Los peligros del moho en el baño
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
Uno de cada tres cuartos de baño en España cuenta con moho en algún rincón, ya sean azulejos, grifos o juntas de la bañera, según recoge una encuesta realizada en más de mil viviendas por parte de la compañía Sanytol. La presencia del moho favorece la reproducción de bacterias y hongos. En este artículo te damos más detalles sobre los peligros del moho en el baño.
Estos microorganismos encuentran su espacio natural en zonas húmedas como pueden ser aseos y cuartos de baño. Resulta muy común que se creen comunidades de microorganismos sobre estas superficies, entre las que destacan sobre todo las salidas de los grifos, tapones de los desagües, tuberías y gomas de electrodomésticos. Acabar con los gérmenes resulta esencial para combatir los gérmenes y también con los malos olores.
Sin lugar a dudas, los grifos suelen ser los puntos más críticos para transmisión de bacterias y hongos. Pero además de las distintas superficies del cuarto de baño, también se debe conceder una cierta importancia a otros complementos que encontramos en este espacio como pueden ser toallas, pañuelos o trapos destinados a la limpieza.
Claves para evitar problemas
Los expertos en la materia recomiendan a modo de prevención desinfectar en condiciones todo el baño para reducir de esta manera la formación de la capa de microorganismo. Para ello, lo más aconsejable sería utilizar artículos de limpieza que se desinfectasen. También habría que lavar con regularidad los complementos como las toallas o material de limpieza.
Tampoco hay que olvidarse de la adecuada ventilación. De esta manera se rebaja la acumulación de gérmenes en el aire y en las zonas húmedas, como suele ocurrir en el cuarto de baño. De esta manera, cada vez que acabes de ducharte deberías abrir la ventana o puerta para corra el aire y se ventile la estancia. Seguro que así se evitará la reproducción de bacterias y hongos en el baño o en cualquier estancia de tu casa. También es necesario que seques aquellas zonas propicias a ser mojadas o que están en permanente estado de humedad, como pueden ser fregaderos o grifos.