Los pacientes con una «curación virológica» de hepatitis C, mantienen un elevado riesgo de muerte

Se subraya la importancia de establecer vías sólidas de seguimiento tras la curación, así como servicios e intervenciones para prevenir otros daños

Hepatitis C: Una historia médica con final feliz

Un buen diagnóstico de la hepatitis C permitiría acabar con esta enfermedad en España

Hepatitis C
Se recomienda un profundo seguimiento de los pacientes aunque se haya curado una hepatitis C.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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No siempre, una enfermedad se cura del todo, en ocasiones los daños producidos se mantienen de por vida y en otros casos, como los pacientes curados de hepatitis C continúan con un elevado riesgo de muerte sustancialmente mayor en comparación con la población general, de entre 3 y 14 veces mayor en función del estadio de la enfermedad hepática.

La hepatitis es la inflamación del hígado que puede dañar los órganos. Existen diferentes tipos de hepatitis. Una es la C, causado por el virus de la hepatitis C (VHC) y que puede variar desde una enfermedad leve que dura unas pocas semanas hasta una grave de por vida.

La hepatitis C puede ser aguda o crónica:

La hepatitis C aguda es una infección de corta duración. Los síntomas pueden durar hasta 6 meses y en ocasiones, su cuerpo es capaz de combatir la infección y el virus desaparece. Pero para la mayoría de las personas, una infección aguda conduce a una infección crónica.

La hepatitis C crónica es una infección de larga duración. Si no se trata, puede durar toda la vida y causar graves problemas de salud, como daño al hígado, cirrosis (cicatrización del hígado), cáncer de hígado e incluso la muerte.

A partir de los datos de más de 20.000 pacientes curados de hepatitis C, los resultados muestran que las causas de muerte relacionadas con los fármacos y el hígado fueron las principales responsables del exceso de muertes, y subrayan la importancia de un apoyo continuado para aprovechar plenamente los beneficios de la curación de la hepatitis C.

La hepatitis C es un virus que puede infectar el hígado y que, si no se trata, puede causar daños hepáticos graves y potencialmente mortales a lo largo de muchos años.

Investigación

un equipo de investigadores británicos y canadienses se propuso medir las tasas de mortalidad de las personas curadas de hepatitis C y evaluar su comparación con la población general.

Analizaron los datos de tres estudios poblacionales realizados en la Columbia Británica (Canadá), Escocia e Inglaterra (Reino Unido) en los que participaron 21.790 personas que se curaron de la hepatitis C entre 2014 y 2019.

Los individuos se agruparon en función de la gravedad de la enfermedad hepática en el momento de la curación: precirrosis (estudios de Columbia Británica y Escocia únicamente), cirrosis compensada y enfermedad hepática en fase terminal.

A continuación, los datos se vincularon a los registros médicos nacionales y se examinaron varias causas de muerte, como cáncer de hígado, insuficiencia hepática, muerte relacionada con fármacos, causas externas (principalmente accidentes, homicidios y suicidios) y enfermedades del sistema circulatorio, durante un periodo medio de seguimiento de 2-4 años.

La mayoría de los participantes no tenían cirrosis en el momento de la curación. La edad media de los pacientes con precirrosis en Escocia era de 44 años y de 56 en Columbia Británica, y el número de varones superaba al de mujeres en todos los estudios y grupos de gravedad de la enfermedad (65-75%).

Un total de 1.572 (7%) de los participantes fallecieron durante el seguimiento. Las principales causas de muerte fueron las relacionadas con los fármacos (24%), la insuficiencia hepática (18%) y el cáncer de hígado (16%).

Por ello, subrayan la importancia de establecer vías sólidas de seguimiento tras la curación, así como servicios e intervenciones para prevenir los daños relacionados con las drogas y el alcohol, a fin de aprovechar plenamente los beneficios de la curación de la hepatitis C.
En todos los estadios de la enfermedad y contextos, la edad avanzada, el consumo reciente de sustancias, el consumo de alcohol y las enfermedades preexistentes (comorbilidades) se asociaron a tasas de mortalidad más elevadas.

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