían ocultos dentro de este enrevesado argumento. Por ejemplo, ¿quién es el padre de las hijas de Emily y Alison? La respuesta podría haber sido mucho más espectacular. Sin embargo, a pesar de la falta de vinculación con las afectadas, ninguno de los seguidores esperaba que fuera el propio Wren Kingston. Novio también de la recién estrenada antagonista.
Junto a ambas revelaciones, el último capítulo ha tenido también momentos para el recuerdo. La boda de Aria y Ezra, la petición de mano de Alison a Emily, la presentación de sus dos preciosas hijas, el embarazo de Hannah o una puerta abierta a la posible reconciliación entre Toby y Spencer son solo algunos de esos instantes. Una larga lista en la que debemos añadir la mejor despedida de todas: Mary y Alex Drake retenidas en París por una resentida Mona Vanderwaal.
A pesar de lo expuesto anteriormente, Pequeñas Mentirosas ha conseguido un preciado hueco dentro de nuestro corazón, y nos encanta verlas disfrutar del destino que todas ellas merecen. Son muchos los años que hemos compartido, un largo recorrido que ha dejado huella en el episodio con los guiños más ocurrentes. Un regalo muy especial solo para los fans más aférrimos, los mismos que desde ayer se quedaron huérfanos de la serie que marcó su adolescencia.