Un niño de 8 años con parálisis cerebral concluye un triatlón
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
La historia de Bailey Matthews es conmovedora. No resulta muy habitual que un niño de 8 años con parálisis cerebral concluya un triatlón. Sin lugar a dudas, su reto es todo un ejemplo de superación, en donde la fuerza de voluntad ha sido esencial para conseguirlo.
Sólo con el andador
A muchos ya les cuesta acabar una carrera de cinco kilómetros, pero Bailey cumplió con creces en su intento de realizar un triatlón. Nadó 100 metros, pedaleó cuatro kilómetros e hizo los 1.300 metros de la carrera a pie. Para cualquier niño de su edad esto sería todo un acto heroico, pero en el caso de Bailey los calificativos van más allá. Sólo contó con la ayuda de su andador.
Bailey Matthews nación de manera prematura, nueve semanas antes de lo que se esperaba. Además, a los 18 meses le diagnosticaron una parálisis cerebral. Tiene problemas de movilidad y coordinación, pero la sorpresa fue mayúscula cuando le comunicó a sus padres que tenía pensado tomar parte en esta prueba tan exigente. Obviamente los progenitores se sorprendieron y mostraron su preocupación por la decisión del pequeño, que ha tenido que aprender a andar hasta en cuatro ocasiones y es prácticamente imposible que dé un paso sin la ayuda del andador.
Apoyo de los seguidores
Su participación en un triatlón no pasó desapercibida. Sin lugar a dudas, el momento más emotivo de la competición fue cuando al atravesar la línea de meta desplazó su andador hacia un lado y decidió atravesar la raya de la llegada por sus propios medios. En todo momento contó con la colaboración de su padre, que fue su mayor apoyo durante el tiempo que se alargó la prueba.
En la meta le esperaban más de un centenar de personas, que le ovacionaron y corearon su nombre, en claro gesto de admiración. Cada poco se caía al suelo, pero una y otra vez se conseguía levantar con una sonrisa en la boca, dejando atónitos a los seguidores que se encontraban entre el público. En todo momento tenía en mente atravesar la línea de meta en solitario y así lo consiguió. Demostró que cualquier persona puede conseguir cualquier reto que se marque con esfuerzo y fuerza de voluntad.
Nada más finalizar la carrera se reunió con madre y su hermano pequeño. Los miembros de la organización reconocieron el mérito de este niño de apenas 8 años y con parálisis cerebral con una medalla exclusiva hecha para él que le acredita como ‘finisher’ del triatlón.
Ningún trato de favor
Los padres de este joven son también aficionados al deporte. Aceptaron con orgullo la propuesta de Bailey e incluso le ayudaron a entrenarse para estar en las mejores condiciones posibles para la prueba. El día de la competición no recibió ningún trato de favor o ayuda por parte de la organización. Seguramente ese era el deseo del niño.
Sin lugar a dudas, la gran recompensa a todo el esfuerzo llegó con el abrazo que se dio en la zona de meta con sus padres y su hermano pequeño. Un día inolvidable.