Qué se aprende de las lesiones

Gracias al ejercicio físico conseguimos prevenir enfermedades, aumentar la calidad de vida y mejorar nuestra salud, pero cuando la actividad se vuelve demasiado exigente el riesgo de lesión se incrementa. Y es que además nadie está libre de sufrir cualquier dolencia a causa del deporte. Está claro que aquellas personas que tienen una gran musculatura y que se ejercitan a diario tendrán menos posibilidades que aquellos que se entrenen de vez en cuando y que además no calienten. Hoy te enseñamos qué se aprende de las lesiones.

Salir reforzado

Hay que decir que en ocasiones pueden producirse por un simple descuido, un accidente o un fallo, pero en cierta medida será un aliciente para hacernos más fuerte. Seguramente saldrás fortalecido después de un tiempo en el dique seco, pero sobre todo te darás cuenta de lo importante que es estar sano. Cualquier deportista, ya sea profesional o aficionado, no se librará de las molestias físicas. Aunque haya momentos de desesperación en ciertos momentos, tú deberías verlo como una ocasión para aprender.

Errores

Es posible que hayas entrenado más de la cuenta, que hayas cometido un fallo en la ejecución o que la técnica no ha sido la más recomendable. Aunque te acabes acostumbrando a los dolores, nunca se aconseja entrenar lesionado. Cuando notes cualquier tipo de molestia se aconseja detenerse y reposar. Si es preciso corrige la técnica antes de meter más carga en los ejercicios. Es posible que en ocasiones incluso nos equivoquemos con el deporte y estemos practicando uno que puede resultar muy dañino para nuestro cuerpo. Algo de esto es lo que les ocurre a las personas que hacen running y que presentan molestias en las rodillas.

Un despiste o accidente

En cualquier momento puede aparecer una lesión, ya sea por un mal apoyo, un despiste, un salto más medido, etc. Nuestro cuerpo no está preparado para soportar cierto tipo de actividades, de ahí que cuando practiquemos una actividad con cierta intensidad acabemos ‘tocados’. Incluso los mejores deportistas del mundo caen lesionados, de ahí que le concedas también el justo valor a tus esfuerzos. Por mucho que se preparen, la aparición de molestias siempre están ahí. Hay que decir que la prevención resulta esencial para rebajar la posibilidad de sufrir una lesión y la gravedad de la misma.

Volver a ser el de antes

Las lesiones siempre aparecen en el momento menos oportuno, cuando menos te lo esperes. Mucha gente ve como los avances de muchos meses se quedan en nada en cuestión de segundos. Es tal el miedo que se puede llegar a adquirir, que algunas personas piensan en la recaída de manera constante, pero también hay otro perfil de deportista que considera la lesión un reto y lo único que piensa en derrotarla lo antes posible. Aunque tengas una molestia que te impida entrenar de manera regular, no te agobies. Una vez que te recuperes volverás a competir a un gran nivel y recuperarás la normalidad. Lo importante es que sepas como afrontar el periodo del dique seco.