¿Sabes en qué consiste la luxación de rótula?
Las fracturas y torceduras, así como los esguinces, son lesiones que hay que prevenir. ¿Sabes en qué consiste la luxación de rótula? Toma nota.
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Muchas personas se ven acometidas por un fuerte dolor en las rodillas después de una caída o un episodio de traumatismo. Aunque el dolor pueda producirse de forma aislada, en consecuencia del trauma, sin estar acompañado de otras complicaciones, en muchos casos existe el riesgo de una luxación de rótula. Las luxaciones y esguinces son mucho más comunes de lo que solemos imaginar y, en diversas ocasiones, resulta difícil diferenciarlas de una fractura. Igualmente, ambas son emergencias que requieren atención médica para evitar futuras complicaciones generadas por la ausencia del tratamiento adecuado. Aquí hablaremos un poco más sobre la rótula y los síntomas que aparecen cuando ha sufrido una luxación.
¿Qué es una luxación y cómo afecta a los huesos y articulaciones?
Las luxaciones consisten en la separación de dos huesos en el lugar donde se encuentran y existe entre ellos una articulación. Y las articulaciones son, precisamente, este punto de unión entre diferentes huesos, cumpliendo un rol clave en la movilidad, proporcionando más flexibilidad y elasticidad al cuerpo. Sin ellas, los movimientos que realizamos a diario supondrían un enorme desgaste para las estructuras óseas, ya que estarían en constante roce.
Cuando se habla de una articulación luxada, ello significa que allí se encuentran dos huesos que, al separarse, no han regresado a su posición normal. Por lo general, las luxaciones ocurren cuando las articulaciones sufren un impacto fuerte y repentino, como puede ocurrir en una caída, un golpe o cualquier episodio de traumatismo.
Los síntomas de una luxación pueden resultar similares a los de una fractura, lo que dificulta el diagnostico diferencial. Algunos de ellos son:
- Sensación de hormigueo o entumecimiento en la articulación (o fuera de ella).
- Hinchazón y enrojecimiento de la región impactada.
- Dolor intenso, principalmente al intentar moverse utilizando la articulación afectada.
- Limitación de los movimientos en la región afectada.
- Posición irregular visible (es posible percibir una alteración en la forma habitual).
¿Cómo se caracteriza la luxación de rótula?
Antes de nada, debemos saber que no es lo mismo una luxación de rótula que una luxación en la rodilla. Esta última es una lesión más grave que requiere un tratamiento más cuidadoso, complejo y largo. Para entender mejor la diferencia, hablemos un poco sobre la rótula.
La rótula, que solía ser conocida como patela, es un pequeño hueso aplanado con forma triangular irregular que se encuentra en la rodilla. Más específicamente, en la parte anterior de la articulación de la rodilla y conectada con el tendón del cuádriceps. De esta manera, es parte clave de la articulación patelofemoral, donde se encuentran el fémur y la tibia.
Su estructura está conformada por una base (que se encuentra en dirección inclinada), un vértice y dos caras (una anterior, y otra posterior), y se encuentra recubierta de cartílago.
La luxación de rótula ocurre cuando este pequeño hueso se desplaza fuera de su ubicación (en la parte frontal de la rodilla). En consecuencia, la articulación pierde estabilidad y la persona puede sufrir una caída por no lograr sostenerse (caso se encuentre de pie), o ser incapaz de levantarse o moverse al no poder doblar la rodilla. Además de verse acometida por un intenso dolor y poder apreciar la deformación en el formato habitual de la rodilla.
¿Por qué se produce una luxación de rótula?
Generalmente, la rotula se desplaza cuando una persona tuerce la rodilla o cambia de dirección de manera repentina. Pero también puede ser el resultado de una sobrecarga en esta región, o sea, cuando se aplica demasiada fuerza sobre la rodilla, algo relativamente común en quienes practican deportes o actividades físicas intensas.
En algunos casos, la luxación de rótula también puede estar asociada a una fractura en la rodilla o la región femoral. Además, los pacientes con alteraciones preexistentes en la alineación femoropatelar son más vulnerables a sufrir luxaciones rotulianas (principalmente, las mujeres jóvenes).
¿Cómo es el tratamiento de la luxación de rótula?
El tratamiento específico dependerá fundamentalmente de la causa de la luxación rotuliana y de cómo se ven afectadas las estructuras de la rodilla. Igualmente, la prioridad es reducir la luxación (el desplazamiento), regresando la rótula a su posición natural. A continuación, se inmovilizará la articulación y se pueden administrar fármacos u otras alternativas para aliviar el dolor.
Por lo general, se recomienda que la persona utilice muletas en los primeros días de recuperación, para evitar imponer el peso del propio cuerpo sobre las rodillas. También son recomendables las compresas frías para aliviar la inflamación y, pasada la hinchazón y calmado el dolor, el inicio de la fisioterapia, con el objetivo de fortalecer la musculatura de la región y evitar futuras lesiones.
Por otro lado, las personas que sufren luxaciones repetitivas, como los deportistas, pueden tener que someterse a intervenciones quirúrgicas para corregir el desplazamiento de la rótula y recuperar la estabilidad de la articulación de la rodilla.
En cualquier caso, recuerda que la luxación de rótula se trata de una emergencia que requiere atención médica. Si no recibes un tratamiento adecuado, puedes quedar más expuesto a futuras lesiones y sufrir complicaciones como artritis y reducción de la movilidad.
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