Según una nueva revisión de la organización Cochrane

Los vapeadores son más efectivos para dejar de fumar que los parches o los chicles

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Los vapeadores que contienen nicotina son más efectivos para ayudar a las personas a dejar de fumar que los parches o los chicles, así como más seguros que los cigarrillos, aunque se necesitan más pruebas sobre sus posibles impactos a largo plazo. Así lo ha determinado una nueva revisión hecha por Cochrane, una organización que reúne las mejores investigaciones científicas con el fin de ayudar a evaluar la efectividad relativa de las intervenciones de salud.

Además, y según los nuevos hallazgos, que incluyen la revisión de las evidencias de alrededor de 50 estudios internacionales, sugieren que el vapeo podría aumentar la cantidad de personas que dejan de fumar. «Ahora hay evidencia de que es probable que los cigarrillos electrónicos con nicotina aumenten las posibilidades de dejar de fumar con éxito en comparación con el chicle o los parches de nicotina», señala Jamie Hartmann-Boyce, la experta del Cochrane que co-dirigió la publicación.

Los cigarrillos electrónicos llevan existiendo durante aproximadamente una década y su popularidad aumentó significativamente en los últimos años. A diferencia de los chicles y los parches, estos instrumentos imitan el hábito de fumar cigarrillos porque, entre otros aspectos, se portan en la mano y generan un vapor que se parece al humo.

Una publicación de Cochrane de 2016 también encontró que los cigarrillos electrónicos tenían más probabilidades de ayudar a los fumadores a dejar de fumar que los parches de nicotina o los chicles, pero la evidencia disponible en ese momento era más escasa. Una serie de lesiones pulmonares y muertes relacionadas con el vapeo en EEUU el año pasado instaló un debate sobre el vapeo y los cigarrillos electrónicos, de hecho, provocó la prohibición de algunos tipos de productos.

Sin embargo, y según la revisión de Cochrane de hace cuatro años, el brote no se relacionó con los vaporizadores que contienen nicotina y pareció estar menguando a fines del año pasado, a medida que aumentaba la evidencia de que el acetato de Vitamina E, un agente de corte utilizado en los vaporizadores de marihuana, podría estar detrás de los casos.

El equipo de Cochrane ha explicado que en esta revisión no encontró pruebas claras de daños graves causados por cigarrillos electrónicos que contienen nicotina, aunque advirtió sobre el número relativamente bajo de estudios. «El consenso científico sostiene que los cigarrillos electrónicos son considerablemente menos dañinos que los cigarrillos tradicionales, pero no están libres de riesgos», ha concluido Hartmann-Boyce.

Cochrane se une de esta modo a otras voces científicas y de salud pública que han revisado la evidencia y han concluido que el vapeo con nicotina ayuda de una forma más eficiente a dejar de fumar. En este sentido, la Oficina Regional para Europa de la Organizacion Mundial de la Salud señala que “hay evidencia concluyente de que la sustitución completa de los dispositivos de liberación con nicotina y sin nicotina por cigarrillos de tabaco combustibles reduce la exposición de los usuarios a numerosos tóxicos y carcinógenos presentes en los cigarrillos de tabaco combustibles».

Por su parte, la Public Health England (PHE) explica que su última revisión «refuerza el hallazgo de que vapear supone una fracción del riesgo de fumar, al menos un 95% menos dañino y un riesgo insignificante para los transeúntes. Sin embargo, más de la mitad de los fumadores creen erróneamente que vapear es tan dañino como fumar o simplemente lo desconocen».

La National Institute for Health and Care Excellence, por ejemplo, señala que «la evidencia sugiere que los cigarrillos electrónicos son sustancialmente menos dañinos para la salud que fumar, pero no están exentos de riesgos. muchas personas los han encontrado útiles para dejar de fumar». Mientras que el Cancer Research UK detalla que «si bien las consecuencias para la salud a largo plazo del uso de cigarrillos electrónicos son inciertas, la evidencia hasta ahora sugiere que los cigarrillos electrónicos son mucho menos dañinos que fumar».

Y añade también que existe una «creciente evidencia que sugiere que los cigarrillos electrónicos pueden funcionar con éxito como una ayuda para dejar de fumar. No hay pruebas suficientes para respaldar una prohibición total en interiores del uso de cigarrillos electrónicos, ya sea sobre la base de la renormalización del tabaquismo o el daño a los transeúntes / espectadores por el vapor de segunda mano».

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