¿Qué es el síndrome de inmersión o hidrocución y cómo evitarlo?
Comúnmente conocido como un corte de digestión
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"El corte de digestión es un mito y no existe", aunque hay matices
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Una mujer de 40 años ha perdido la vida en la tarde de este jueves mientras se bañaba en la playa de Percheles, situada en la localidad murciana de Mazarrón. Tres socorristas sacaron a la mujer del agua en estado inconsciente. Padecía síndrome de inmersión y se le realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero finalmente falleció.
Este caso ha vuelto a poner de actualidad lo que es un síndrome de inmersión o hidrocución y la importancia de intentar prevenirlo o saber cómo reaccionar si nos ocurre. Y es que, todos lo escuchamos siempre que vamos a bañarnos porque es lo que comúnmente se conoce como corte de digestión. En este artículo intentaremos resolver todas las dudas sobre ello.
Corte de digestión
Efectivamente, el síndrome de inmersión o hidrocución es lo que se conoce como corte de digestión. Eso que siempre hemos escuchado desde niños que nos decían nuestros padres: «No te puedes bajan todavía porque no has hecho la digestión y te puede dar un corte de digestión». Todos lo hemos escuchado, ¿verdad? Pues en realidad de lo que siempre estábamos hablando es del síndrome de inmersión o hidrocución.
El síndrome de inmersión o hidrocución es un fallo cardiorrespiratorio que se produce ante la diferencia de temperatura entre el agua y el cuerpo humano y aunque se le llama corte de digestión, no está relacionado con la interrupción digestiva. La principal recomendación es dejar que el organismo se adapte gradualmente, sumergiéndose poco a poco.
En concreto, se trata de un fallo del sistema cardiorrespiratorio que se produce cuando hay un choque térmico derivado de una inmersión en el agua, ante la diferencia de temperatura con el cuerpo humano. Así, puede procudirse un síncope y la pérdida del conocimiento, con el consiguiente riesgo de ahogamiento. En casos extremos, el choque puede incluso provocar la muerte súbita.
Ante ese cambio abrupto, el cuerpo trata de mantener su temperatura enviando más sangre a los vasos sanguíneos para conservar el calor, lo que provoca que el cerebro y el corazón tengan menos sangre con la que funcionar. Se puede llegar a producir entonces un mareo momentáneo, la pérdida de conocimiento y, en última instancia, un paro cardíaco.
Rompiendo mitos, o no
Lo cierto es que el corte de digestión no guarda relación con la interrupción digestiva. Pero eso no quiere decir que no haya más riesgo de sufrirlo después de comer. Sino todo lo contrario. Si nos bañamos nada más comer al choque térmico se le suma que la sangre está trabajando en la digestión, por lo que aumentan las posibilidades de que ese ‘shock’ se produzca.
Los expertos recomiendan no bañarse las dos horas posteriores a comer por este motivo. Y más si hemos comido demasiado. Además, otro factor de riesgo es tomar mucho el sol. Si hemos permanecido bajo el sol mucho tiempo nuestra temperatura corporal es muy alta y el choque con la temperatura del agua será mayor.
Consejos
Uno está claro, el anteriormente mencionado. Intentar no meterse nada más comer o nada más estar expuesto al sol de manera prolongada. Aun así, siempre es recomendable meterse poco a poco, evitando una alteración brusca de nuestra temperatura corporal. Entrar al agua y mojarnos la nuca, las muñecas y los brazos hasta estar completamente mojados.
No hay que perder de vista a los niños y hay que tener en cuenta estos factores que, según explica el Ministerio de Sanidad, predisponen a sufrir una hidrocución:
– Baños de sol prolongados
– Insolación previa al baño
– Ejercicio intenso previo al baño
– Digestiones lentas por alimentación copiosa
– Falta de costumbre al agua fría